Se fue transformando en un símbolo de las infancias, Diego Topa ya armó una nueva propuesta para iniciar las vacaciones de invierno. Esta vez será Topa. Tiempo de jugar que el 15 inició su temporada con dos funciones de martes a domingo (14 y 16.30) en El Nacional (Corrientes 960). Sumó a Emiliano Dionisi. “No sólo dirigió – subraya Topa- sino que también ayudó a escribir. Es mi amigo, casi diría familia, vivimos a seis cuadras de distancia”. Lo acompañarán los actores Andrea Lovera y Ramiro Delgado, más los bailarines Florencia Liserre, Fernando Vera, Caterina Petinari, Leo Vasone y July Antonio, con las coreografías de Gustavo Carrizo. Como siempre la dirección musical será de Mauro Cambarieri y Federico Montero.
—¿Cómo definirías a este espectáculo?
—Es una propuesta completamente nueva. Me asocian mucho con la música, pero esta vez Emiliano (Dionisi) me propuso mostrar más al comediante, al actor que soy. Siempre estoy en la supervisión creativa, pero esta vez me corrí y lo dejé todo en sus manos. Voy a viajar en la primera nave del tiempo hecha en Argentina. Me llevará a la época de los dinosaurios y también a un futuro muy entretenido. Creo que donde más se van a divertir los padres y los abuelos es cuando llego a los años setenta. Para cada época habrá una música. Haremos un popurrí, homenajeando a Palito Ortega, Donald y Raffaella Carrá. ¡La familia va a bailar!
—Cumpliste veinte años de profesión: ¿qué te propusiste y qué te falta?
—Nunca me imaginé que iba a llegar a ser quien soy. Se cumplieron mis expectativas y mis sueños mucho más de lo que hubiera pensado. Disfruto de todo. Creo que fui sembrando a lo largo de mi carrera, y hoy estoy cosechando amor de la gente. Te juro que no hay nada tan hermoso como recibir tanto cariño de las personas. Me ponen en un lugar de referente de las infancias y no sólo de la Argentina sino también de Latinoamérica, gracias a la llegada de Disney que me abrió las puertas de todos esos países. Eso es único para mí y lo cuido muchísimo. Hace poco volví de Italia, donde me contactó un productor musical junto a mi amiga Luli Pampín, a quien conocí durante la pandemia. Me fui a grabar con ella un disco que saldrá a fin de año. Ese es uno de los sueños que tenía: poder llegar al continente europeo, donde aún no me conocen. Ahora voy a desembarcar allí. Me dicen que no hay referentes infantiles varones.
—¿A qué crees que se debe?
—Creo que tiene que ver con una decisión de vida. Hay que tener un amor y un respeto absoluto por estos temas, incluso pasa con las mujeres. Empiezan haciendo estos espectáculos y después se van a hacer otro tipo de trabajos, en televisión o en cine.
—Tu público se centraliza en trece países latinoamericanos: ¿qué diferencias encontraste?
—La realidad es que los chicos son iguales en todas partes. Es una locura poder decirlo, descubrirlo y lo aseguro porque lo transité. Se divierten con los mismos chistes y les gustan las mismas canciones. En Argentina están más acostumbrados a verme, mientras que en los otros países no pueden creer cuando me encuentran, es como si fuera Mick Jagger. Es una locura de amor, y no sólo les pasa a los más chiquitos, sino también a sus padres, porque uno entra en la familia, mediante la música, la televisión o las plataformas.
—¿En qué te cambio la pandemia?
—Recién ahora estoy notando las secuelas. A mí particularmente me pasa que estoy abrumado. Disfruto más de mi casa, mi hija y trato de encontrar un equilibrio con mi trabajo. Incluso después con las giras, dónde la puedo llevar y dónde no quiero que pierda la escuela. Por ejemplo, agradezco la terapia virtual para evitar los tiempos de viajes. Creo que aprovecho más a la familia. No importa la cantidad, sino la calidad. Me parece que hemos tomado más conciencia del aquí y el ahora. Buscamos más lo personal, tuvimos muchas pantallas y videollamadas. Es hermoso poder encontrarse.
—¿Cómo enfrentás temas como el abuso de niños o el hambre?
—Son temas que nos preocupan a todos. Lo hablo con la gente más cercana. No sé qué pasaba en épocas pasadas, pero no tengo el recuerdo que sucediera. Me parece mentira que la vida cambiara tanto como para que hoy pasen estos hechos tan aberrantes, fuertes, que me resultan hasta impensados y me generan angustia. Habrá qué pensar cómo evitarlos. Uno sabe lo que significa una habilitación, pero me preocupa como padre. Tengo la suerte de estar muy presente en el jardín de infantes de mi hija, con los docentes y directivos. Siempre nos acompaña una frase: “¿cómo puede suceder?” Todo lo que tiene que ver con las infancias, tanto el hambre como la inseguridad lo veo en todas partes. En cada país que voy lo escucho: no son problemas sólo argentinos.
—¿Alguna vez proyectaste vivir en otro país?
—Amo a la Argentina, soy de los vínculos, de mi familia y mis amigos. Sólo me iría por meses, pero no podría radicarme en otro lado. Tal vez cuando sea más grande, pero no quiero perderme el crecimiento de mis sobrinos o estar junto a mis padres, que ya son mayores. Disfruto mucho mi casa, ir al teatro: soy muy argentino. Ya vi El Brote, La cápsula y Lo que el río hace de Paula y María Marull. Aquí le ponemos mucho amor al escenario, lo entiendo como actor y también como productor.
—¿Y las plataformas?
—No hay lugar para personajes como yo, predominan los dibujos animados. Anda una propuesta por ahí, que ojalá se pueda lograr: me llamaron de la Televisión Pública y me gustaría llegar a los niños de todo el país. Ya empezamos a pensar y trabajar. Me encantaría. Tengo mi propio canal en YouTube, es volver a la música y las canciones de antes como las de María Elena Walsh.
—¿Te gustaría hacer cine?
—Hice participaciones en muchos programas de éxito como Casado con hijos, La niñera, Poné a Francella y Los simuladores, ahora que viene la película de ellos, les voy a decir que quiero hacer aunque sea un cameo. Admiro profundamente a Damián Szifron. Me gustaría hacer cine. Me da vueltas una película sobre las navidades latinoamericanas. No tengo apuro.
—¿Alguna vez sentiste que te podías marear por la fama?
—Tengo la suerte de tener una familia que siempre me acompañó y me costó mucho todo lo que tengo, por eso lo cuido. Creo que la clave es que no me lo creo. Soy muy agradecido con lo que me pasa y me sigo sorprendiendo. Es verdad que la fama es puro cuento. Es muy difícil mantener una carrera. Me encanta que me reconozcan porque los acompañé durante su infancia y no me interesa que lo hagan por mi vida personal. No estoy preparado para eso. Muchas veces me invitaron a participar en los Bailando pero me siento incómodo con ese tipo de fama mediática. Creo que me pondría a llorar si me agreden en alguna devolución, porque no sé manejarme.
“Soy el mickey argentino”
En el año 2021 una importante editorial le publicó Topa. El viajero. Libro 1, ahora dio a conocer: Mis primeras recetas. Dice: “Surgió por mi hija, Mitai, porque me encontraba preguntándome qué le preparo para que coma algo nutritivo y sano. El primero fue de cuentos que no eran mío, sólo los supervisé junto a Soledad Mirasolo, sumando actividades, practicaban números y vocales”.
Tiene Instagram y Facebook, aunque afirma que las redes no son lo suyo. “Disney me abrió las puertas de todo –subraya agradecido- me hizo muy popular y fue la empresa que confió en mí. Los quiero muchísimo y aunque hoy no trabajo sigo en su plataforma. Soy el Mickey argentino y lo cuido. Tengo muchos amigos y las posibilidades de volver están siempre. Me cuidaron, me pusieron en un lugar hermoso y escuchan lo que opino”.
Cuando se le pregunta el porqué de su Especial Halloween aclara: “Es un concierto musical vía streaming, como el que armo para la navidad. Son los show temáticos. Es otro formato, porque algunos espectáculos no se pueden trasladar, ya que sería muy costoso. El año pasado hice el espectáculo El viajero y hablamos de las culturas de América Latina. “Hoy que soy papá, veo por ejemplo que el tema de los dinosaurios les atrae tanto a las niñas, como a los niños. Buscamos con Emiliano que la gente se divierta con Topa. Tiempo de jugar. Cuando leímos el texto junto a Andrea Lovera y Ramiro Delgado no parábamos de reír. Son actores de comedia musical y están conmigo en esta travesía y travesura. Me apasiona actuar, pero cantar me conecta con mi corazón, con mi alma y pasa algo mágico”, finaliza.