Ay, disculpame la voz, es que estoy muy afónica. En Punta del Este tomé mucho frío.
—Y, también..., estás todo el día en bombachita.
Karina Olga Jelinek habla ahora desde Pinamar, donde participará en una serie de desfiles. Luego de bajarle el pulgar (¿o se lo habrán bajado a ella?) a Patinando con las estrellas –el concurso con el que, siguiendo el estilo de Cantando... y Bailando por un sueño, Marcelo Tinelli planea sorprender este año–, la chica de generosas curvas asegura que se dedicará a full al modelaje. Hasta rechazó una oferta de Marley para participar en su nuevo programa. “En febrero, me voy al Caribe porque salí seleccionada como una de las diez mujeres más lindas de Latinoamérica –dice–. ¡Y, encima, vuelo en business y me pagan!”
— ¿Aumentaron los cachés de los desfiles en 2007?
—No me gusta hablar de eso, pero te puedo decir que aumentaron entre un 25 y un 30 por ciento respecto del año pasado. Las cosas están más caras y uno no puede cobrar siempre lo mismo.
—Las vacaciones ¿para cuándo?
—En marzo me voy 15 días a Miami con mi novio, que tiene 27 años y es empresario.
—¿No te atraen los jugadores de fútbol como a muchas modelos?
—Nunca estuve con uno y tampoco me gustan.
— Nicole Neumann y Pampita dejaron a sus parejas por otros amores. ¿Vos serías capaz?
—En este momento, estoy muy segura con mi novio pero más adelante no sé qué pasará. Todo puede ser... nunca se sabe.
—¿Te dejaron alguna vez?
—¡No! Siempre fui yo la que dejó (risas). Además, nunca estuve sola (más risas). Siempre que dejé a un novio, en seguidita tenía otro. Para mí la vida sexual es muy importante.
—Hablando de abandonos: ¿por qué te bajaste de Patinando con las estrellas?
—No me gustó, no tengo idea y nunca había patinado en mi vida. Ni siquiera con rollers. Me dio un poco de miedo. No quiero meterme en algo que no sé hacer. Además, ya estuve en Bailando por un sueño, donde tuve la posibilidad de ayudar a una persona.
—¿Llegaste a ponerte los patines?
—Sí, ensayé dos o tres veces.
—¿Te caíste?
—No, nunca.
—Entonces, tan mal no te iba.
—Logré deslizarme y dar algunas vueltas. Pero a la hora de hacer una coreografía, se me complicaba. Me tenían que levantar en el aire.
— ¿Es cierto que sufriste ataques de pánico en los ensayos?
—¡No! Sólo tengo ataques de pánico cuando vuelo en avión. Pero ahora estoy mejor, tomo una pastillita y listo.
—Problema grave para vos que viajas tanto...
—Sí, pero desde chica soñé con ser modelo, viajar por todo el mundo, desfilar en muchos países. Cero rutina, ¿entendés?
—¿No hay nada que te disguste de tu profesión?
—No. Me gusta todo.
—¿Ni siquiera te molesta que te traten de tonta?
—Sí, por eso tengo tantos juicios. Pero que se sigan burlando, yo me río mientras cuento la plata y me compro departamentos. Todo eso es gracias a los juicios, es lo mejor.
—¿Te considerás una mujer inteligente?
—¿Si me considero inteligente? Sí, qué sé yo, obvio. No me considero ehhh... ¿Cómo explicarte? Ehh. El tema es que soy muy ingenua y por eso muchas veces me equivoqué frente a una cámara.
—¿A qué mujeres inteligentes admirás?
—De Argentina, a Mirtha Legrand. De afuera, a Catherine Zeta Jones. Todo el mundo dice que es igual a mí. Eso es un halago, aunque en verdad, podría ser mi madre. También a Angelina Jolie.
— ¿Adoptarías como ella?
—Me gusta la idea. Pero prefiero un hijo que venga de mi pancita. A pesar de ser modelo, me gustaría que mi panza se hinche. Quiero tener un bebé que salga de mi panza, bah, de mi panza no va a salir, va a salir por otro lado, jijijiji.