Desde que Carmen Barbieri y Santiago Bal decidieron regresar al teatro por la puerta grande, sus elencos no paran de ser noticia. Ahora el protagonismo lo tienen ellos mismos por una supuesta infidelidad de él con una de sus bailarinas: la hasta el momento ignota Ayelén Paleo al quien habría hecho regalos por 30 mil dólares sustraídos de la cuenta de Carmen.
Pero la historia de enredos comienza mucho más atrás: desde la conformación de la compañía y las denuncias de "casting sábana" de una de las hermanas Escudero, Vanina, quien decidió no integrarla pero sí su hermana, Silvina, quien protagonizó escenas de desmayos en la puerta del teatro por su romance tormentoso con Matías Alé, el ex de Alfano.
Peleas de cartel entre Mónica Farro y Eugenia Ritó, celos con la ecuatoriana Paola Miranda, y sus compañeras, las "denuncias" de Rocío Marengo sobre supuesto consumo de drogas entre los miembros de la obra e infinidad de historias que sirvieron para que las chicas de Barbieri-Bal se paseen por cuanto programa de chimentos hay y, de paso, promocionar su obra.
Ahora con todos estos antecedentes, sobran las dudas sobre la veracidad de la separación de los "padres de familia" del grupo teatral. ¿Drama familiar o promoción para la próxima temporada?