Primero fue
Andrea Rincón. Tardó en tomar la decisión, pero finalmente, sacó
la foto de su novio de la pared del cuarto y
sucumbió ante los escasos encantos de
Juan Emilio De Antón, el participante que nunca había sido nominado gracias a su
habilidad para convertirse en el hombre invisible.
Ella
no lo sabía, claro. Pero mientras el estudiante de periodismo deportivo
la llenaba de caricias y besos en los rincones de la casa, en el confesionario,
la nominaba compulsivamente para que abandonara el juego. Al final, el muchacho
cumplió su cometido y Andrea –la favorita del público durante meses-,
finalmente armó las valijas y se fue.
La historia no terminó ahí. Unos días más tarde, otro de los favoritos,
Damián Terrile, decidió
abandonar el juego por propia voluntad. Entonces, la producción recurrió a la
votación de los jugadores para que ingrese un
reemplazante entre
los participantes que ya habían abandonado la casa.
El muchacho
no lo dudó. Seleccionó a tres de sus ex compañeros, y la sorpresa fue que su
chica,
no figuraba entre sus elegidos.
Pero Andrea no fue la única mujer "
seducida y abandonada" dentro de la casa. Su amiga, la también flequilluda
Soledad Melli, fue la que inauguró la costumbre de terminar una relación
anunciando la decisión con sólo un gesto:
despegando la foto del ex de la pared.
Antes, había comenzado una especie de romance con
Alan Zulkovsky, el sabelotodo de la casa. Pero la estadía del "pelado" fue más
bien corta y Soledad se enocntró sola tra vez sola.
La oportunidad llamó a la puerta de la casa nuevamente cuando, como reemplazo de la bellísimaMariana Manccini, entró el
sobrino de
Silvia y Guido Süller.
Sebastián Graviotto insistió hasta que
consiguió conquistar a la mendocina.
Durante esta semana, la relación no anduvo del todo bien.
Graviotto hizo un comentario racista que a Soledad no le cayó bien y se lo dijo.
Claro que, al expresárselo a él,
se lo hizo notar también a todo el público. Y al chico que usa los pantalones por
debajo de la cola eso, parece,
no le gustó.
Anoche
Soledad quedó nominada junto a Juan Emilio y
María Eugenia Puggioni. Sebastián
era el dueño del "don" que le permite
salvar a uno de los participantes.
Contra todos los pronósticos, el sobrino de los Süller tardó varios minutos en decidirse,
hasta que preguntó:
"¿Puedo no salvar a nadie?"
Soledad no tardó en responderle. "
Sí, podés
", le dijo
clavándole la mirada. Eso
fue lo que hizo Sebastián y Soledad, inmediatemente, salió corriendo hacia el
baño (el único lugar "íntimo" de la casa) y
se pasó largos minutos sola, llorando.
Lejos quedaron los tiempos en que de la casa de Gran Hermano
surgían romances duraderos que trascendían las puertas del estudio de Martínez.
Santiago Almeida y
Natalia Fava,
casados con libreta y todo desde hace varios años parecen, hoy,
seres de otro planeta. Lo mismo ocurre con
Ximena Capristo y
Gustavo Conti que
ayer pasaron por el Registro Civil.
Hoy, de la casa, las chicas salen solas, sin siquiera con una promesa de futuro romance.