PERFIL convocó a muchas de las voces más resonantes de la industria audiovisual local para que cuenten qué serie los atrapa, y la primera imagen que arrojó la consulta es que las producciones de HBO (The Sopranos, Game of Thrones y The Night Of) y de Hulu (The Handmaid’s tale) son las más elegidas si a drama se refiere, mientras que Seinfeld (el clásico de la NBC hoy disponible por Amazon Prime Video) y Friends (Warner, en Netflix por este año) son las comedias más votadas.
“Hablar de una serie favorita también tiene que ver con el paso del tiempo de cada uno. Mi niñez se vio marcada por El auto fantástico y Superagente 86... ¿Quién no quiso tener un zapatófono o de amigo a Kit? Después, el fanatismo se incrementó con la posibilidad de ver un capítulo tras otro, lo que hoy denominamos “Binge watching”. Series como Prison Break generaron una adicción por su narrativa, sus ganchos al final de los capítulos y un cast coral donde el límite de los personajes entre ser bueno y malo cambiaba todo el tiempo”, dice Darío Turovelzky, director de Contenidos globales de Viacom/Telefe. La ficción de la Fox llegó a promediar 10 millones de espectadores en Estados Unidos durante la primera de sus cinco temporadas. A la sexta se la espera tanto como Sebastián Ortega aguarda por la segunda de Mindhunter.
Pablo Cullel, director de Producción y contenidos de Underground, tiene como favorita Six Feet Under: “Es excelente en todos los rubros: guión, puesta en escena, actuaciones y una trama que habla de la naturaleza humana. Por lo general, los productos de HBO son los que más me gustan... Si tengo que elegir una actual, me quedo con El cuento de la criada. Es de una profundidad simbólica y conceptual maravillosa. Una obra superior y necesaria para este momento”. Por la adaptación del libro de Margaret Atwood optan las protagonistas de El marginal y Un gallo para Esculapio. Martina Gusmán la ubica arriba en su lista personal y Julieta Ortega la pone después de The Sopranos, pese a que las que más le interesen son las ficciones que tienen protagonistas femeninas (como The Marvelous Mrs. Maisel, Better Things o The Act). Sin embargo, lo que parece una contradicción no es tal cosa: “Lo más rico para mí de Los Sopranos es la relación entre Tony y su mujer, sus hijos y su psicoanalista. Cuando las series se convierten en matar a un presidente, cagar a tiros o descubrir secretos de Estado, dejo de prestar atención”.
Diego Andrasnik, director de producción de Pol-Ka, encuentra a la producción de HBO como fundamental a la hora de hablar de la construcción de drama para la televisión, aunque primero para él está Cracker, “que muestra una nueva manera de construir la masculinidad alrededor de un personaje protagónico. De ahí linkeo con la que fue la gran serie americana: The Sopranos. De alguna manera, el protagonista de Cracker, este psiquiatra forense (nada loable, pero genial en sus deducciones) preanuncia una nueva masculinidad y con Tony Soprano llega a un punto altísimo. Después, el gran fresco fue The Wire. Con ésa entendimos que había una nueva forma de hacer televisión”. Como guionista, Carolina Aguirre también ubica alto al drama protagonizado por James Gandolfini.
Otra que generó fanatismo en sus apenas ocho capítulos es The Night Of. El producto de HBO protagonizado por John Turturro es para Juan Campanella “lo mejor que vi en los últimos años, juntando cine y televisión. Es una serie policial en Nueva York, ambiente que de por sí me gusta mucho, contada con elementos clásicos de la novela hard boiled. Sin ningún tipo de cosa glamorosa, pero mostrando muy bien el mosaico de razas y personajes que es el sistema policial y judicial de los Estados Unidos, con mucha atención, cuidado y con una calidad cinematográficas en cuanto a su narrativa y a estilo visual que es muy raro ver en pantalla chica”.
Tal vez, el policial es lo que más atraiga al espectador común. También es el que más le gusta a especialistas del género como Claudia Piñeiro y Sergio Olguín. Para la autora de Las viudas de los jueves, un imprescindible es el thriller Seven Seconds, que programó y canceló Netflix y que tiene “personajes extraordinarios, una trama impecable y, cuando tenés miedo de que al final la pifien te sacás el sombrero y aplaudís. Lo importante en la serie es la injusticia, la corrupción, las personas que están solas en los márgenes”. Si la pluma de La fragilidad de los cuerpos tiene que elegir un drama, se queda con The Shield, una serie de policías corruptos en Los Angeles.
Es inevitable hablar de Twin Peaks, Breaking Bad o Game of Thrones. Para Anahí Berneri, la serie de David Lynch fue la primera en utilizar recursos del cine y mezclar genero policial, surrealismo, thriller psicológico y telenovela. “Cuando la vi por televisión abierta, sentía que no la terminaba de comprender. Yo no sabía quién era Lynch, hoy siento que era un adelantado a su época”, cuenta la directora de Alanís, que también fue fanática de la historia y universo de Walter White, al igual que la guionista Lily Ann Martin.
Para entender mejor el fenómeno Games of Thrones, serie que atrapa a millones de espectadores entre los que se encuentran Mercedes Morán o Peter Lanzani, hay que leer a Fiorella Sargenti. La conductora de Sensacional éxito y columnista de Basta de todo explica: “el universo que construyó George R.R. Martin es fabuloso y Daniel Weiss y David Benioff hicieron un gran trabajo adaptándolo. En una época en la que todo es binge watching y lo esporádico, Game of Thrones logró sumar gente año a año, siempre mejorando”.
