Sandro, en sus 64 años de vida, obtuvo el amor "incondicional" de sus seguidoras a quienes lllamaba "mis nenas", que lo conocieron en la década del 60 y mantuvieron "extasiadas" ese ritual "beatle" de gritos y rock and roll.
Las seguidoras de Sandro se transformaron en un fenómeno notable a nivel latinoamericano de fidelidad y pasión que conservaron por años y permanecerá a través del tiempo.
Nunca dejaron de seguir a su ídolo y nunca abandonaron ritos como el festejo de su cumpleaños en su casa de la ciudad bonaerense de Banfield, o lanzarles sus prendas íntimas durante los shows.
Esas seguidoras pasaron cuatro décadas de fervor, a tal punto de abandonar, por su ídolo, a su consolidadas parejas e interpretar los temas que convirtieron en popular a Sandro, el Gitano, el ídolo.
Fuente: DyN