No creo Martin Scorsese lo haya mostrado tirarse pedos”, se ríe Enzo Mileti, uno de los integrantes de la mesa de guionistas que escribe la cuarta temporada de Fargo (disponible los domingos a las 21 en OnDirectTV y en DirecTV Go). Su risa quiere dejar en claro los cruces y las fronteras ignoradas que se dan en esta nueva temporada del show inspirado en el largo de los hermanos Coen. Y en este caso, el mundo de los gángsteres de diferentes etnias y razas, italianos y de color, y más todavía, en la Estados Unidos que recién veía crecer a su primera generación de hijos de inmigrantes.
A la hora de definir la esencia del show, de todas sus temporadas, Mileti, quien también es uno de los productores y fue guionista de series como Snowfall y Kingdom, sostiene: “Creo que en este caso, el showrunner Noah Hawley dice que siempre esta intentando acercarse a lo que define a las películas de los hermanos Coen. Y eso vendría siendo la pregunta: ¿qué es lo que haría la gente por dinero? ¿cuán lejos llegaría? Y ¿cuánto de ese deseo puede llevar a su caída? Entonces, aquí, en esta cuarta temporada, era crucial, como siempre, poner en juego un relato moral, donde la idea del ‘sueño americano’ muta en malas decisiones, en arruinar la vida de gente inocente. Esa es la columna vertebral narrativa del show”. Y agrega: ”Esta temporada quería centrarse en Estados Unidos, y ese sueño americano. Y ver como ese sueño no está siempre abierto a todos por igual. Y el mundo de los gángsteres te permitía sumar un componente mucho más flamable.
—Algo que se ve en esta temporada, y que sorprende, tiene que ver con meterse con el mundo de las mafias, la guerra de mafias italianas, de color, de otras etnias. Y ahí ver una real configuración del poder en aquella Estados Unidos. ¿Cómo se acercaron a un mundo ya tan visitado por la ficción como los gángsteres?
—Amo las películas de gángsteres. Mi coguionista Scott Wilson y yo las adoramos. Queríamos combinar por un lado, lo que vimos en el cine gángster y lo que vimos en el cine de los Coen. Creo que una de las razones por las que la gente se siente atraída por películas de gángsteres, tiene que ver con que hay cierto elemento ahí, de humanidad. ¿Qué pasaría si estás por encima de la ley y tomás lo que quieras del mundo? ¿Cómo sumás poder y lo mantenés?
Algo que nos interesaba es la exploración de la mafia, de la pelea por el control de una economía alternativa y subyacente a la real. Ahí las oportunidades son distintas, entonces hay mafia judía, italiana, de color. Al tener lugar en los años 50, también te muestra como incluso en un terreno como la mafia, se estaba más predispuesto a asimilar a los inmigrantes antes que darle lugar a la gente de color. Obvio que había racismo para con los inmigrantes, ¿cómo negar algo así? Pero se nota que la sociedad empieza a ser más amable con ellos, con el poder que adquieren.
—¿Cómo se mantiene la dimensión política sin perder la comedia?
—En su corazón este relato no pretende ser didáctico o documental: la idea era hacerle justicia a estos temas; mantener esa acrobacia que los Coen llevan a cabo a la hora de la comedia y temas que podrían sentirse viejos... Ya de por sí el prisma de los hermanos Coen y de Noah Hawley, su idiosincrasia, genera una alteración permanente del mundo que están observando. Entonces el tono, la brújula, lo que manda, es esa idea y ahí ya tenés una versión de la historia del cine distinta, con su propia identidad. Cuando escribíamos, ninguna idea era muy rara.
Chris Rock y su revelador papel
Una sorpresa del show basado en el film que le dio un Oscar a Frances McDormand son sus elecciones a la hora del casting. En el caso de esta cuarta temporada, Chris Rock fue quien sacudió su marco de expectativas. Si bien el comediante amigo de Adam Sandler, de Jerry Seinfeld, y creador de films y una de las voces más contundentes de la cultura negra tiene más en su curriculum que ser “Burro en Shrek”, fue una novedad verlo en una serie en un rol que poco y nada tiene que ver con su persona pública. El guionista y productor Enzo Mileti habla al respecto: “Sabíamos que Chris Rock y el actor Jason Schawzrman, y Rock como jefe de una mafia, eran algo inesperado. Al menos considerando que Rock en la serie no juega con la forma en que la gente espera que un comediante como él actúe. Y lo cierto es que está rodeado de comedia, de momentos cómicos, pero es él quien genera determinada e intencional, y necesaria, gravedad.” Y suma: “Otra cosa que Noah Hawley, nuestro showrunner, hizo que fue genial fue contratar italianos de verdad. Su razonamiento fue impecable: eran inmigrantes que hablaban así, entonces, ¿para qué sumar un grado de dificultad a los actores? Eran primera generación de inmigrantes, y Hawley aprovechó eso. Esas pequeñas y no tanto decisiones son las que han hecho de Fargo y esta temporada algo realmente distinto”.