Blumhouse se ha convertido en una casa productora que trabaja rápido y barato. Eso suena, quizás, mal, pero lo cierto es que pocos estudios han generado lo que la empresa fundada por Jason Blum logró. Películas como ¡Huye!, El hombre invisible, Freaky (que está pronta a estrenarse), La purga, Actividad paranormal, La noche del demonio y hasta la nueva Halloween dejan en claro su espectro: desde ser cine de terror rápido y plástico, efectivista, hasta generar la obra que ha reconfigurado el género, un film como ¡Huye! que anuló el cliché de que aquel que muere primero es un personaje de color. Las producciones de Blumhouse le han dado nueva vida al terror industrial, que quiere ser visto por millones. Y ahora llega una nueva aventura. Se trata de “Into the Dark” un ciclo de films inéditos que estrena mes a mes Space Original, y que a partir de usar como excusa diferentes feriados para alterar percepciones sociales sobre los mismos. Todo comenzó con “Tentáculos”, el episodio/film dirigido por Clara Aranovich, de padre argentino, y escrito por Alexandra Peachman, y protagonizado por Kasy Elise y Dana Drori.
—¿Cómo creen que el terror ha cambiado en los últimos años?
CLARA ARANOVICH: Creo que lo que es tan cool del horror es que literalmente nos muestra aquello de lo que estamos aterrados. Miedos sociales, miedos que ahora han salido a flote en las sociedades, y ahí es donde Blumhouse ha logrado convertirse en una exploración desde lo masivo, desde el éxito industrial, de miedos que tiene una raíz muy profunda en nuestras sociedades y culturas. En 2020, muchos miedos y temas que esquivamos se hacen visibles queramos o no, y así es como el género se convierte en algo todavía más importante: estamos viendo aquello que temimos ver toda la vida. Ahora queda nuestra respuesta.
—¿Cuál es su particular relación con el horror como género, como ficción?
A: Crecí viendo clásicos de Alfred Hitchcock, que con suerte se ve reflejado en nuestra película. Los pájaros, esos miedos primarios que se quedan impregnados en vos y cuando podes crear queres simplemente generar más de eso.
KASEY ELISE: Mi primer film de horror, al menos que recuerde a la hora del miedo, es Chucky. Pero lo que realmente me impresionó fue cuando se estrenó ¡Huye! hace poco en Estados Unidos. Apareció un terror más inteligente y entretenido de lo que yo recordaba que el género podía ser.
ALEXANDRA PEACHMAN: Recuerdo escribir guiones, y sentir terror, pensando en ellos, en su fuerza. Pero coincido con las chicas en que estos años lo más impresionante es que nos mostraron que nos aterra culturalmente. Algo que si bien es un ejercicio que desde siempre ha hecho el género, ahora Blumhouse ha logrado hechar una nueva luz sobre esa posibilidadel género. Y eso es interesante, porque por suerte ya sé cómo se hace una película de terror detrás de escena, y le he perdido el miedo a lo que la película puede ser. Pero sí me sorprende cuando aparece algo que puede increparnos socialmente. Creo que Jordan Peele, y Blumhouse van a ser estudiados en los años por venir por su forma de formatear el terror.
—¿Cómo creen que el horror va a reaccionar al año que fue 2020, incluyendo los sucesos de Estados Unidos?
DANA DRORI: Creo que el horror ya cambió mucho, y ha decidio que el verdadero terror está en nuestras calles, en nuestras sociedades. Películas como La purga, series como Watchmen, entiende perfectamente la sociedad primera a la que le hablan, la de Estados Unidos, y hasta se podría decir que le gritan en la cara. No sé si habrá cambios desde la pandemia, por ella, por el encierro y por el poder del hogar alterado. Pero sí sé que aparecen temas no nuevos pero si reinterpretados todo el tiempo.
P: Nosotros hicimos una película con esta relación claustrofobica, que se estrenó en San Valentín en cuarentena. Nuestros miedos, nuestras ansiedades, fueron mutando, no sé si creciendo, pero ahora sabemos que no son solo personales, individuales. Los miedos sociales generan cambios en el arte, y todavía queda ver hacia dónde va el terror con esto, cómo recorre el género todo lo que ha sucedido, desde George Floyd a nuestro encierro.
—¿Cómo es estar del otro lado de una producción de Blumhouse?
A: Es tan divertido. Es mi segunda producción con Blumhouse, y ambas han sido una enorme diversión. Ambas fueron un proceso de aprendizaje, de una forma de producir rápida, sentida, divertida, con un detrás de escena diversa. Creo que parte del éxito de Blumhouse tiene que ver precisamente con eso. El terror dice tanto, pero tanto, del talento en el cine. Pero tengo que ver algunas películas con la ventana abierta ya que no me gustan los sustos repentinos. Y aquí por suerte hay un terror más bien sensorial, del instante, del clima.
—¿Hay algún tipo de horror que odien particualmente?
D: No puedo con el horror loco, pero no porque me moleste, sino porque me hace daño. La posibilidad de un loco con una motosierra en mi viaje me mata. Realmente me pone mal. Otra vez nuestros miedos sociales a la luz.
E: Me gusta todo, pero me gusta más lo que viene, que ahora no mueren tantas mujeres. Y no lo digo queriendo cambiar la historia del terror, porque entiendo como funcionaban esas películas. Pero me gustan estas nuevas ideas, que algunas cosas ya no se hacen: ya no se mata al personaje de color primero, que hay comedia y conciencia plena de eso.
—¿Qué creen que deberíamos ver ahora en el futuro del género? ¿Qué historias creen deberían venir?
A: Más mujeres contando, más mujeres detrás de cámara, más historias desde el punto de vista de las mujeres. Más mujeres, en definitiva. Directoras, guonistas, en cualquier cargo, en cualquier forma. En esta película fue muy lindo la cantidad de mujeres detrás del relato, en todo sentido. Eso permite una visión distinta, aquí hay una directora y una guionista. Terror de indígenas, terror de otras culturas que han crecido en nuestras culturas y que no escuchamos con atención: hay tantos rincones donde ver lo nuevo.
—¿Creen que eso es realmente posible?
P: Eso es lo lindo del cine: siempre volvemos a las viejas historias, pero la variante aquí genera nuevas formas, colores, posibilidades del relato.
A: Vivimos siempre en una sociedad que le da la espalda a como a muchos de nosotros nuestros relatos no nos representan. No es necesario que sean películas con una carga política, puede ser terror explosivo, más caricaturesco, más salvaje, pero tener más protagonistas de color, de otras etnias. Que no siempre tenga que ser político para existir esa variante.
La producción del espanto
Nick Antosca es uno de los productores detrás de Tentáculos y de otros trabajos de Blumhouse. Y en su obra, que hoy genera una serie llamada Channel Zero, hay tanta modernidad como su nuevo hogar, Blumhouse.
—¿Cómo crees que Blumhouse ha cambiado el terror moderno?
—Todo lo que Blumhouse viene haciendo ha generado una versión distinta del éxito y de un trabajo que busca expandir el vocabulario del horror, que busca traer temas sociales a la luz en estrenos que serán vistos por millones. También es un hogar para directores nuevos, y esta serie de películas, de especiales, deja eso en claro.
—¿Qué sucede en el detrás de escena de una película de Blumhouse?
—Respetan mucho a los creados, respetan mucho a los creadores, respetan las visiones. En ese sentido, es un ambiente distinto. “Into The Dark” es la prueba de eso, y en ese sentido van dejando en claro que puede ir por diferentes formatos. Nosotros filmamos con un bajo presupuesto, y eso te hace ser expeditivo, pero eso no implica que seamos torpes. Es un modelo muy perfeccionado por ellos en este momento.
—¿Dónde sentís que puede ir el horror en estos momentos?
—Los miedos que vivimos colectivamente como cultura alteran nuestro ADN. No sé como, pero entiendo que los realizadores del horror van a lidiar con esto mañana, en años y en décadas por venir. Esto alteró para siempre que es el horror para todos y todavía no sabemos siquiera dónde irá el cine. Pero filmar rápido y barato, como lo hace Blumhouse, hace fácil el terror: espacios, paranoia, soledad y demás son cosas que ayudan mucho a hacer una película.