2020 fue el año donde todo salió mal, salvo para la industria del barbijo o del gel para manos. Ya finalizó. Pero hay un medio, un arte del entretenimiento, que no sólo no sufrió abolladuras, sino que generó ganancias superiores por un 20% a las que había generado en el 2019. Ese medio, crucial hoy, son los videogames. Va la letra de siempre, pero vale aclarlo: si uno reúne las ganancias globales del cine de 2019 (cerca de los 100 mil millones de dólares) y las del deporte en Estados Unidos (USD 70 mil millones), no llegan a los USD 174.9 miles de millones que hicieron los videogames. Hay más: en un año donde los videogames vieron el nacimiento de una nueva generación de consolas (en la PlayStation 5 y la X Box Series X/S), hay proyecciones que el mercado gamer aumentará todavía más su curva victoriosa en 2021.
El gran secreto. Ok, cuando se habla del mercado del videojuego una generación, la que vivió siempre con una consola en su hogar (sea “el Sega”, Super Nintendo, Family Com y así la lista hasta la Play), asocia las ganancias del medio a esa idea no vetusta pero sí a reconfigurar sobre donde genera las ganancias el mercado que desde que Mario salta, viene produciendo sorpresas, fieles y éxitos comerciales que otros medios no pueden lograr. Si según el IDC (International Data Corporation), se generaron en 2020 casi USD 180 mil millones y hay una sorpresa dentro de ese número. El 51 % pertenece al mercado de los juegos para tablets y smartphones, lo que se define como mobile. Así es, eso que aquí pregona por juegos como Among Us o Coin Master, y que tuvo picos de popularidad en juegos como Pokemón Go! (en 2016, con 500 millones de descargas a nivel global) o el suceso colosal de Angry Birds, es una pieza crucial y expansiva de un mercado al que Google, Apple, Microsoft y cualquier compañía que se precie le han invertido millones de dólares.
El dato no implica menospreciar a las consolas y sus juegos (o sus descargas digitales, o compras dentro del juego -todo factores a considerar en los números finales-), pero, por ejemplo, el número de USD 87.7 miles de millones que define esa porción mayoritaria de la torta de 2020 implica un aumento del 24 % respecto del año pasado. Y hay que considerar que en ese número no se toman las ganancias que entran por las publicidad que suelen interrumpir los juegos al ser usados de forma gratuita. Una metódología que le reporta un ingreso directo a la compañía detrás del juego de turno.
Lejos han quedado entonces los días que “la viborita” en nuestra pantalla verde representaba lo que podía hacer un celular a la hora de los juegos como empresa comercial. Los cinco juegos más descargados del 2020 no bajan de las 200 millones de descargas. El encierro, por supuesto, ha sido un factor, pero otro ha sido el ascenso de la cantidad de dispositivos móviles en el mundo, y el hecho que permiten jugar de forma gratuita (versus los costos de 300 a 500 dólares que tienen las consolas de Nintendo, Sony o Microsoft, entre otras). Otro factor es que China hasta hace poco tuvo una restricción importante a la hora de las consolas: el mercado más importante del mundo estuvo más de 15 años sin permitir la venta de ellas. Por ende, ahí el gaming en mobile es mucho más fuerte, por costumbre. China solo representa USD 56.6 miles de millones de ese total mencionado.
Las peleas. Tan poderoso es el mercado del mobile que cualquier padre torturado o jugador atento se habrá dado cuenta que hay un juego muy popular no mencionado: Fortnite. Los dueños del popular multijugador que busca pegar el salto a ser un multiverso virtual, un sitio donde sí se juega a los tiros pero también se ven conciertos y otras actividades, no se pusieron de acuerdo por el sistema de pagos que utiliza el Apple Store. Lo mismo sucedió con Google y Epic. Es por esos números, que el juego va y viene en su formato mobile: Epic no quiere ceder a los porcentajes, y el juego termina o fuera de la tienda o sin poder actualizar con parches que permiten el juego entre varios online. Esto muestra otra parte del negocio. Una más cruda. Y peligrosa.
Los juegos son la categoría con más crecimiento en las tiendas donde se bajan las apps. De hecho, por cada dólar gastado en iOS (Apple) y Google Play en 2020, $0,71 se lo llevaron los juegos. Los juegos han representado el 40% del total de descargas de todas las apps bajadas en 2020 en Google Play y en el App Store. Eso es 53 mil millones de descargas de 130 mil millones totales. Al momento de las horas jugadas, según la revista especializada Game Industry, se jugaron 284 mil millones de horas en 2020. Un crecimiento del 35% respecto de las 208 que definian al 2019.
Hablemos de Among Us, Coin Master, Pokemón Go!, Roblox, Playunknow’s Battleground o Honor of Kings, el mobile es un agente que no muchos entienden por su real peso e importancia. Las posibilidades de chatear allí, de invitar a amigos y de partidas de multijugadores han llevado desde el mero Tetris de 2 bit a una industria igual de poderosa que el alguna vez poderoso cine de Hollywood.