ESPECTACULOS
Debut anoche en River

Madonna volvió a mostrar que el escenario la ama

La señora Luisa Ciccone hizo felices a 66 mil personas. Mezcló temas de su nuevo disco (Hard Candy) con otros clásicos. Galería de imágenes. Galería de fotos

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La "Reina del Pop", Madonna, comenzó anoche una serie de cuatro recitales en el estadio de River Plate, con una espléndida puesta en escena que incluyó canciones de su último disco "Hard Candy" y versiones de sus temas clásicos.

El primer show argentino de "The Sticky & Sweet Tour 2008" (La gira pegajosa y dulce) se inició, 48 minutos después de lo previsto, con la diva sentada en un sillón negro, cuyo respaldo formaba una gran "M" blanca, y los compases de "Candy Shop", de su nuevo disco.

Desde el primer bloque del espectáculo, presenciado por 66 mil personas según los organizadores, Madonna desplegó su dotes de bailarina y actriz, sobre todo cuando en medio del escenario de River Plate cantó sobre el respaldo del asiento de un auto descapotado color crema, modelo años '20.

Luego de saludar al público con un "hello, Buenos Aires", la Reina del Pop cantó, a dúo con un video con Britney Spears, "Beat Goes On", de su último disco", aunque recién con el clásico "Human Nature", el publicó comenzó a delirar.

Dos de los puntos más altos, en ese inicio del show, fueron el clásico "Vogue" y un remix de "Die Another Day", leit motiv del film del James Bond del mismo nombre, que incluyó un video con el que separó la primera parte del espectáculo que la diva tituló Pimp (proxeneta).

La puesta en escena incluyó, además, 18 bailarines, una banda en vivo, un sistema de sonido de gran calidad y efectos visuales de última generación. Por ejemplo, el show comenzó con una pantalla gigante en forma de cubo, que mostraba a la diva por todo el escenario, aunque luego ese cubo se convirtió en pantalla plana. Además, hubo otras dos pantallas retráctiles, que subían y bajaban al compás de la música, y un telón circular gigante que pasaba videos de Madonna e imágenes del recital de hoy.

En otro toque de calidad de show, La Reina del Pop exhibió un vestuario variado, made in Versace, aunque vistió mayormente pantalones cortos, tops y camperas de diferentes tonos, entre los que prevaleció el negro, como a la diva le agrada.

En la segunda parte del show, llamado Old School (Vieja escuela), Madonna interpretó "Into the Groove", "Heartbeat", "Borderline", "She's Not Me", "Music" y un remix de "Rain".

Durante este segmento, las canciones y los videos hicieron continua referencia a la estética de Keith Haring, un artista de graffiti neoyorquino que murió de sida, y se remontó a los comienzos de Madonna, en los 80 en Nueva York, con danzas callejeras de la cultura rap.

La tercera parte del espectáculo, llamada Gypsy (gitano), presentó como gran novedad una versión de "La isla bonita", que incluye arreglos de tres músicos gitanos rumanos que estuvieron en el escenario.

Sin embargo, el toque de emoción de este show argentino, el toque que lo diferenció del resto de la gira europea y norteamericana, se produjo cuando finalizó el bloque Gipsy.

Madonna se sentó entonces en un borde del escenario con una guitarra acústica e interpretó "You Must Love Me", tema de la película "Evita" de Alan Parker.

En las pantallas gigantes se vieron imágenes de Eva Duarte de Perón y de la bandera argentina, con gran entusiasmo del público que cantó cada uno de los versos de la canción.

Luego de un pequeño silencio, la diva y el público cantaron, finalmente, "Don´t cry for me, Argentina" (No llores por mí Argentina), tema central de la ópera inglesa del mismo nombre en la que se basó el film de Parker.

El show de Madonna tuvo un preámbulo auspicioso con el famoso DJ inglés Paul Oakenfold, que entretuvo una hora al público, extenuado tras haber ingresado desde las 17 al estadio Monumental.

La gira pegajosa y dulce comenzó el 23 de agosto en el estadio Cardiff Millennium, de Gales, y atravesó casi toda Europa, Estados Unidos, Canadá y México, antes de llegar hoy a la Argentina.

Fuente: DYN