ESPECTACULOS
selva aleman-nicolas francella

Madre e hijo, por una vida feliz

La actriz y el joven actor, que debuta en este drama, hablan sobre violencia de género, los prejuicios de la sociedad y las dificultades para entenderse en familia.

Juntos. Nicolás Francella debuta en el teatro de la mano de Selva Alemán.
| Cedoc

En una de las salas del Multiteatro se estrenó Madres e hijos, del dramaturgo norteamericano Terence McNally. Es la historia de una mujer que no aceptó la homosexualidad de su hijo y al fallecer éste –víctima del sida– va a conocer a la pareja que tuvo (Surraco) y así descubre la familia que construyó junto a un nuevo amor (Francella). El elenco dirigido por Luciano Suardi está encabezado por Selva Alemán y Sergio Surraco, con el debut teatral de Nicolás Francella, y se alternarán en las funciones tres niños (Guido Kañevsky, Juan Ignacio Martínez y Manuel Cumelén Marcer).

—¿Esta obra que trata sobre el sida y la homosexualidad se puede relacionar con “Algo en común”, estrenada por Ana María Picchio y Ricardo Darín?
AlemAN: Tiene algo que ver, pero aquí el planteo es una familia conformada por dos gays. Los artistas tenemos la cabeza más abierta, pero no me parece que este tema sea fácil para el resto de la sociedad. Escucho mucho en la calle y me parece que aún no está elaborado. Tenemos una ley de matrimonio igualitario y pueden adoptar, pero siento que algunas personas todavía sienten rechazo.

—¿Por qué elegiste debutar con un drama?
Francella: Quería hacer teatro, sobre todo buscaba interpretar un drama, y justo me ofrecieron esta obra. La comedia para mí es muy difícil y no me atrevía a empezar por ahí. Estoy probando. Fue Selva Alemán quien me llamó; estoy contento con la dirección de Suardi y el equipo que conformamos con Sergio Surraco. Lo del apellido lo tomo muy tranquilo, no lo vivo alocadamente.

—¿Cómo son sus personajes?
A: Esta madre es necia, dura, llena de prejuicios, con una cabeza muy cerrada y equivocada. Hace tiempo que busco comprender a fondo a mis personajes. No es el estilo de mujer que soy, pero es un desafío.
F: Sé que hay un prejuicio en la sociedad que cree que a un gay se le nota, y en la vida no es así. Descubrí hombres que eran homosexuales y no era evidente, por eso debe haber sutilezas en la composición. No todo deben ser gritos o voz finita.

—¿Qué sienten ante las noticias de tantos femicidios?
A: Estoy aterrada, no puedo creer lo que leo en los diarios o trasmiten la radio y la televisión: hay violencia en todos lados. También niños que pegan a sus maestras. Este es un mundo violento, habrá que replantearse todo. Me pareció excelente lo de la marcha de los otros días, pero siento que habría que generalizarla con todas las violencias. No se respetan las ideas diferentes. Todos somos distintos, hay que poder dialogar en paz, buscar lo que se puede compartir y tratarnos bien, aunque no coincidamos.
F: No pude estar en la marcha por los ensayos, pero hubiera ido. La masividad que tuvo dice algo: todos pensamos lo mismo. Creo que nuestro país no se caracteriza por la violencia; en todas partes la hay, me inclino más por la inseguridad.

—Como mujer ¿sufriste alguna vez violencia de género?
A: Pasé momentos violentos como cualquier mujer joven frente a un hombre que no te respeta y te busca, aunque una lo rechace. Nunca sufrí maltratos concretos, pero en el trabajo sí viví ciertos acosos.

 

Los dos ponen todo en el teatro

Selva Alemán, por cumplir con su compromiso teatral, le dijo que no a la TV norteamericana. “Me llamó mi ex representante (A. Vannelli) para que hiciera un personaje en una serie. Yo no podía porque tenía teatro. El personaje era Marisa Peña, y la serie, The Walking Dead. Nunca la había visto”.

“Creo que faltan programas de ficción en las pantallas argentinas –analiza ella–; hay latas y algunos canales no hacen producción nacional. Creo que el público se engancha, pero me parece que la falta de rating a veces tiene explicación en que hay temas que son más para unitarios que para tiras. Las mil y una noches sigue siendo un éxito porque suma todos los elementos que debe tener una novela”.

“Tengo que agradecer a la productora Underground, a Sebastián Ortega y Pablo Culell –subraya Nicolás Francella–, que me dieron el espacio. Estuve en una tira hasta hace pocas semanas, me parece que debo esperar y ahora sólo componer en el teatro”.
Cuando se le pregunta a Selva Alemán por la edad no duda en afirmar: “No le tengo ningún temor a la vejez, es inevitable y nos tocará a todos. Tengo la vida muy vivida”.