Mariano Martínez vivió un año muy difícil en cuanto a lo personal con el escándalo en el que estuvo involucrado su padre (Ricky Martínez). Diás en los que para enfrentar uno de los momentos más duras de su vida debió refugiarse en su departamento de Villa Urquiza, en compañía de su novia y el incondicional afecto de su perro “Pedro”.
Con 30 años recién cumplidos, llegó al paradisíaco lugar de la Isla de Caras, en Angra dos Reis, junto con su novia, Juliana Giambroni, una simpática y bellísima cordobesa que, durante su estadía en la isla, festejó sus 20 años, y con quien convive desde hace seis meses.
Uno de los galanes favoritos de las mujeres argentinas mantuvo un diálogo sin reloj con la revista Caras, donde no faltaron las lágrimas, las risas ni los recuerdos de su infancia y la confesión del deseo inmediato de formar una familia con “Juli”.
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