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Matt Damon y su mujer argentina, en un show de tango

El actor, sin aires de divo, pasó las fiestas en el país y aprovechó para deleitarse con carne roja.

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| Gentileza L.M

Sin aires de divo y con toda su fama de bonachón a cuestas, el actor estadounidense Matt Damon recibió de muy buena gana el “ bautismo de fuego” que el manual del buen extranjero en Buenos Aires parece exigir: una velada de tango amenizada con un abundante plato de carne roja y una buena copa de vino de una de las bodegas mendocinas tradicionales. Y, al parecer, la experiencia le resultó tan gratificante que, tres días después, quiso repetir. Y así lo hizo.

Acompañado por su esposa, la salteña Luciana Bozán, sus tres hijas, sus suegros y un grupo de amigos, el protagonista de la saga La supremacía Bourne llegó en una camioneta Traffic hasta el local El Barracas el pasado sábado 27. La comitiva, que sumaba diez personas, se acomodó en una mesa cercana al escenario, donde disfrutó de un show de tango dividido por los platos que componían la cena.

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Carne argentina. Tras degustar una entrada de rabas con mayonesa de lima, terrina de pollo, tortilla de papas, croquetas de morcilla, jamón crudo, gambas al ajillo, salame y bocconcino, salmón ahumado con pepinos agridulces y hojas verdes con vinagreta, Damon fue a lo seguro para el plato principal: lomo de novillo con ragout de papines, gírgolas y acelga bebé tibio. Y para el postre, optó por una degustación dulce de papayas en almíbar con crema de cabra, flan con dulce de leche, carpaccio de ananá, sorbet de limón y frutillas maceradas.

La velada concluyó pasadas la medianoche; una vez concluido el espectáculo y tras prestarse a ser fotografiado junto a los empleados y asistentes. “ Se lo vio muy a gusto y relajado”, aseguraron fuentes del lugar, que también hicieron alusión a la simpatía y la sencillez que desplegó durante el transcurso de la noche el actor ganador de un Oscar. Y se ve que tan bien la pasó que solicitó volver el martes 30 para ver el show y, por supuesto, repetir el menú.

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