ESPECTACULOS
Dalia Gutmann

“Me interesa la pasión de los humanos”

Locutora profesional, actriz, humorista, escritora y desde junio retorna a la conducción. Anticipa las características de su nuevo programa y aconseja sobre la importancia de reír.

20210530_dalia_gutmann_gzaprensaarielbenitez_g
Debut. El ciclo de entrevista que va a conducir se llama “Ida y vuelta”, y tendrá diferentes invitados especiales. | GZA: PRENSA ARIEL BENÍTEZ

Para muchos Dalia Gutmann es sinónimo de humor. Desde el 4 de junio vuelve a una faceta algo más olvidada: conductora. Estará al frente de Ida y vuelta, programa de entrevistas que emitirá los viernes a las 12 con repeticiones a las 16 y a las 20 Canal (á).

Anticipa Gutmann: “Son quince reportajes y ya están grabados. Me gusta pensar en los temas por los cuales haré pasar a mis entrevistados. Pero no me enamoro de las preguntas que pienso. Armo un mapa, pero si me intriga algo durante la charla se lo pregunto. Quiero que abran su corazón cuando estamos charlando. Tuvimos suerte, pudimos grabar con protocolos e hisopados. Hoy en día tener un trabajo es algo que valoro más que en otros momentos.”

—¿Por qué el título de “Ida y vuelta”?

Esto no le gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

—Voy a ser honesta: no lo elegí yo. Es un proyecto de Canal (á). Cuando estudiaba en el ISER lo miraba todos los días y mis padres no entendían por qué solo seguía esa señal. Era de llamar a los productores que salían en los créditos o les enviaba e-mail. Pero las vueltas de la vida hicieron que veinte años después me llamaran.

—¿Cómo elegiste a los invitados?

—Busco que sea gente apasionada en lo que hace. Por ejemplo, está Carlos Rottemberg porque es alguien que sabe mucho del teatro argentino. Hace tiempo tomé un café con él y me dijo muchas frases que me vuelven a la cabeza. Hay conductores, cantantes, humoristas y actores. Solo faltaron deportistas. Igual en tiempos de pandemia se hizo algo difícil. Llamamos y algunos decían que sí y otros que no. 

—¿Conductora o periodista?

—Cuando terminé el secundario y me hice el test vocacional me salió periodista. Pero ese año mi papá había perdido su trabajo y no quise anotarme en TEA, para que no tuviera que pagar una cuota. Soy una persona curiosa y tengo cierta cabeza de periodista. Paralelamente estudié psicología. Me interesa entender la pasión de los seres humanos. Sumado a que tengo una cuota de chusma. No soy una entrevistadora habitual, hay empatía con el otro. Creo que soy un mix. 

—¿Tuviste modelos de conducción?

—Prefiero las identidades únicas. Admiro a Jey Mammon, quien está haciendo un programa soñado para cualquier comediante. Entrevista, hace monólogos y tiene música. Además, lo hace muy bien. Trabajé con Vero Lozano y sabe pasar por todos los climas. Es muy graciosa y rápida. De Andy Kusnetzoff me gustan los columnistas que elige y me atrae su cabeza de productor. De afuera me encanta Jimmy Fallon, porque tiene situaciones de sketch. Hay que confiar mucho en una misma para ser Mirtha, Susana o Moria. Tener mucha seguridad. No es fácil sostenerse en el tiempo. 

—No trabajás en radio desde el año 2017, en Radio con Vos: ¿por qué?

—Sí, fue cuando hice una participación muy pequeña en el programa de Reynaldo Sietecase, a quien admiro un montón como periodista. Internamente pienso que lo mío es la radio. Cuando voy a alguna emisora me dicen: ¡estás bien en la radio! La única esperanza es que no hay edad para trabajar allí. Puedo empezar mi carrera radial a los cincuenta.

—¿Te psicoanalizás? 

—Sí, hace muchos años, demasiados. Desde el 2002, casi veinte años, a veces pienso que debería dejar. Tuve años en que no. Durante la pandemia estoy con encuentros semanales vía Zoom que me ayudan mucho. Es un espacio con alguien que no es tu amiga y que busca entender por qué te pasa lo que te pasa. Me permite registrar sobre todo cuando una está muy acelerada.

—¿Te convocaron desde algún reality como “Masterchef Celebrity”?

—No, nunca me convocaron. Mis hijos morirían porque yo vaya, pero sé que no debería ir. En casa lo vemos y me encanta que ellos (Kiara y Federico), que tienen 14 y 9 años me hablen del Mono de Kapanga o de Georgina (Barbarossa). Me resulta espectacular que los conozcan. Pero la cocina es un mundo muy ajeno para mí. No podría reír. Me pondría a llorar. Me vería más en Cantando o Bailando, pero nunca cocinando. Una puede aportar humor cuando se puede. Cocino en mi casa porque no me queda otra.

—¿Cómo se hace para mantener el sentido del humor en estos tiempos?

—Es un derecho sentir alegría. Sin tapar las angustias, que son inevitables en estos tiempos. No tengo recetas, pero veo mucha gente enojada, agresiva o resentida. La noto en las redes sociales y hago un trabajo interno para no engancharme con esas energías. Trato de ignorar lo que no es cercano. Es difícil, hay que conocerse mucho a uno mismo y evitar lo que nos hace daño: eso ayuda a mantener el sentido del humor. Creo que hay que hacer lo que a una le guste. Es complicado hacer durante días y días algo que disgusta.

 

Reflexiones del escenario

En abril Dalia Gutmann estaba en el Teatro Maipo con su último espectáculo: Tengo cosas para hacer. Reflexiona: “Venía de nueve años de hacer un show bastante aceitado. Sentía que tenía que animarme a hacer algo nuevo y correr riesgos. Los espectáculos que hago crecen con las funciones. Desde febrero hasta abril, lo hice mucho, con tres funciones semanales, a veces incluso pude viajar a algunas ciudades, como Rosario y Mar del Plata. Me quedé con ganas de volver a las tablas. Sentía que también forma parte de la salud de un ser humano reírse y pasar un buen momento. Fue muy positivo, ojalá pueda volver. Cuando regrese seguiré probando lo que quiero hacer”.

Desde hace varios años el Teatro Maipo es su escenario habitual, por eso reconstruye el vínculo con ese espacio. “Sebastián (N.d.R.: Wainraich, su marido) hizo algún programa de radio en el Maipo y ahí conocí a Lino (Patalano). Lo invité y vino a verme al Velma Café. Me trajo de regalo un cassette de Niní Marshall. En el 2016 quería cerrar el ciclo Cosas de mina en el Maipo, se lo pedí y me lo dio. Cuando se enteró que se cerró el ámbito donde actuaba, Lino me invitó a quedarme. Él es un productor muy serio, arriesga y piensa a lo grande. En este país hay muchos chantas, mientras que Patalano si te promete algo cumple. Recuerdo que una vez le dije que quería aparecer bajando de una hamaca y él lo hizo posible. Sandra Mihanovich lo definió como un ‘cumplidor de sueños’. Es muy bueno que exista gente así.