ESPECTACULOS
SIGUE LA NOVELA K

"Montecristo" despista

Se acercaba el final feliz pero todo se pudrió. Amores difusos, desapariciones y gente que se comporta de forma extraña. Galería de fotos

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LOS BUENOS. La semana pasada se vean triunfadores y comenzaron a disfrutar del amor, pero el panorama se puso negro otra vez. | Cedoc
La semana pasada la novela K por excelencia, Montecristo , parecía llegar a su final... feliz, como debe ser el final de toda novela que se precie de tal. Y esto es así, auque en el camino debamos lamentar que alguno de los buenos –generalmente buenos secundarios–, pierdan la vida o se vean destinados a una desdicha eterna, o lo que es peor a un premio consuelo; por ejemplo, si una de las protagonistas ama al galán termina juntándose con el galán segundo, que nunca está tan bueno ni tiene tanta onda como el galán primero. Pero siempre hay que resignar la felicidad de alguno por la causa.

Como televidente agradecí con aplausos que se acercase el the end de Montecristo, es que llegado un momento del año cuando se transitan los últimos meses, la agenda se carga de despedidas y compromisos sociales que hacen dificultosa la tarea de plantarse frente al televisor en el prime time.

Los malos quedaron presos y a punto de ser juzgados por sus crímenes, uno de los más malos (Luciano) muerto en la bañera (no se sabe si lo mataron porque así lo requería el guión o porque el actor tenía otra propuesta laboral) y los buenos saboreando las mieles del amor sin haber sufrido ninguna baja en sus filas. Todo en su lugar.

Los personajes que encarnan Paola Krum y Pablo Echarri se irían lejos a disfrutar de la pasión postergada junto con el pequeño hijo de ambos; Matías, que si a esta altura de la ficción no agarró una metralleta y mató a sus padres biológicos y al padre que lo adoptó y a sus abuelos y a sus tíos, por todo lo que le ocultaron, es porque es Jesús y perdonó a todos sin pedir ningún tipo de resarcimiento. “¡Perdónalos, no saben lo que hacen!”, podrá decir.

Los otros personajes solitarios de la ficción, encontraron su media naranja y encaminaron sus vidas amorosas después de mucho sufrimiento: Ramón y Valentina, Leticia y el Padre Pedro, Milena y Marcos y Victoria y Rocamora. Éstos dos últimos parecen quererse más como amigos que como pareja, pero así mismo el insiste con que “sin vos no puede respirar”. ¿Qué le contestarían a una persona que les dice “sin vos no puedo respirar”? Te quedás a su lado, aunque más no sea por una cuestión humanitaria.

En definitiva, todo se encaminaba sin demasiados contratiempos en la novela más exitosa de esta temporada, hasta que Laura desaparece junto a su hijo. Y su desaparición, que ya llevaseis meses, fue un calco a la desaparición real y alarmante del testigo Jorge Julio López. Al parecer a Laura, hija de desaparecidos, se la llevan porque es un testigo clave en los juicios sobre la apropiación de bebés y además porque así sus captores frenan las investigaciones por los crímenes cometidos durante la dictadura y desestabilizan la democracia. Aunque el caso de Laura también conlleva una disputa por amor, en su secuestro estaría implicado su ex, Marcos, un resentido que no quiere que sea feliz y que para colmo, ¡ganó las elecciones internas para ser diputado nacional! ¿Un desestabilizado más en el Cámara Baja! El joven político que disfrutó estos días el triunfo dijo “haber sacado del pozo al partido” por el que se presentó. ¿A qué partido se referirá?

La desaparición ya lleva seis angustiantes meses, y a pesar del paso del tiempo los protagonistas siguen usando la misma ropa, es decir que en Montecristo el termómetro se congeló: misma temperatura y humedad que hace seis meses. Nadie engordó, nadie adelgazó y nadie se tiñó el pelo. Todos siguen discutiendo sobre los mismos temas, osea que es gente que vive en una planicie absoluta, seis meses y nada les pasa de nuevo, ¡se van a morir de aburrimiento! A Lisandro, el pragmático personaje de Carnaghi, que después de esta excelente peformance actoral será el hombre más odiado del país: mató, golpeó durante años a su esposa, expropió un bebé, entregó gente y mintió, lo sigue “rodeando la parca”. ¿Hasta cuando lo rodeará la muerte a Lisandro? Ya basta, que se muera de una vez o que asuma el dicho popular “yerba mala nunca muere”.

Y para finalizar, otra cuestión que no se entiende, la inútil de Lola que no se arriesgaba ni siquiera a lavar un plato para que no se le corra el esmalte, ahora regentea con éxito el restaurante Lombardía ¿Cómo hizo para aprender del negocio, finanzas y marketing gastronómico en tan poco tiempo?

Montecristo, ¿perdió el rumbo? Esperamos que no.