Qué pasó con Jon Snow tras el final de la última temporada de Game of Thrones? ¿Y Arya Stark ciega? ¿Sansa sale a destruir a quienes la molestaron toda su vida? ¿Y los planes de Cersei? ¿Qué pasará con la Khaleesi, que había quedado en pleno desierto? Y, claro, ¿qué hará nuestro favorito, Tyrion Lannister, todavía en fuga?
Vuelve la serie que Obama pide ver antes que nadie. Y el mundo no puede estar más feliz y ansioso. Y aterrado: el eslogan del tráiler fue: “Los muertos están llegando”.
Una broma en la web creaba una infografía donde se ilustraba la diferencia entre la expectativa de la resurrección, por un lado, de Cristo y, por el otro, de Jon Snow. El miembro del clan Stark ganaba por escándalo. Con la serie de HBO, que está a horas de comenzar su sexta temporada, hoy (quizá) los fanas de la saga creada por George R.R. Martin tendrán una respuesta. Incluso aunque la saga en papel está demorada y el esperado The Winds of Winter no estará listo ni remotamente pronto. ¿Lo que veamos ahora nos arruinará lo que pasará en libros futuros? “Sí y no”, ha dicho George R.R. Martin. El caso del escritor es excepcional: su historia ya lo pasó de largo. Es decir: casi nada de lo que suceda en esta sexta temporada está en los libros, que todavía deben alcanzar a la serie que los usó como génesis (algo que sucede por primera vez en la historia de la TV). Eso sí, Martin dio varias indicaciones e ideas acerca de lo que viene, que ahora sorprenderá en sus próximos diez episodios a fanáticos literarios y enamorados de la serie por igual.
La expectativa es descomunal, pero aún más desde que una noticia comenzó a circular y es oficial: además de esta sexta, sólo quedan dos temporadas de la serie de fantasía heroica. David Benioff, showrunner de la serie, declaró a Variety: “Después de esta temporada seis, nos quedan 13 episodios. Nos acercamos al final”. El presidente de la cadena HBO, cadena que viene de un par de fracasos en series más allá del megaéxito que es Game of Thrones, declaró luego que “los productores se sienten de esa manera respecto del final. Ojalá pudiera convencerlos de que no sea así”.
La nueva temporada fue filmada durante seis meses, desde julio hasta diciembre. Hay 680 horas de material que fue registrado en países como Irlanda, Islandia, Canadá, España (en seis locaciones distintas) y Croacia (y entre ese material, una escena secreta, que fue registrada con la menor cantidad de gente posible: ¿el destino final de Jon Snow?).
Sin dudas, es la producción más grande de la TV. Sus equipos de rodaje implican a cientos de personas, varios técnicos locales y efectos digitales que poseen el mismo costo que un film de superhéroes (los famosos dragones de la Khaleesi). Cada capítulo de la nueva temporada costó alrededor de 10 millones de dólares (4 más de lo que salieron en la temporada cinco). Para los fanáticos hay una hermosa alegría: gran parte de ese dinero fue invertido en una batalla épica que usó cientos de extras (dicen que llegará a la misma ambición que aquella enorme batalla en el episodio “Blackwater”, de la temporada 2).
Los showrunners son otra vez David Benioff y Dan Weiss. Directores de series como True Detective, The Walking Dead y House estarán a cargo de los episodios.
Después del final tremendo de la temporada cinco, se sabe que el primer episodio retoma la historia en el preciso instante donde terminó anteriormente. La gran pregunta: ¿está Jon Snow muerto o no? La sinopsis oficial redactada por HBO no deja dudas: “Jon Snow está muerto” (lo cual confirma, por lo pronto, las declaraciones del actor Kit Harington: “Aparezco en unas pocas escenas tirado muerto”). Claro que hay especulaciones varias: al actor se lo vio en lecturas de guión en Belfast y hasta se ha prestado ridícula atención al hecho de que siempre, el joven, se dejó el pelo como lo posee su personaje. Que haya aparecido en un tráiler genera todavía más dudas. Es más, hay teorías respecto de Snow convirtiéndose en el rey de los White Walkers. Un tráiler donde se veía el rostro cual fallecido de Snow, junto con dos personajes clásicos difuntos como Ned Stark y Joffrey Lannister, pero además a unos fallecidos Tyrion, Daenerys y Sansa, personajes que andan vivitos y coleando. ¿Todos están en peligro?
En la misma gacetilla, se habla de “Daenerys conociendo a un hombre fuerte” y “Cersei vuelve a ver a su hija”. La amada y odiada Cersei tendrá su propia guerra, después de la humillación que sufrió la temporada anterior. La actriz que la interpreta, Lena Headey, declaró a The Wall Street Journal: “Está en un estado de pura venganza. Muchos van a morir”.
Otra sorpresa se dio cuando el actor Ian McShane contó que su personaje será “responsable de traer de la muerte a alguien que pensaron que no iban a volver a ver” (frente a la reacción enojada de los fans por el spoiler, dijo que “se trata sólo de un show de dragones y tetas”). Un personaje clásico fue visto, al menos la actriz que lo interpreta, en el set de Peñiscola, en Madrid. Y no, no era Lady Stark: era Sibel Kekilli, que interpretaba a Shae, la prostituta que partió el corazón de Tyrion Lannister.
¿Se viene una unión entre Sansa y Davos? Isaac Hempstead Wright volvió al rodaje. Es decir, el actor que interpreta a Bran Stark, el niño Stark, que no tenía mucho desarrollo en los libros y que desapareció en la quinta temporada. David Benioff ha declarado que el jovencito posee un papel clave en la serie y volverá “como Luke Skywalker volvía a Star Wars en el período entre El imperio contraataca y El regreso del Jedi, cuando el personaje volvió con todos sus poderes”. Si Bran vuelve, Hodor y Meera también.
Demasiadas preguntas e interrogantes. Una respuesta: vuelve Game of Thrones, la serie más famosa del nuevo milenio.