Los uruguayos de No te va a gustar, los locales Arbol y los mexicanos Café Tacuba fueron los encargados de cerrar la segunda jornada del festival Pepsi Music en una noche ideal donde el reggae, el rock, el hardcore y una fusión de ritmos latinos hicieron del concierto una fiesta que llevó al público a saltar y bailar hasta el final.
La cita fue en el Club Ciudad de Buenos Aires donde, desde la tarde, más de 20 bandas desfilaron por los cuatro escenarios montados para el evento. Se presentaron, entre otros, Rosal, La Portuaria, Cielo Razzo y No lo soporto.
El plato fuerte de la noche arrancó alrededor de las 20 hs. con No te va a gustar que tocaron en el escenario principal del festival.
La banda, uno de los importantes referentes del rock uruguayo, fue recibida por un público que acompañó todo el show coreando los temas que transitaron - con la presencia característica en el grupo de un potente set de vientos- los ritmos reggaes, roqueros y el tradicional candombe uruguayo.
Entre los cánticos a la banda se coló el contexto político cuando el público coreó “Olé, olé, olé, olé, olá las papeleras no nos van a separar”. A lo que el vocalista de NTVG, Emiliano Brancciari , respondió con un categórico, “por supuesto que no” y, minutos después, terminó de sellar la únión musical a ambos lados del río entonando una estrofa del clásico de Los Redondos Todo un palo.
Terminado el concierto de NTVG, en un segundo escenario ubicado enfrente del principal, se presentaron los locales Arbol.
La banda adelantó temas de su disco “Hormigas”, que sale a la venta en el mes de octubre, y repasó los ya clásicos de su último álbum “Guau” como “Prejuicios”, “Pequeños sueños”, “El fantasma” y “Trenes camiones y tractores”.
Comandados por el histriónico Pablo Romero, que mezcla su rol en la banda con sus dotes de comediante, Arbol ofreció un set que optó por dejar en un segundo plano su costado más naif, que atrajo a muchos niños con sus padres, concentrándose en ritmos más cercanos al rock y al hardcore.
Antes de despedirse dedicaron el tema “Ya lo sabemos” a Gabriel Ruiz Díaz, el bajista de Catupecu Machu que permanece internado tras un accidente automovilístico y a los músicos de los “Tucu Tucu” que en los últimos días también fueron protagonistas de un fatal choque, en el que murieron dos de sus integrantes.
La banda cerró su prolija y potente presentación con el clásico de su disco “Chapusongs”, “Cosa cuosa” haciendo saltar hasta al más distraído.
A las 22 fue el turno de Café Tacuba quienes aparecieron en el escenario vestidos para la ocasión, de traje, combinando los colores blanco y negro. Sin más preámbulos, arrancaron con un emotivo juego vocal honrando a la democracia para enganchar con el furioso “No controles”.
“Aquí llegó el Café Tacuba para que todo el mundo le meta el taconazo como se debe”, anunció Rubén Albarracín, quien en su reciente cambio de nombre optó por llamarse Ixxi Xoo, arengando a la multitud.
El set siguió con los temas de su último disco “Cuatro Caminos”, “Cero y uno” y “Eo” que fueron festejados por un público que no dejó de bailar y saltar durante todo el concierto. Continuaron con el clásico “Las flores” de su álbum “Re” y “Mediodía”.
El concierto sirvió para que la banda presentara “Volver a empezar” y “Estar de acuerdo”, dos temas de su nuevo álbum “Si no” que sale a la venta los primeros días de octubre.
El momento de máxima excitación llegó con “La ingrata”, “Alarmala de tos” “Chilanga banda” y “La chica banda” y, aunque de a ratos hubo algunos problemitas de sonido, nada logró opacar el set que tuvo una lista de temas impecable.
Con Ixxi Xoo a la cabeza, tan descontracturados como alegres y profesionales, los Tacuba no dejaron de saltar y levantar a un público que con cada visita de la banda crece y muestra su fidelidad coreando los temas de todos los discos.
Con “Dejate Caer” la banda daba cierre a la primera parte del show animándose una vez más al clásico “pasito” ensayado a la perfección. Esta vez se movieron en el final de la pasarela que llegaba hasta la mitad del público.
El bis del regreso incluyó casi una decena de temas más para un público que no quería saber nada con terminar la fiesta.
Arrancó Emmanuel Del Real, alías “Meme” con “Eres” y, acto seguido, arremetió en el teclado con los acordes de “El baile y el salón”.
Siguieron con la ranchera “El puñal y el corazón” para terminar de emocionar a los presentes con una casi a capella “María”, de su primer disco.
Con “El metro”, Ixxi Xoo aprovechó para acercarse al público y, mientras no dejaba de cantar, le dio la mano a cuanta gente pudo.
La banda comenzó a despedirse con el cover de Leo Dan “Como te extraño” y pidió un “pogo femenino” para el más duro trash del final.
Ya, fuera de programa, los mexicanos se despacharon con “El fin de la infancia” para agotar las energías hasta el final. Como si no quisieran bajarse más del escenario, después de un show prolijo, festivo y emotivo, los músicos dieron una especie de vuelta olímpica por todo el escenario y la pasarela saltando y agitando las manos, alargando un fin de fiesta que dejó al público exhausto.
“Que tengan un buen regreso”, deseó el siempre carismático Ixxi Xoo, y la gente comenzó a retirarse todavía cantando y deseando que ojalá llueva mucho más Café Tacuba en Buenos Aires.