ESPECTACULOS

Oliván: "Lo que dijo Lanata sobre 678 es una pelotudez"

Habla sin filtro de su relación con el periodista que la consagró. Fotos. Galería de fotos

Oliván conducirá desde el lunes 28 de febrero "Sólo por hoy" en la segunda mañana de radio Belgrano.
| Leo Mirvois

Pisó tierra firme en los medios gracias a una trampa que recuerda, con picardía, hace doce años: llamó a Ernesto Tenembaum, por entonces jefe de redacción de Veintiuno, la revista que Jorge Lanata preparaba para julio de 1998, y le contó que tenía una denuncia de corrupción en el conurbano.

Cuando el periodista la recibió en su oficina, escuchó sorprendido la cruda respuesta que María Julia Oliván le tenía preparaba: "La verdad que no tengo ninguna denuncia, te vengo a pedir laburo". Tres horas después, en Monte Grande, un llamado sellaba sus primeros pasos: "Hablé con Lanata, empezás el lunes", le avisó Tenembaum.

Una década después, embarcada en un proyecto que define como un "verdadero desafío" en la segunda mañana de radio Belgrano, Oliván responde: "El clásico objetivo de hacer buenas notas, informar, sin atarnos exclusivamente al diario, viendo fuentes, haciendo periodismo tradicional y después, si nos sale algo original, ¡¡gracias Dios!!".

- Perfil.com: ¿Tenías algún prejuicio con la radio, propiedad de Raúl Moneta?

- Lo que yo veo en las radios que maneja este grupo es diversidad de opiniones (N. del R.: Moneta en sociedad con Matías Garfunkel compró en enero del año pasado un paquete de ocho emisoras al Grupo CIE) y todo el mundo habla suelto de cuerpo de lo que quiere en Metro, Blue, Rock & Pop. No noto que haya uniformidad y el trato que tuvieron conmigo es muy ameno, muy franco, no siento un peso. Noto que hay diversidad de cosas, no es monocorde con un discurso estrictamente idéntico.

Oliván estará acompañada por Marcelo Larraquy (política), Fernando Krakowiack (economía), Mariano Almada (deportes) y Alejandro Seselovsky (quien se ocupará de los personajes de la farándula, probablemente inspirado en su último libro Trash, retratos de la Argentina mediática). Y en la calle, haciendo algo que define como "periodismo zapatilla", estará Ignacio Girón, periodista que el año pasado llegó a la final del Octavo Integrante, en CQC.

- Después de pasar por 678, ¿Te incómoda que te tilden de oficialista?

- Mil veces dije que tengo afinidades con este Gobierno en cuanto a sus políticas económicas, con su intervención a la economía real, del Estado presente, con iniciativa y propuesta cultural e ideológica para presentar a la sociedad. Y el Estado abierto a contar de qué se trata esta propuesta y no maquillarla con una campaña de marketing. No es que soy o no soy oficialista, según donde trabaje. Es lo mismo que hablábamos en los '90 sobre el Estado que no debía estar ausente, un montón de cosas que este Gobierno está haciendo, cosas que yo digo: "buenísimo, vino alguien y las hizo".

- ¿Seguís pensando que en 678 hay poco lugar para la duda como dijiste a Noticias?

- Para serte franca, no lo estoy viendo. Se normalizó, está incorporado dentro de mapa de medios 678. No percibo que siga habiendo tanto ruido como había cuando recién empezamos. No estoy muy al tanto de qué cosas salieron nuevas en 678 y generaron polémica.

- ¿Tuviste problemas con algunos colegas por el programa?

-  Me sentí mal muchas veces porque no me gustaba criticar así a los colegas, esa era una discusión interna en 678. No me gustan las descalificaciones, no me siento cómoda, no me dan gracia, no tengo ese humor ácido, no soy así. Hacía afuera, los amigos que pensaban distinto siguen siendo mis amigos y me han dicho en la cara lo que les pareció. Y después sí, me llamó un periodista que no es amigo, que era directivo de un medio y ya no lo es más, y me dio mucha gracia: me habló desde un lugar de profesor de escuela, me quiso retar y lo saqué carpiendo.

- ¿Volviste a hablar con Lanata?

- No. Habló mal de mí varias veces, en su momento me dolió pero ya no me afecta.

- Llegó a decir que con la repitición 678 era "Goebbels puro"...

- Un absurdo. (Joseph) Goebbels era jefe de propaganda nazi y acá no hay un régimen de propaganda totalitario. Eso podría ser comparado si solamente hubiera un sistema de propaganda política, un sistema de discurso político que se pueda escuchar. Acá se puede escuchar el dircurso del Gobierno, de (Elisa) Carrió, de los empresarios y del PO. Aparte no hay ningún genocidio en marcha; con lo cual es una pelotudez lo que dijo.

- En el libro reconocés a la repetición como una técnica del programa....

- Sí, una técnica para machacar con una idea, para instalar un tema que es lo mismo que hace TN, Clarín o lo mismo que hace Lanata. Me pareció una comparación medio torpe pero entiendo que a veces le gusta decir cosas rimbombates más allá de lo brillante que es Lanata, siempre lo reconozco y lo sigo pensando. Periodísticamente es un referente importantísimo, prolijo y original como muy pocos, pero esto de que 678 era lo mismo que las campañas propagandísticas de Goobels organizadas para Hitler me parece una boludez.

- ¿Por qué decidiste apartarte de Lanata?

- Porque me pagaba muy poco, no me quería aumentar, no me alcanzaba y me enojé. Trabajaba mucho y no tenía estabilidad, me habían pedido que facture y después cuando se cortaba el trabajo no te pagaban. Entonces me pareció que no estaba siendo valorado mi trabajo y decidí buscarme otra cosa.

Hace un año, en coautoría con el sociólogo Pablo Alabarces, presentó el libro 678, la creación de otra realidad donde reconoce que el ciclo de Gvirtz “marcó una cuña de lo que era políticamente incorrecto hacer en televisión porque se paró en un lado, radicalizó su discurso al ciento por ciento y se la bancó. Generó gente muy militante y fanática del programa, y eso es un hallazgo, ¿qué programa genera militantes? Es muy raro, es insólito”.

Según Oliván, la discusión por la Ley de Medios corrió a los periodistas del lugar de “invunerabilidad” que habían conseguido en el pasado: “Estábamos como en un pedestal, afuera de todo tipo de peleas cuando estamos donde podemos estar hablando y teniendo la mayor  sinceridad intelectual pero no somos semidioses que contamos la realidad y los políticos son todos malos y nosotros somos pilluelos, es un discurso un poco naif”.

(*) De la redacción de Perfil.com

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