Lollapalooza. Más de cincuenta bandas y artistas. The Smashing Pumpkins. En el escenario suena Tonight, Tonight. ¿Viaje a los tiempos donde el grunge vestido de seda todavía reinaba? No. Son las 19.02 en Santiago Chile, en Parque O´Higgins, rodeado de 60 mil personas, el gatero Billy Corgan se luce en el quinto Lolla en este país con su hit que siempre calzó infinita melancolía. Pero se luce no sólo para aquellos que ya tenían el wi-fi nostálgico encendido y que ya tienen la edad que les parecía una ficción, sino también para los cientos de jóvenes radiantes, con ornamentos de hippie y billetera de yuppie, que corren, saltan, comen comida orgánica y se zambullen por el mero placer del movimiento tanto en Corgan como en Robert Plant, o los sonidos de videogame hooligan de Skrillex (Sonny Moore, el niño prodigio de la electrónica anfetamínica que cierra el segundo Lollapalooza en Argentina a pura pirotecnia). Si hay una sensación feliz, y chillona, en este paseo por el quinto Lolla Chile, ya desembarcando en Argentina, es la gran Pac-Man: todo es ya, todo es urgente, se nos va la vida y nuestros fantasmas en ello. No importa que sea el paseo por ese Nunca Jamás que es Kidzapalooza, versión .zip de un mundo que todavía no llegamos a descomprimir, y perfecta feria infantil, o incluso el recorrido por Espíritu Verde, sitio que es el mascarón de proa tanto de la conciencia como del accionar ecologista que propone el festival como uno de sus tentáculos más amables, necesarios y poderosos. Sea el clasicismo de Plant, el rock vampiro de estadios de Kasabian, el descarado EDM de Major Lazer, Calvin Harris detonando su hit con Rihanna We Found Love, Cypress Hill rapeando rabioso o Molotov insolado por esos 37 grados en loop y por su propia calentura (la banda que toca aquí, como todas las mencionadas, también siempre se las arregla para sonar como si tuvieran que salir corriendo para volver a la mejor celebración posible).
Lollapalooza, diseñado genéticamente por el Jane´s Addiction Perry Farrell en Chicago, pisa por segunda vez el Hipódromo de San Isidro, hoy y mañana, desde las 12. Suena por La Metro, en vivo, y con un Best Of al caer de cada día. Este Cannes del rock-pop-dance borracho de sí mismo entiende que la experiencia es todo. Que se sea hipster, hiphopero, dancer, superado o hippie vieja escuela, aquí todo encaja en un improbable pero pertinente Tetris humano y musical. Lollapalooza sabe que los modos shuffle reinan: por eso nos pone pacmaníacos y no tiene resquemor de mezclar géneros e íconos con modas y tendencias. Estar aquí en Chile, o allá, en Buenos Aires, en Lolla es pisar una aldea que sabe exactamente qué discos bajarse, ropa ponerse y hacer sonar todo, música y habitantes.
La noche chilena, Día 1 de Lolla allí, cayó el sábado entre gente que tiene vinilos comprados hace cuarenta años y otra que los compró hace un año, se escucha a Robert Plant, el Godzilla lascivo de Led Zeppelin. Robert, sobre el final (aquí toca el sábado), saca uno de esos temas que nos sacuden como si fuéramos uno de esos trozos que flotan en una lámpara de cera.
Suena All of My Love, por el cielo, por la memoria de los viejunos, por el modo esponja de los jóvenes (todo lo quieren escuchar y bailar como si la invasión romana dependiera de ello: serán majaretas pero se ven hermosos). All of My Love es la canción perfecta para mostrar todos esos híbridos: Plant ya no es un jovencito topadora sino un trovador con la presencia de Gandalf, su público de siempre está ahí pero son grageas de un pastillero más inmenso y colorido, que se muere por sacudirse. Pero nadie está en offside.
Todos juegan.
El gran ausente chileno fue el hombre de la felicidad instantánea, Pharrell Williams, autor del show de insulina llamado Happy y productor manos de tijera predilecto del siglo XXI (capaz de resistir la abolladura del juicio donde lo acusaron de plagio). Williams, elegido ícono de la moda 2014, llega esperado y su set estará basado en gran parte en su segundo disco solista, G I R L.
Será una perfecta pieza más en la esa máquina, imparable e improbable, que es el deseado Lollapalooza. Que así sea, que sea shuffle, y Lollapalooza.
Programa nacional
Hoy, desde las 12, el Hipódromo de San Isidro, con entradas desde 750 pesos, da comienzo a la segunda edición de Lollapalooza Argentina. En el Main Stage podrá verse a Fernéndez Fierro, de 13.15 a 14; a Ed Motta, de 14.45 a 15.45; a Interpol, de 16.45 a 17.45; a Foster The People, de 19 a 20.15; y a Jack White, de 21.45 a 23.30.
En el Main Stage 2, estarán Miss Bolivia, de 12.30 a 13.15; Leiva, de 14 a 14.45; St. Vincent, de 15.45 a 16.45; The Kooks, de 17.45 a 19; Robert Plant and The Sensational Space Shifters, de 20.15 a 21.45; y Calvin Harris, de 23.30 a 0.45.
En el escenario Alternative, se verá Despertar Antoles, de 12 a 12.30; Francisca y Los Exploradores, de 12.45 a 13.15; Three Days Grace, de 14 a 14.45; a Molotov, de 15.45 a 16.45; a Chet Faker, de 18 a 19; y a Cypress Hill, de 20.15 a 21.45.
En el Perry´s Stage: Hipnótica, 12.45 a 13.15; Tommy Druetta, de 13.30 a 14.15; Maxi Trusso, de 14.30 a 15.30; Kill The Noise, de 15.45 a 17; Carnage, de 17.15 a 18.30; The Chainsmokers, de 18:45 a 20; Robin Schulz, de 20.30 a 21.45; Nicky Romero, 22.15 a 23.30.
Mañana, desde las 12, en el Main Stage 1 podrá verse a Boom Pam, de 13.15 a 14.15; los chilenos de Rudimental, de 15.15 a 16.15; a Alt-J, de 17.15 a 18.15; a Kasabian, de 19.15 a 20.30; y a Pharrell Williams, de 22 a 23.30.
En el Main Stage 2 se verá a Quique Neira, de 12.30 a 13.15; a Fitz and The Tantrums, de 14.15 a 15.15; a Pedro Aznar, de 16.15 a 17.15; a Bastille, de 18.15 a 19.15; a The Smashing Pumpkins, de 20.30 a 22; y a Skrillex, de 23.30 a 1.
En el Perry Stage, podrá verse a Jvlian, de 12 a 12.45; a Zero Kill, de 13 a 13.45, a Chancha Vía Circuito, de 14 a 14.45; a Poncho, de 15 a 16; a Big Gigantic, de 16.15 a 17.15; a Ritmo Machine, de 17.30 a 18.30, a Dillon Francis, de 18.45 a 20; a DJ Snake, de 20.15 a 21.30; y a Major Lazer, de 22 a 23.15.
En el escenario Alternative, podrá verse a Sambara, de 12.45 a 13.15, a Dancing Mood, de 14.15 a 15.15; a Kongos, de 16.15 a 17.15; a The Last Internationale, de 18.15 a 19.15; a Damian “Jr. Gong” Marley, de 20.30 a 22.
*Desde Santiago de Chile.