Aunque hace rato que no es noticia por cuestiones laborales, ella se las ingenia para permanecer en las portadas de las revistas especializadas. Muchas veces, hay que decirlo, lo consigue de manera involuntaria, como cuando la foto tomada por un paparazzi reveló que sus senos tienen formas “extrañas”, o cuando se la vinculó sentimentalmente nada menos que con Michael Jackson.
Hoy, Pamela Anderson volvió a ser noticia. ¿Por qué? Simplemente porque, a sus 41 años, volvió a calzarse una bikini y mostró a los presentes que (casi) todo sigue estando en su lugar.
La pulposa rubia no estaba grabando una remake de Baywatch, la serie que la volvió un ícono en los ’90. Simplemente, se encontraba en Malibú junto a un muchacho que seria su nueva pareja, disfrutando un día de playa, como cualquier mortal.
Allí, fue retratada por un improvisado fotógrafo que no dudó en dar a conocer su trofeo a los medios. Y los medios, claro, no se perdieron la oportunidad de mostrar, una vez más, a la rubia debilidad de los estadounidenses en traje de baño.
A la rubia, claro, no le molestará tanto la publicación de esta foto como aquella que fue publicada hace unos meses y que revelaba que su cuerpo no es inmune a la celulitis. O aquella que circula desde hace años en internet y que la muestra sin maquillaje y muy pero muy avejentada.