Seguro, algunos dirán Twin Peaks, y tienen razón, pero para muchos la nueva edad dorada de la TV nació en 1993, cuando hace 25 años comenzaba The X-Files, la serie que lograba, precisamente, aunar un factor más de La dimensión desconocida, de lo paranormal y lo episódico, con cuotas de Scooby Doo (el monstruo de la semana), del mismo David Lynch (Mulder y Scully nada desentonarían en ese mundo) y de televisión clásica (precisamente, Mulder y Scully: la pareja de los 90, por más que le duela a Ross y Rachel saberlo).
Desde el miércoles 3 de enero, la serie volvió en su segunda edición del nuevo formato “evento” a Fox, su eterno hogar.
Así fue como Chris Carter lanzó a Mulder, el actor David Duchovny, y Scully, Gillian Anderson, de cara a un mundo distinto, uno donde sus diez episodios de una hora son parte de un panorama en el que ya no son la excepción sino el tótem a celebrar. Más allá de críticas que poco celebraron aquel retorno de 2016, ahora sí, con estos episodios parece que ha vuelto del todo la serie favorita de muchos.
¿Será por última vez? Una duda que se mantiene más allá de la entrevista genérica cedida por Fox.
—¿Qué dirían es lo que hace que “The X-Files” se sienta como una serie aparte de las demás?
ANDERSON: No lo sé, realmente. Hay algo, eso seguro. Es una serie que tiene algo. Pero realmente no sé qué es. Hay gente que siente una conexión con ella que excede al material. Al menos los fans que son parte de esto desde que comenzó. No puedo hablar por los nuevos. Cuando comenzó, hizo que la gente se sentara a tal hora todas las semanas, y era algo que no venía sucediendo casi con ninguna serie. Al menos para determinado tipo de público. Me han llegado a decir: “Veía este show con papá y él ahora falleció” o “hizo que conecte con mi madre, a quien no veía porque trabajaba todo el tiempo”.
—Aun así, el fervor de los fans en convenciones por ustedes es muy grande. ¿Qué piensan de la nueva forma de fanatismo?
DUCHOVNY: Te adaptás un poco al fervor de los fans. Obviamente que en un nivel, el humano, te sobrepasa. Aún así de alguna forma se vuelve algo a lo que estás acostumbrado, que ya viviste muchas veces. Pero si das un paso hacia atrás y sentís la energía que genera, es raro. Agradezco como aún les gusta el show. Lo extraño es que a veces no les interesa conectar con nosotros en nivel humano, y eso genera una sensación inusual.
A: Hoy nos separamos a través de nuestras pantallas. Cada uno en su pequeño mundo. Muy pequeño mundo. Creo que The X-Files genera cierta energía, y alegría porque representa otra época, donde el fenómeno comunal significaba algo más. Donde teníamos un sentido de comunidad más grande. Y hay algo bastante reconfortante en eso.
—¿Cómo ven hoy el impacto que tuvo la serie en ustedes? ¿Piensan en cómo se ven estos personajes?
A: Bueno, fue un impacto enorme en mi vida. Cuando comenzamos yo tenía 24 años, estaba desempleada. Hasta creo que dormía en el sillón de alguien. En retrospectiva, ser parte de algo tan icónico, y que el personaje principal sea tan querido, era algo que ya me daba cuenta de que podía llegar a generar Scully. ¿Qué más lindo regalo que interpretar un personaje que la gente quiere emular y les agrada? ¿Qué más hermoso que ser parte de algo que va a durar para siempre?
D: Nunca estás en control de tu legado. Y supongo que cuando te morís, no te importa tu legado, ni nada. He hecho muchos papeles. Como actor, intentás abarcar la mayor cantidad de papeles posibles. Tratás de ser el mejor actor que podés ser, y no mucho más. Pero en relación al legado, no tenés ni voz ni voto. Si decís que algo en particular va a ser tu legado, puede salirte el tiro por la culata. No podés ni especular sobre cómo va a ser recibido el show. Me interesa más ver la reacción. Lo que es seguro es que intentamos hacer el mejor trabajo posible.
—¿Cómo ven a Mulder y Scully en esta nueva temporada?
D: Lo más interesante es Mulder siendo ese hombre que despotrica contra las conspiraciones y las “fake news”, diciendo que tu gobierno te miente, que el FBI te miente. Antes era una voz en la oscuridad, nadie le creía. Ahora es más interesante, es diferente.
A: Creo que la gente siente, y nosotros también, que la historia que contamos no estaba terminada. Creo que todos necesitan un cierre todavía más grande, así podemos despedirnos quizás para siempre.
—¿Creen que el show sigue teniendo, como dijo muchas veces Chris Carter, un eco en la política actual?
A: Siempre ha sido un show político. Creo que es una gran parte de lo que hace al show y que lo ha sido siempre. Digo, somos agentes del FBI. Trabajamos para el gobierno, así que es imposible no hacerse cargo de eso, y eso siempre es parte del marco político.
D: Recuerdo la vez que tuvimos un personaje musulmán que era un suicida que se ataba una bomba al pecho. ¿Estábamos diciendo que creemos que los musulmanes son todos así? Claro que no, somos un drama. Estamos contando historias. No hacemos propaganda. Si hay un elemento político constante, es el punto de vista de Mulder que implica que uno debe creer solo lo que ve, y que hay que salir a buscar, cada uno por sus propios medios, la verdad. Eso no quiere decir que sea un personaje anticiencia. Aunque… al comienzo era cool que el personaje le dijera a Scully “al carajo la ciencia”. Era una pregunta interesante. Quizás ahora Murder no te parezca tan cool. Eso es lo interesante.
Personajes vitales
—¿Cómo vivieron a sus personajes en su momento?
A: Ni siquiera sé cómo ponerlo en palabras. Pero había algo en ella que se sentía distinto, como irreverente e indiferente de una manera distinta y que podía serlo al mismo tiempo que debía ser una profesional y era una que podía llegar a ser muy pasional acerca de su trabajo. Y creo que hay elementos de quién era ella que no son necesariamente apropiados para ser interpretados por una mujer madura. Entonces, podría decirse que parte de este proceso ha sido darnos cuenta qué queda cuando esta pareja llega a la madurez, qué todavía representa a aquéllos Murder y Scully.
D: Creo que cuando quería un cambio lo escribía directamente. Cuando empecé a escribir algunos episodios siempre quería hacer cosas para ver cómo reaccionaría Mulder. O todo lo contrario, porque no es que sea un actor así de egoísta. Quería simplemente mostrar otro lado de estos personajes. Por ejemplo: ¿puede usar cuello de tortuga? No. Aunque ahora que lo pienso debería molestar a Chris Carter al respecto.