Es fuego, cuando se enciende. Y es agua, cuando llora. También es aire, cada vez que vuela en una canción. Y es tierra, plantada en la realidad. En ella se funden los cuatro elementos y también un quinto, que es el cielo (según Aristóteles) al que observa con vehemencia para ver estrellas “y esas luces que son otra cosa”. Su último CD “Desde la torre” es un homenaje a su banda de rock de los `80 –La Torre– y dice: “Sé que mi música une, que diferentes generaciones se van acercando y me dejan hacerles compañía”.