No es la isla de la fantasía ni mucho menos. En esta historia que parece nunca encontrar un final, los protagonistas mueren sorpresivamente y cada tanto, extrañas criaturas se desvanecen en el aire. Todo puede pasar en Lost , la serie de culto creada por J.J. Abrams (Alias, Misión imposible III). Diez días de grabaciones y 3 millones de dólares demanda cada capítulo de Lost, serie que lleva setenta y dos episodios emitidos y más de catorce millones de espectadores cautivos que siguieron de cerca la transmisión del último capítulo de la tercera temporada en los Estados Unidos. En una entrevista exclusiva con PERFIL, los productores ejecutivos de la serie, Damon Lindelof y Carlton Cuse explicaron parte de este fenómeno. “ Tal vez tenga que ver con que la serie rescata valores como la ‘redención’, con consonancias bíblicas o metafóricas, mezclados con las experiencias y sentimientos comunes a todos nosotros. Ese deseo de redención puede hallarse en todos los seres humanos”, explica Cuse.
— “Lost” atrapó menos televidentes en la tercera temporada. Algunos fanáticos se quejaron de que aumentaran los misterios y disminuyeran las respuestas. ¿Van a revertir esta tendencia?
CUSE: Si hay algo importante que logramos este año, fue saber que Lost tendrá un fin. Ahora los fanáticos de la serie saben cuánto resta para que termine este viaje. Estamos en el episodio 72, y debemos llegar al 119. Todos saben ya exactamente cuándo termina la historia. Ya tenemos gente escribiendo y consiguiendo lo que necesitan los 100 miembros de la serie para cada uno de los capítulos que vienen.
—En un momento corrió el rumor de que Bruce Willis participaría en la serie...
C: Alguna vez pensamos crear un personaje inspirado en él, pero nada más. El es un actor excelente; el tema es que no queremos intercalar estrellas que sean muy reconocibles. Si así lo hiciéramos, la audiencia exclamaría: “¡Guau, mirá quién estuvo!”. Y corremos el riesgo de desilusionar al espectador porque se perdería el realismo, que es uno de los puntos fuertes de esta serie. Al principio del rodaje, los protagonistas de Lost eran casi desconocidos, eso permitió a los espectadores comunes y corrientes identificarse con ellos y con la situación. Al público sólo le importa lo que pasa con el avión y sus pasajeros.
—¿Podría “Lost” dar pie a una serie relacionada con la historia original? Sucedió en los 80 con “Dinastía” y “Dallas.”
C: No creo. Desde el punto de vista del espectador, la serie concluye cuando abandonan la isla. Pero ése no es el fin de la serie. La expectativa es “bueno, se termina el cuento cuando logran salir de la isla”. Pero el flash-forward con que finaliza la tercera temporada no pretende dar pie a una historia aparte. Sólo abre otro capítulo. Parecería que el gran objetivo de la trama fuera salir de la isla; pero que salgan de la isla no significa el final de la serie.
— ¿Están pensando en incorporar más figuras latinoamericanas?
LINDELOF: Ana Lucía, el personaje de Michelle Rodríguez, fue uno de los personajes más atractivos de la serie. Los fanáticos amaron a Ana Lucía, aunque tuviera un perfil trágico, incluso violento. Lamentablemente sólo aceptó participar en la serie por un año. Esta temporada también trabajamos con el brasileño Rodrigo Santoro. Todos son pasajeros de un avión internacional, por eso hay actores latinoamericanos, africanos, asiáticos, europeos, australianos. Nuestra idea es incluir nuevos personajes estables, y además crear pequeños papeles que puedan ser cubiertos por actores de otras nacionalidades.
— Las series de éxito son llevadas al cine. ¿Sucederá lo mismo con “Lost”?
L: Me parece improbable, sería una falta de respeto para la audiencia. Lo entretenido de Lost es sostener el enigma hasta el final, en el que se resolverá nuestro misterio. Si fuera al cine, todas las respuestas que el público desea obtener deberían ser respondidas en ese momento.