ESPECTACULOS

Puesta minimalista, música portentosa

Puesta. La dirección de García Caffi apunta a la sutileza para realzar la música de Richard Strauss.
| Gentileza Tommy Pashkus

Este año, en el Teatro alla Scala de Milán, Evelyn Herlitzius, con régie de Patrice Chéreau, construyó una Elektra que corre, se tira al piso, rueda, rasca las paredes. En similar estado enajenado, la siguen los demás personajes de esta tragedia griega, reescrita con libreto de Hugo von Hofmannsthal (1874-1929) y música de Richard Strauss (1864-1949). Para esta misma ópera, de 1909, Pedro Pablo García Caffi, a cargo del Teatro Colón, hace ahora su dirección de escena, escenografía e iluminación, en un planteo definitivamente diferente.

Conos de monumentales dimensiones y textura rocosa crean un espacio estático sobre el escenario del Colón. En torno a ellos, circula Elektra –quien busca vengar a su padre, Agamenón, asesinado por Clitemnestra, madre de ella, en complicidad con su amante, Egisto–; su hermana Crisótemis –quien preferiría armar una nueva familia y olvidar a los culpables–, y el hermano de ambas, Orestes, que aquí cumple con el anhelo de Elektra. Las acciones son mínimas. La escenografía no sube, no baja, ni abre ni cierra. Sólo es iluminada subrayando algunas escenas, como la de los ajusticiamientos, teñida de rojo. Por esta mirada minimalista, se realzan, en cambio, la música, los textos y la labor vocal de los intérpretes.

La partitura romántica, portentosa, se escucha por el lúcido trabajo de la Orquesta Estable del Teatro Colón, dirigida por Roberto Paternostro. Momentos de tensión dramática, como las muertes de Clitemnestra y Egisto, son relatados menos por la palabra que por elocuentes intervenciones de metales y percusión.

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Electra suele ser tomada como espejo de Edipo, y su complejo. Pero tanto Sófocles, Eurípides como el propio Hugo von Hofmannsthal abren un abanico mayor de temas que los de espectro sexual, que en esta ópera también se pueden percibir: mujeres que son madres y mujeres que no; mujeres en el poder; los hombres, los dioses y la interpretación de la ley divina y, por supuesto, el destino.

En el reparto de esta puesta, Linda Watson (Elektra) carga con la mayor parte de las expectativas. Sin dudas, la soprano estadounidense no defrauda. El público aplaude efusivamente y con razón a la alemana Manuela Uhl, quien otorga ricos matices al componer a una sensible Crisótemis, tironeada por deseos y amores contrapuestos.

 

Elektra

Música: Richard Strauss
Libreto: Hugo von Hofmannsthal
Dirección musical: Roberto Paternostro
Dirección de escena y escenografía e iluminación: Pedro Pablo García Caffi
Vestuario: Alejandra Espector
Reparto: Linda Watson, Manuela Uhl, Iris Vermillion, Hernán Iturralde, Enrique Folger y otros
Funciones: domingo 2 y martes 4 de noviembre, en el Teatro Colón.