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Qué es el éxito

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Historia. 100 días para enamorarse se alzó con el Martín Fierro de Oro de este año. La tira de Telefe intentó mostrar a la mujer desde un lugar nuevo. Dupláa y Peterson, las protagonistas. | cedoc

Hace tiempo escuché a algún productor, con experiencia en el espectáculo y en los medios,  decir:  “el éxito es antes…”, y aunque, en un primer momento, no le di mayor importancia al concepto, con el tiempo descubrí que esa frase, de algún modo, era bastante certera. En mis 25 años trabajando en la TV, y con más de cuarenta ficciones a cargo como productor (contando mis casi 10 años en Canal 13 que me vio nacer en la profesión ni bien salí de la Facultad), pude disfrutar varios éxitos, y padecer, afortunadamente en menor medida, a los que no se considerarían tales. Y es real que como productor, más allá de la calidad a la que apuntáramos con cada equipo, y al compromiso de trabajo en búsqueda de la excelencia, el factor intuitivo es fundamental. Y es allí donde esa premisa adquiere valor. El éxito se percibe, aún, antes del estreno y pocas veces falla.

A pocos días del estreno de la tercera temporada de El marginal, la creación de Sebastián Ortega, y Underground, más exitosa a nivel internacional, cabe reflexio-nar acerca de los factores que hoy día pueden considerarse éxitos en el medio televisivo, teniendo en cuenta la experiencia en materia de ficciones.

Sin dudas, la base es fundamental, una historia potente bien narrada, “El camino del héroe” que siempre mencionan los maestros del guión donde nuestro protagonista deberá vencer obstáculos para lograr su objetivo, y,  en ese derrotero, modificarse, aprender, salir victorioso. Grandes personajes (evitando el juzgamiento moral) con carnadura tal que logren identificación directa o simbólica en el público. Un contexto y/o ámbito, en el que ellos se muevan,  que sea reconocible o inherente al universo a retratar. Verosimilitud. Podríamos sumar una gran historia de amor imposible. Géneros dramatúrgicos claros. Buena realización. Acertada elección de elenco..., ¿y si tenemos todos esos componentes, alcanza? No siempre es suficiente…

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Ser oportunos en la propuesta. No oportunistas. Percibir el humor social, al “aquí y ahora”, para aceptar y elaborar ese contenido. Encontrar en la base del disparador temático y en su desarrollo principal una matriz universal de trama que pueda ser entendida, más allá de su anclaje local, en otros mercados. Permitirse una buena cuota de riesgo. Y ser lo más “originales” posibles en la propuesta, entendiendo que ya casi todo fue contado, ya no es el “qué” se cuenta, sino  “cómo” lo contamos nosotros. Nuestra identidad de marca.

A eso sumarle un adecuado marketing, que tendrá re-lación con la envergadura del proyecto, y la pantalla en la que será estrenado. De algún modo crear una “mística” de esa película o serie.

Todo eso sucedió con El marginal, una ficción que fue creciendo, y sorprendiéndonos a todos, en la dimensión e impacto social que causó aquí y en varios países del mundo, con legiones de fans, y que, tal vez, como dijera David Chase, creador de Los Soprano, cuando nos otorgara el Primer Premio del Festival Séries Mania ( París/Francia 2016), dedicado a las nuevas series internacionales, como presidente del jurado, se debiera a  la suma del reflejo de la crueldad más descarnada en una prisión latinoamericana, con el tamiz del humor negro de los logrados personajes, que le daba un sello único y seductor.

En épocas donde la TV convencional, ya es historia antigua, al menos como productora y exhibidora original de ficciones, y en donde el público elige cuándo y cómo ver los contenidos, a través de señales de canales de cable Premium, on demand, o streaming, es importante entender que no estamos en una etapa de decadencia de los contenidos de ficción, sino todo lo contrario, de una explosión en la demanda de series, súper series, o miniseries como pocas veces ha existido por la proliferación de nuevas pantallas que necesitan seducir nuevos públicos suscriptores, y no solo anunciantes (que buscaban audiencias cautivas), como siempre sucedió con la TV abierta. También es real que el público busca el contenido que le interesa a través del medio que sea y que le permita verlo.

Claro que lo apuntado es un fenómeno global, pero si observamos nuestra alicaída industria, por supuesto, no refleja eso, porque a los actuales cambios de paradigmas en los medios, y a los nuevos hábitos de consumo, se suman las eternas crisis económicas del país, que también golpean cada vez más fuerte al sector audiovisual, los números son altos y no rentables, por lo tanto hay menos riesgo, menos ficción local, menos trabajo…

Lo que sí sigue habiendo en nuestro país, y en gran cantidad, es talento, en todos los rubros delante y detrás de cámara. Si a eso sumáramos la voluntad de los sectores de la industria audiovisual para lograr, entre todos, reglas más claras y posibles, para trabajar, e incentivar la producción que, además de generar fuentes de trabajo, sirve como embajadora cultural audiovisual, seguramente lograríamos hacer factible un interesante volumen de ficciones que pudieran traspasar nuestras fronteras e insertarse al mundo. El marginal (coproducida con resultados altamente positivos entre Underground, el sistema de Medios Públicos, la TV Pública argentina, y la plataforma Contar, en ambas administraciones gubernamentales, en sus diversas temporadas), es un ejemplo, como tantas series de Polka , o Telefe Contenidos, de que eso es posible.

Hay un factor mágico que, por supuesto, luego determina el suceso de un producto de ficción, es la química entre la propuesta en su totalidad, la trama, los personajes, y el público destinatario. Como siempre decimos, los productores, autores y realizadores, solo podemos minimizar riesgos. Y eso no cambia en ninguna época, más allá de los adelantos tecnólogicos. El público se emociona con lo genuino sea viéndolo en TV abierta, Netflix, o en una pantalla de un celular, y más allá del aporte marketinero, si esa historia no tiene alma, difícilmente se sostenga pasado el impacto inicial.

Si sumamos todos esos factores que hacen a la propuesta artística, y a la manera que es presentada es más factible prever el resultado y entender porqué “el éxito… es antes”.  

Director de producción y contenidos de Underground.

Productor general “El marginal 3”.