Por las mañanas, Mora Godoy ensaya tres horas para “Bailando por un sueño”, mientras que por las tardes cambia el chip y practica las coreografías de Chantecler Tango, espectáculo que brindará a partir del 26 de junio en el Teatro Allianz de calle Corrientes. “Estoy cansadísima, pero no me quejo, me encuentro en uno de mis mejores momentos de mi carrera”, asegura la Godoy, quien recorrió el mundo como bailarina del Teatro Colón, encontró el reconocimiento mundial con Tanguera, dio seminarios de tango en la Universidad de Stanford, y ubica a Barishnikov como uno de sus referentes. “Bailo para la gente, para brillar en el escenario, y ahora para campeonar en el ‘Bailando’. Te juro que le tenía miedo al programa, de hacer un papelón. Me pasé muchas noches desvelada, y hoy estoy feliz de poder ser parte. Además, me siento mimada por Marcelo (Tinelli)”, responde a PERFIL. Godoy fue la bailarina clásica más criticada por el jurado mediático tras debutar en la pista más popular del país. “No fue el jurado entero –aclara–. Fue Nacha (Guevara). Sentí que ella tenía algo personal conmigo, me pegó de entrada, que hiciera lo que hiciera le iba a caer mal. Y creo que tras la discusión seguro que le dijeron que no estaba jugando limpio... Agredió a Vicky Xipolitakis, y es un programa que hay previas... si no, quedate en tu casa y andá a dedicarte a otra cosa. Después se lo hizo a Fátima (Florez). Cuando tenía que hacerle la imitación en que la gracia era que estén vestidas iguales, ella se cambió un minuto antes de salir al aire. Eso es faltarle el respeto a una compañera. Eso no se hace”.
—¿Y de dónde viene ese trato diferenciado con vos?
—No sé. Me gustaría en otro momento y contexto hablarlo con ella, mano a mano. No me gusta que me agredan y me pasen por arriba. Si me pegan, yo pego. Yo me defendí, la ataqué, y de ahí siento que Nacha cambió, empezó a divertirse, reírse, a poner notas altas y no se burló más de la gente. Benefició a todos.
—¿Te acostumbraste a convivir entre concheros, purpurina y personajes mediáticos?
—Sí. Es una competencia sana. El Bicho Gómez y Anita Martínez son mis preferidos, quiero que ganen. Al principio Vicky (Xipolitakis) me pareció muy antipática, no saludaba a los que no eran conocidos, no sabía quién era yo, pero ahora me abraza, saluda, hablamos.
—Recorriste el mundo bailando tango, ¿cuántos empresarios, políticos o millonarios te quisieron enamorar?
—No sé si enamorar, quizá enviaron regalos o flores al camarín... Tal vez no me gustaban. Sí pasó que me enviaron un avión privado desde Lituania a Moscú para bailar en el cumpleaños de uno de los banqueros más importantes del mundo. Pero ahí no hubo intención, lamentablemente (se ríe). Hubo un griego que me impactó, es uno de los actores más importantes de Grecia, nos conocimos, quedamos flasheados, pero la distancia...
Estudió Ciencias Políticas hasta que ingresó en la compañía Tango x 2. “Siempre la quise retomar –afirma–. Me encanta lo social y la política. En mi interior me lo reclamo.” Godoy evita decir su edad y prefiere mantener oculta su ideología política. “Nunca lo dije ni lo diría. Más ahora, me duele la grieta. Yo trabajo con el gobierno de Macri, con Hernán Lombardi encontré una gestión cultural de ciudad maravillosa, y por otro lado me encanta Cristina, hay muchas cosas buenas de este gobierno, no me gusta tirar mierda ni tengo animosidad gorilista.”
—¿Te dedicarías a la política o participarías como lo hizo Nacha en su momento...?
—Sí, pero Nacha se postuló, ganó y se bajó. No me gusta eso, no lo haría. No te lo niego, lo considero para el día de mañana.