En 25 años de carrera, Alejandro Sanz vendió un millón de discos cada 12 meses, ganó 16 premios Grammy latinos y tres Grammy americanos. Hoy celebra las bodas de plata de un exitoso matrimonio musical con su undécimo disco de estudio, La música no se toca, y con un tour internacional que hizo escala de seis conciertos en Argentina. Estuvo en Mendoza, Córdoba y Rosario, y se despide de sus fans argentos esta noche y mañana en GEBA. En charla con PERFIL, el madrileño jura que pone dinero de su bolsillo: “Hay artistas que prefieren hacer conciertos sobrios para llevarse todo el dinero. No es mi caso”.
—A lo largo de tu carrera creaste muchos hits. ¿Te resulta más complicado hacerlos ahora que en tus inicios?
—Nunca he escrito hits, siempre hice canciones y algunas se convierten en hits. Nunca dije “ésta será un hit”. Recuerdo cuando el estudio Criteria de Miami cambió su nombre a The Hit Factory Criteria. ¡Me pareció horrible! Hit no es una palabra indicada cuando le pega mucho una canción a la gente.
—Junto con Ricardo Arjona sos el artista latino del género con más seguidores en Argentina. ¿Creés que su música tiene algún punto de encuentro con la tuya?
—Aparte de que tenemos gustos gastronómicos parecidos... la similitud es que somos cantautores y que nos gustan Serrat y Sabina. He ido a su casa alguna que otra vez o él ha venido a la mía. La verdad es que tenemos muy buena relación, y nos respetamos en la vida y en la música.
—Hiciste duetos; entre ellos, dos con Shakira. ¿Con qué otro artista te gustaría compartir un tema?
—Tengo preparada una sorpresa para después del cuarto sencillo. No puedo decir qué es. Sí te confieso que me gustaría mucho hacer una canción o un disco con Prince... Es muy loco, porque tuve la suerte de estar en su casa, tocamos, la pasamos increíble, y es un recuerdo que nunca olvidaré. Pero no pude grabar. Estar en un estudio con ese hombre debe ser ver a
una fiera.
Salir de gira a los 44 años y con tres hijos no es un martirio para el autor de Corazón partío. “Viajo acompañado por mi hijo más chico (Dylan, de un año), porque los otros dos están en las escuelas, y con mi mujer Raquel (Perera), que es una gran compañera que me sigue de cerca. En los últimos años planeo de que mis tours no sean de más de un mes y medio fuera de casa por lo que se hace más liviano todo”.
—¿Te cuesta no ver a tus otros dos hijos?
—Sí, muchísimo; hablamos pero los echo de menos. Son muy importantes para mí.
—¿Conociste a Milan, el hijo de Shakira y Piqué?
—Todavía no lo conocí personalmente pero sí en el vientre, porque cenamos en Barcelona unos días antes de que diera a luz, con ella, Piqué, Raquel y yo. Llevamos un presente muy bonito para el nene.
—Ha pasado mucho tiempo del tema que cantaste a dúo con la colombiana y que generó rumores de una supuesta relación con ella. ¿Cómo lo ves a la distancia? ¿Te lo tomás a risa?
—No, para nada. Los rumores son lo que son, cuervos nocturnos que vuelan, que les ponen cierta salsa a la noche, ¿no? Pero en el fondo no tienen demasiada importancia cuando llega la luz del día. Hoy ella está felizmente emparejada, ama a Piqué, a su bebé... Son cuestiones que estuvieron fuera de contexto.
—En los 90 vendiste millones de discos. ¿Cómo vivís el declive de las compañías discográficas?
—Hay un declive en cuanto a la venta de discos, pero no se ha dejado de consumir música en la vida. Hay que ser optimistas y buscar siempre los nuevos modelos de negocios. Hay que dejar de llorar tanto, ser más práctico y empezar a trabajar en otra dirección. Ya lloramos todo lo que debíamos llorar, hay que ponerse las pilas y ver de qué manera todo esto sea rentable, no sólo en lo económico sino también en lo artístico.
—España vive una profunda crisis financiera, ¿golpeó fuerte al ambiente artístico?
—Sí. Es evidente. Pusieron un IVA a la cultura muy exagerado que perjudica a todos los artistas. Es una barbaridad. No sólo ya no se está apoyando a la cultura, sino que se la está gravando con impuestos que destruyen negocios para todos. Es parte de la ignorancia de este gobierno, y otras tantas más, de no saber que la cultura representa el 4% del PBI.
—¿Y en lo social? ¿Qué opinás del movimiento de los indignados?
—Me resulta extraño que ahora está todo tranquilo cuando no debería estarlo, pero parece que los indignados sólo salen en primavera, ¿no? Es una cosa rara. Ahora deberían estar en la calle con tantos casos de corrupción que hay, tantos casos de injusticias y tantos casos de desahuciados. Han aparecido los nuevos colectivos (ONGs) que se preocupan por eso, antidesahucios, pero aquellos famosos indignados desaparecieron.
—Tenés un tío ex militante del PSOE, ¿heredaste esa ideología?
—Si tuviera que definirme, me tiro más a la izquierda que a la derecha. Creo en las políticas sociales, son fundamentales para que funcione el mundo. En Estados Unidos soy demócrata y no republicano. En mi país es complicado, hay muchos intereses que se confunden. Ahora todos dicen de hacerse del centro radical de manera sarcástica como para no pertenecer a ningún lado.
—En Argentina, varios artistas o grupos importantes han tocado para el Gobierno. ¿Sucede lo mismo allá? ¿Te han convocado de algún partido político?
—No. Hace mucho el Partido Comunista hacía sus típicas fiestas, a las que yo asistía cuando era pequeño porque iba todo el barrio y tocaban varios artistas. En España desde hace tiempo la música y la política se llevan mucha distancia.
—Estuviste de gira por Uruguay y pisaste otra vez Argentina, ¿qué visión tenés de Pepe Mujica y Cristina Fernández?
—Creo que cada país elige sus presidentes porque son referentes. No pienso opinar sobre cada presidente de Argentina y Uruguay, puesto que los ha elegido el pueblo y si están ahí es porque la gente quiere que sigan estando ahí. Soy un español y un extranjero, no puedo opinar, excepto que hubiera un abuso con la libertad de expresión...
—Te pasó con el fallecido Hugo Chávez, que no te dejó tocar.
—Sí, ése es un ejemplo. En una situación así por supuesto que lo denuncio, lo digo y me peleo con el perro por más grande que sea. No tengo miedo a nadie.
—A España la administra el PP, ¿te gusta Rajoy?
—No. Pues la verdad es que me gusta más Angelina Jolie.