F rente a todos los pronósticos, Escape perfecto fue la gran sorpresa de 2014 en el prime time de Telefe: comenzó saliendo sólo los miércoles, pero los buenos números de rating derivaron en que el programador de la emisora, Tomás Yankelevich, tomara la decisión de pasarlo a formato diario. “Hace exactamente un año, mientras estaba por irme de vacaciones, me llamó Federico Levrino (productor ejecutivo) y me preguntó si quería tomar un casting para un programa en Telefe. Vi los formatos israelí y turco, estudié un poco los guiones, hice prueba de cámaras y a la vuelta de las vacaciones me avisaron que había sido seleccionado”, cuenta Leandro “Chino” Leunis. “Es la experiencia más trascendental a nivel de expansión de mi trabajo”, afirma el locutor egresado del ISER y periodista de 33 años, oriundo de Ramos Mejía, padre de Delfina (5), y en pareja desde hace una década con la locutora de La 100 Karin Rodríguez.
—¿Mirás el rating?
—Sí, lo miro porque determina la continuidad o no de un proyecto, pero trato de que sea otro el factor que a mí me asegure internamente la satisfacción y la tranquilidad. A mí me resulta exitoso cuando se trabaja en un buen clima laboral, y la verdad que eso acá sucede. Por eso, desde los pilotos hasta los primeros 15 programas que grabamos antes de salir al aire ya sabía que este programa iba a ser exitoso.
—¿Imaginabas ser el gladiador del prime time de Telefe?
—No me siento así, y tampoco me imaginaba ganarle a Mirtha, pero no me presiona el rating, no me presiona tener que medir. Este programa rinde al ser un programa blanco para toda la familia.
—¿Qué clase de conductor sos?
—Uno que quiere crecer, que escucha a los demás y que busca conectar con la gente con la que interactúa. Estoy atento alrededor, me gusta ser catalizador y alquimista de todas las cosas que suceden en mi vida. Y pregono la armonía y buena onda, ése es mi único delirio de grandeza.
—Santiago del Moro, Guido Kaczka y vos pertenecen a la nueva generación de conductores en televisión. ¿Qué similitudes y diferencias tienen?
—La similitud es que somos contemporáneos y por eso nos conectamos con las generaciones nuevas más que otros conductores más grandes. Y la diferencia es que Guido nació en la televisión, es principalmente actor y lo pone al servicio de la conducción. Santiago es un buscador incansable, un remador, un sabueso que olfatea los momentos, y yo soy menos estridente, pero con la capacidad de llegar a toda la familia.
—¿Harías un programa de actualidad política?
—No, no me gustaría, no es un formato que me interese. Prefiero que mi lado ideológico quede para en mis adentros, no me parece interesante que se sepa a quién voto, aunque me considero un patriota, pago mis impuestos y no me quejo de ello.
—¿Hablás con Tomás Yankelevich?
—Sí. Tenemos una relación muy cálida, somos contemporáneos.