Susana Giménez y Mirtha Legrand compararon sus partidas: es que ambos convocaban multitudes y hacían enloquecer a sus admiradores. Carlos Gardel y Roberto Sánchez o "Sandro" dejaron al país en la más profunda desolación. El primero, tanguero de alma. El segundo, cantante popular si los hay. Ambos actores. Y ambos serán recordados para siempre por la memoria de los argentinos.
Tanguero. El 24 de junio de 1935 Gardel falleció tras un trágico accidente en Colombia en el choque de dos aeroplanos a punto de despegar sobre la pista del aeropuerto Enrique Olaya Herrera, Medellín. El cantante fue velado en Uruguay y en Buenos Aires. El cuerpo fue trasladado desde Colombia y recibió la aclamación de todos en cada puerto que se detuvo.
El Mausoleo de Chacarita, donde descansan sus restos, fue inaugurado el 7 de noviembre de 1937. El día anterior el cuerpo de Gardel fue trasladado desde el Panteón de Artistas en el mismo cementerio. Miles de turistas lo visitan año tras año.
Gitano eterno. A las 20.40 de ayer el cuerpo de Sandro dijo basta. Apenas conocida la noticia, su imagen recorrió el mundo entero. Ahora sus restos están siendo velados en el Congreso de la Nación y hay más de cinco cuadras de cola. Las admiradoras esperan desde la noche para poder entrar a ver por última vez a su ídolo.
Los restos de Sandro arribaron minutos antes de las 12 al Congreso, rodeado de miles de fanáticos, que aplaudían a su paso, al grito ensordecedor de "Sandro, Sandro". El vehículo fúnebre, escoltado por patrulleros, ingresó en contramano por la calle Combate de los Pozos y se introdujo por una puerta trasera del Congreso Nacional. Con todos los honores, Gardel y Sandro son despedidos como se merecen, con el aplauso de los argentinos.