ESPECTACULOS
Entrevista

Rick Nielsen: "Soy demasiado tonto como para renunciar"

El líder de Cheap Trick habla sobre que implicó ser parte de los años 80 y cómo se logra que una banda sobreviva tanto tiempo en la industria.

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Regreso. La banda lanza el nuevo disco musical “In Another World”. | GZA. JEREMY HARRIS / DAVID MCCLISTER / ROBERT MATHEU

No me molesta no ser la banda favorita de alguien” dice Rick Nielsen, fundador y guitarrista de Cheap Trick, la banda que posee algunos de esos hitos que emocionan en cualquier radio “oldie”. Pero si bien se ríe de eso, de hecho, se ríe de casi todo. Nielsen ahora celebra el lanzamiento de In Another World, un disco que encuentra a los creadores de I Want You To Want Me en pleno estado de gracias. El mismo Rick le dice a PERFIL: “Te lo voy a decir de esta forma: cuando empecé a tocar no tenía idea que nunca iba a dejar de hacerlo. Nada me asusta: firmar con un sello, que un sello te eche, lo que sea que puede pasar, creo conocemos una variante o conocemos el desastre de primera mano. Hemos tenido tantos managers y tantos sellos. Todo eso pasó, y yo todavía estoy acá. Soy demasiado tonto como renunciar, y lo suficientemente inteligente para no renunciar”.

—¿Qué crees que has descubierto a través de la música que no hubieras descubierta de ninguna otra forma?

—Veamos...todos son diferentes, pero al mismo tiempo todos se parecen. Eso es lo que creo. No siempre se parecen en lo mismo, pero todos buscan lo mismo: todos aprecian cosas y al mismo tiempo odian otras. Eso lo ves en cualquier rincón del planeta.

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—¿Qué crees que los ha logradoa  ser un éxito y algo que perdura tanto tiempo?

—Una cosa que uno escucha seguido en la música es la frase “Mi banda favorita es…”. Nosotros somos la quinta o sexta banda favorita de la gente. Y eso no me molesta en absoluto. Eso hace que nunca se cansen de vos. Después de tanto tiempo no somos los mismo que al principio, y tampoco nuestros fans. Entonces algo de lo que éramos y somos les gusta. Es excelente que no te guste una sola cosa. Trato de ver siempre el mundo de una forma que implica tener los ojos abiertos, no juzgar. Entender, conocer. Hay mucha verdad en el mundo, en las cosas, como para ignorarla.

—¿Qué verdad encontraste en la música?

—No es difícil darse quien es un artista real y quien no. He trabajado con gente que es un lujo. Que entiende perfecto su arte. Por ejemplo, mi voz es rara, tiene un timbre raro. Pero también tienen un timbre raro las voces de Bob Dylan y las de Billy Corgan. Entendí que no hay que ser lindo para verte bien. Se trata sobre otra cosa: quizás lo que te hace lindo es tu voz, tu forma de escribir, cuán creativo sos, cómo lidias con la gente y así. 

—¿Cuál ha sido el cambio más grande que has visto en la industria?

—Por supuesto que hoy el cambio tiene que ver con la presencialidad: casi nadie esta tocando en vivo. No es un momento que inspira mucho. Lo que más me molesta es que hay más riesgo de que cierren lugares donde tocar que con una crisis económica. Desde otra perspectiva, los shows de talentos musicales en TV muestran que nosotros, por ejemplo, hoy no podríamos existir. No seríamos un éxito. Y antes tocabamos 4 o 5 veces por noche. No necesitamos cosas como “auto-tune”, no necesitamos explosiones. Quizás eso hubiera ayudado. 

—¿Qué los ha hecho diferentes de otras bandas?

—No sé...quizás que nunca progresamos. Nunca intentamos ser nada que no éramos. No éramos soul, no éramos country.  Simplemente éramos Cheap Trick. En este tiempo dentro de casa, aproveche para estar encerrado en casa escuchando nuestros discos. Nunca había hecho eso. Y descubrí cuál era nuestra historia. Ví momentos que odiaba, pequeñas cosas que me gustaría cambiar, otras que no sabía que eran tan buenas. Me gustaba escuchar discos. Y escuché discos en estos meses. Descubrí otra vez cuánto amo ese concepto, ver cómo se ejecuta y como la música salva.

 

Los ochenta reflejados

—¿Qué recordas de esos primeros años de gira y de éxito masivo?

— Tocar todas las noches en lugares distintos. Sentir que estas en una banda y que esa banda es lo que haces. Éramos una banda de covers, y después hacíamos otra cosa. Mentíamos que éramos una banda de covers y después tocabamos cualquier otra cosa. Nunca fuimos tal cosa. Pero ese era nuestro truco para poder permanecer en el negocio cuando éramos jovenes. 

—¿Qué te gustaba musicalmente de aquella era y hoy todavía te gusta?

—Me gusta mucho Jeff Lynn antes de ELO. Tengo un disco, Idle Race, que me vuelve loco. Igual me gusta cuando las canciones tienen emoción además de talento. El talento solo te lleva hasta determinado punto. Hay otro donde se siente que sentir que estas volcando un poco de tu alma en lo que haces.

—¿Qué puede hacer la música por nosotros en este momento?

—Te va a llevar a lugares que no son los que conoces. Son lugares donde te preocupas menos, donde no estresar. Es buena para la vida. Siempre pensé que la potencia y fuerza de la música te permite vivir mejor, más. La música cura el alma, puede alejar tu mente de lo mundano. Puede ubicarte en un lugar excepcional aunque sea por unos pocos minutos. Hay mucho de la música que nos muestra que hay otro lugar donde nuestra mente puede ir, fuera de lo cotidiano. Es maravillosa esa sensación.