Hace 18 años, se publicaba una obra del escritor estadounidense Michael Crichton que, evidentemente, haría historia. Incluso antes de que Jurassic Park fuera adaptada al cine, ya había despertado la curiosidad del público acerca de los dinosaurios.
La fiebre, de todos modos, despertó cuando Steven Spielberg llevó a los desaparecidos gigantes a la pantalla grande, con Laura Dern, Sam Neil y Jeff Goldblum como protagonistas.
La trama guarda ciertas similitudes con la historia del tigre de tasmania resucitado recientemente. Un grupo de científicos recreó varias especies de dinosaurios de manera artificial a partir del ADN encontrado en mosquitos que fueron preservados en ámbar. La idea era que estos animales se conviertiesen en la principal atracción de un parque temático.
Sin embargo, el parque nunca llega a ser abierto al público porque las bestias –como era de esperar- no pueden ser controladas.
La película batió récords de público y empujó al autor de la novela a escribir una segunda parte que, por supuesto, también fue llevada el cine. En 2001 se estrenó la tercera parte de la saga y se espera la llegada de una cuarta.