Son los personajes populares los que marcan las temporadas: un divorcio, una muerte, un hecho policial y, por supuesto, un romance, definen si un verano fue interesante o si pasa al olvido mucho antes de, siquiera, comenzar el otoño.
Y en Punta del Este, Susana sacudió el letargo de un verano que solamente parecía tener a Marcelo Tinelli como el protagonista absoluto, ya que se especulaba que en playas esteñas él, quizá, presentaría nueva novia o –como sucedió– disfrutara de muchas de las ventajas que concede ser el hombre más poderoso de la televisión y, además, millonario. Y así lo hizo. Pero escudado en la privacidad que ofrece a los muy VIP la discoteca más famosa de La Barra y, también, la casa que el dueño de la misma a no mucha distancia de la del conductor de ShowMatch, sólo hubo algunas imágenes de Tinelli abrazado a un par de morochas voluptuosas y las declaraciones de chicas en ascenso dieron cuenta de su desenfreno nocturno.
De frente. Susana, en cambio, eligió mostrarse, contestar con frases cortas y dejar que el resto imagine la historia. Nadie cómo ella conoce el juego, ni tampoco se mueve tan seguro. Todas sus relaciones importantes tuvieron su perfil “escandaloso”: “la bella y la bestia”, cuando se enamoró de Carlos Monzón; la mujer madura con novio juvenil cuando apareció con Ricardo Darín; después le siguieron su boda con Huberto Roviralta y el divorcio millonario; Jorge Rodríguez, Jorge Rama... Y para sumar, en el inmaculado living que la diva tiene en Telefe fue Moria Casán quien el año pasado le deschavó su romance con Cacho Castaña, Sergio Denis, una “trampa” nocturna con un hombre casado en Valeria del Mar y el “casting de sábanas” que ambas tuvieron –por separado obviamente– durante una temporada en Mar del Plata. Cuando ella decidió aparecer con Damián Popiloff una noche el hotel Conrad de Punta del Este, sabía perfectamente que entraba en tiempo de descuento y que la etapa de soltería de la que tanto se jactó durante 2009 había llegado a su fin. Al menos, por un tiempo.
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