"The Orpheists nace como un proyecto personal, de mucha introspección, con algunas composiciones que escribí en el piano antes y durante la pandemia” dice Edo Costantini, el artista, fotógrafo y fundador de Kabinett y Kolapse (plataforma que da cuenta de una búsqueda a la hora de contenidos que reflejan su preocupación por el mundo y su actual riesgo ecológico). Y suma: “A este proceso largo y aislado, me pareció bueno sumar nuevas voces, otros instrumentos, para empezar a compartir mi trabajo con otros músicos. El año pasado lanzamos nuestro primer disco, Silencio. (Cuatro canciones para el Fin de Nuestros Tiempos). Estamos muy contentos con lo que logramos”.
Ese “logramos” a la hora del disco disponible en plataformas Silencio. (Cuatro canciones para el Fin de Nuestros Tiempos), que posee videos de la agrupación que también transmiten el espíritu de la banda, implica a nombres como el percusionista brasileño Mauro Refosco, el chelista Gabriel Cabezas y el productor y músico Jake Owens. Suma Costantini: “En estos momentos desafiantes que vivimos, esperamos que nuestra música inspire a más personas a apreciar cada momento y a pasar más tiempo en la naturaleza, sintiendo nuestra conexión con los árboles, las plantas y teniendo más conciencia y empatía por los seres vivos con los que convivimos. y compartimos nuestro planeta”.
“Esperamos que nuestra música inspire a más personas a apreciar cada momento”
—¿Qué crees representa en esa búsqueda lo que han hecho hasta ahora?
—El álbum mezcla instrumentos clásicos o ancestrales con sonidos electrónicos, representando la fusión del pasado con el futuro. Las composiciones, por momentos minimalistas, podrían asemejarse a la propia naturaleza, combinando el silencio y la resonancia para evocar la belleza y los ciclos naturales del planeta Tierra. También podriamos decir que es una reflexión sobre la fragilidad de la naturaleza y el daño que le estamos causando, llegando al punto de situar a nuestra especie en peligro de extinción. Grabamos un video para la canción “First Snow on Katonah”, durante una de las tormentas de nieve más grandes que hubo en los últimos 100 años en Nueva York. Fue dirigido por Ben Adler e incluye varias escenas de la serenidad del bosque en ese invierno salvaje, e imágenes que permiten al público involucrarse con esos paisajes.
—¿Cómo armaron la unión que los define?
—The Orpheists surge en 2017, dos años antes de la pandemia, cuando comencé a escribir canciones en el piano. Todas las mañanas comencé mi rutina de escribir música, a medida que avanzaba, me di cuenta de lo solitario y aislado que me sentía. Entonces pense en agregar otros sonidos y texturas trabajando con otros músicos. Le mostré mi trabajo a Mauro Refosco, un músico brasileño conocido por su trabajo con David Byrne y como percusionista de apoyo de los Red Hot Chili Peppers. Le gustó mucho y eso me alentó a seguir adelante. Luego se incorporó el violonchelista Gabriel Cabezas, gran músico que ha trabajado con orquestas sinfónicas importantes de Estados Unidos. Acaba de tocar con el gran Dudamel. A su vez, el disco fue grabado y mezclado por Jake Owen, productor, músico y cofundador de la productora musical DO Sounds, quien ha realizado giras internacionales con reconocidas bandas.
—¿Qué implica para vos la posibilidad de poder crear musicalmente?
—El proceso de escribir cada pieza sentado en el piano, en una hoja, nota por nota y con un lápiz, es algo sublime, muy enriquecedor a nivel personal y espiritual. Encontré paz y en esas mañanas de silencio, me descubrí armonías y melodías que me gustaron mucho. Es en el proceso de lectura de partituras de compositores que admiro, cuando surge una idea, y luego tardo unas semanas en desarrollar y terminar cada una. Las series de fotografías que capturé en los últimos años, completan este proceso creativo que sigue evolucionando.
—Hay en sus temas una potencia fascinada, en su estética, con la naturaleza ¿cómo marca la naturaleza su creación musical?
—El álbum Silencio. Cuatro canciones para el Fin de Nuestros Tiempos consta de cuatro canciones instrumentales. Durante mi proceso de escritura, me sumergí por completo en los hermosos bosques de Katonah, Nueva York. Caminaba temprano al amanecer y por las tardes casi todos los días por el bosque, como un ritual. Cada pieza rinde un sutil homenaje a estos momentos, a las estaciones, al paso del tiempo y a la vez son reflexivas también sobre la idea de un colapso mundial inminente. Compasivas y por momentos melancólicas quizás, las piezas transmiten un sentimiento similar al de la actual visión ecológica de nuestro mundo: un planeta destinado a sufrir a manos del consumo y la negligencia de los humanos. El estreno del disco siguió esa línea, lo presentamos en vivo por primera vez en Junio del 2022 en la Galería Praxis de Nueva York, en el marco de la exposición de arte “Herbarium. A Botanical Journey” de Delfina Braun, quien hizo el arte de la tapa. La presentación en vivo terminó convirtiéndose en una experiencia inmersiva, tocar nuestra música rodeados de los dibujos de plantas, hojas, flores, hongos que colgaban hizo que los invitados entraran en un estado casi meditativo, según nos comentaron al final de tocar.
—¿Qué sentís que los distancia de otras formas de música? ¿De qué universos musicales se sienten más cercanos?
—Nuestra música proviene de un lugar muy íntimo y profundo. Como te mencioné, le dedico una buena cantidad de tiempo a leer y a practicar música de otros compositores, y generalmente en este intenso proceso, surge una idea. Compositores como Bach, Brahms, Chopin, Schumann, Debussy, Satie, Philip Glass, Max Ritcher, entre otros. Luego, me tomo el tiempo para desarrollarla hasta concluirla. Este proceso dura algunas semanas, o incluso meses. Y esto es solo el principio, cuando tengo la pieza escrita para piano solo. Luego me siento con el violonchelista, Gabriel, y trabajamos juntos para integrar su voz musical en la composición. Luego, en el estudio de grabación, Mauro agrega percusión y otros sonidos y texturas. Después de esto, agrego otros teclados electrónicos. Juntos hacemos capas y capas hasta que el sonido coincide con la imagen y el sentimiento que tenemos. Como se puede ver, el proceso es largo y fascinante. Y por último, Jake hace un gran trabajo mezclando todo.
—¿Cómo sigue el recorrido de The Orpheists?
—Vamos a seguir grabando canciones y presentando la música en vivo. A fin de año lanzamos el disco completo. En Silencio. (Four Songs for the End of our Times), grabamos tres músicos. Hacia adelante me imagino podran sumarse más músicos tambien.