La semana pasada, desde estas páginas, contábamos que –contra lo que habían informado otros que se “comieron el amague”– Marcelo Tinelli, tras las marchas y contramarchas, podía volver a la televisión en la pantalla de El Trece. Dos días después, desde el aire que tiene en esa pantalla con Dale la tarde!, y como de costumbre a puro grito pelado, Mariano Iúdica casi oficializó el hecho lanzando ¿bromas? sobre el posible regreso y el famoso cartel sobre la calle Lima con el rostro de Tinelli que se había quitado. Lo cierto es que, al cierre de esta edición, la firma en los contratos aún no ha sido estampada, motivo por el cual no es casualidad que su imagen no haya sido incluida en el muy buen spot institucional –lejos, el mejor de los últimos años– de la emisora. “El Trece está a la moda”, con todas las figuras del canal.
Como ya se dijo, el formato no será el que tuvo hasta el año pasado, con el Bailando por un sueño como eje central y excluyente, sino que ahora lo central será el humor, como en los viejos tiempos de VideoMatch. Si bien no se descarta que el concurso de baile forme parte del envío, se sabe que el programa contará con imitaciones de Jorge Lanata –obviamente, al formar parte de la misma emisora y al haberse “reconciliado”, el periodista participaría de la broma–, el papa Francisco, Carlos Bianchi, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, Viviana Canosa –últimamente, ácida crítica de Tinelli–, Leonardo Fariña, Psy –el coreano creador del Gangnam Style, que moviliza a bebés–, el charrúa Pepe Mujica, Jorge Rial y Virginia Lago –en su rol de presentadora de películas de la tarde–.
La idea de Tinelli es realizar un programa piloto para evaluar cómo combinan los materiales grabados con los que deberían realizarse en vivo, y para que las autoridades de la emisora den su aprobación.
La fecha que se baraja en Ideas del Sur para el retorno a la pantalla es finales de agosto o principios de septiembre.
Esto no es casual: para entonces ya deberían haberse desarrollado las elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) y estaría más claro quiénes son las figuras de relevancia de cara a las elecciones generales de octubre. Eso no determinaría sólo los personajes políticos a imitar sino también, y fundamentalmente, el tono.
Una cosa es ocuparse con humor satírico de una Cristina Kirchner que arrase con sus candidatos y apunte hacia una re-reelección y otra muy distinta sería si, como se prevé, los números no le dieran para una reforma constitucional que le habilite un nuevo mandato e ingrese en el ocaso de sus días en la Casa Rosada y, al mismo tiempo, la elección legislativa termine por transformarse en una vidriera de potenciales candidatos presidenciales de cara a 2015.
Lo cierto es que Tinelli encara el regreso. Y más de un político está temblando.