La sexta edición del Lollapalooza viene recargada de ofertas musicales interesantes. La programación fue eficaz: según los organizadores, las entradas para las tres jornadas del festival (viernes 29, sábado 30, domingo 31 desde el mediodía en el Hipódromo de San Isidro) están muy cerca de agotarse, un dato que también revela el perfil general del consumidor en este caso: el abono VIP para los tres días cuesta 12 mil pesos, una suma que asusta en esta época de crisis.
Los platos fuertes de esta edición son, naturalmente, los nombres que figuran como cabeza de cartel. Basta con observar el tamaño de la tipografía que los diferencia del resto en el póster de promoción. Pero también hay números interesantes en la segunda línea: atención con St. Vincent, Greta Von Fleet –especialmente los fans de Led Zeppellin–, Foals, Portugal The Man, la familia Veloso –el legendario Caetano, con sus tres hijos Zeca, Moreno y Tom– y Kamasi Washington –ideal para los amantes del buen jazz–.
De los shows más destacados, se podría empezar por el de Arctic Monkeys (sábado 30): la banda liderada por Alex Turner es hoy por hoy una de las más poderosas e indiscutidas del rock británico, cuya tradición es realmente admirable de The Beatles en adelante. A la calidad artística de sus seis discos se añade el dato de sus excelentes ventas. Dos ejemplos que dan cuenta de ese poder de fuego comercial: la edición en vinilo de Tranquility Base Hotel & Casino (2018), último disco de la banda de Sheffield, fue la que más rápido se despachó en los últimos 25 años; y AM (2013), su producción anterior, superó los dos millones de copias vendidas.
El estadounidense Post Malone (viernes 29) llega con el aval de cifras que asombran: está por alcanzar en Spotify los 49 millones de oyentes, lo que lo coloca en el tercer lugar del ranking de esa importante plataforma de streaming, detrás de J. Balvin y Ariana Grande, que la lidera con 54 millones. Con apenas 24 años, este rapero blanco nacido en Siracusa se instaló en la cima del género, con su álbum Beerbongs & Bentleys (2018), y fue uno de los que más público convocaron en la edición del Lollapalooza Chicago del año pasado.
Kendrick Lamar (domingo 31) fue nada menos que el artista más nominado de la última entrega de los Grammy. Ganador de un Pulitzer por su trabajo como compositor, llena estadios en todo el mundo, fue una de las personas más influyentes del mundo para la revista Time en 2016 y es considerado por críticos musicales y analistas como una de las voces de su generación. Lamar sacó su primera mixtape con apenas 16 años y enseguida se hizo hueco en la escena californiana. En 2012 lanzó Good Kid, M.A.A.D City, un disco narrado con la lógica de una película que recorre su infancia y aborda temas como la violencia en un barrio tan duro como el Compton de los 90, donde se crió. Vendió más de 2 millones de copias en todo el mundo. Confirmó con creces su talento con dos discos que están sin dudas entre lo mejor de la música negra contemporánea –To Pimp A Butterfly (2015) y DAMN (2017)–, con los que se ganó detractores –como la conservadora cadena Fox News– por su picante contenido político y seguidores incondicionales de la talla del ex presidente Barack Obama.
Programacion paralela
En total, habrá en esta nueva edición del Lollapalooza más de cien artistas internacionales y nacionales (entre ellos, Fito Páez, Vicentico y Juana Molina). También hay una programación paralela de sideshows, que han despertado mucho interés. Salvo Interpol (que se presentará el 28 de marzo en Vorterix), todos los demás tienen entradas agotadas: Years & Years (27 de marzo en Niceto Club), Troye Sivan (28 de marzo en Niceto Club) y Greta Van Fleet (1° de abril en el teatro Gran Rex).
Los más pequeños volverán a tener su espacio, en el Kidzapalooza, con música, talleres y actividades creativas especialmente pensadas para ellos. En el line up de este año aparecen Deep Roy, Peppa Pig & Friends, Los Raviolis, Cesar Pavon Orkesta, Valor Vereda, Orquesta de Beatbox, Bigolates de Chocote, Nilocos, Vuelta Canela, Rudy Guemes, DJ Guille, DJM55 y DJ Tomas Otero.
Al margen de lo artístico, los organizadores remarcan su interés por fomentar entre los asistentes “un estilo de vida más sustentable, amigable con el ambiente, solidario, responsable y consciente”. Con el apoyo institucional de la Organización de Naciones Unidas, se llevará a cabo un trabajo de reducción de la huella ambiental basado en la tarea de una planta de separación de residuos, con contenedores para reciclables y no reciclables.