Un dato para quienes se les haya pasado por alto, el martes comenzó la tercera temporada de Nip/Tuck, la serie de Fox que relata las vidas de dos exitosos cirujanos plásticos de Miami y que tiene su gran atractivo en el novedoso cruce de géneros que propone.
Con una estética glamorosa y refinada, las historias tienen componentes del policial clásico, de las películas porno soft, del culebrón latinoamericano, de la comedia de enredos o hasta del cine clase B más bizarro.
Los cirujanos Sean McNamara (Dylan Walsh) y Christian Troy (Julian McMahon), socios fundadores de la clínica McNamara/Troy, son los protagonistas de un triángulo integrado también por Julia McNamara (Joely Richardson). Los tres se conocen desde jóvenes, cuando estudiaron juntos en la carrera de Medicina. Tan unidos fueron siempre, que en la temporada anterior nos vinimos a enterar de que Christian era en realidad el padre de Matt, el hijo mayor del matrimonio. Claro que Sean no lo sabía.
La pareja se está yendo al garete. En el capítulo estreno Julia le pidió el divorcio a Sean, quien pese a los avatares emocionales se haya empeñado en llevar adelante la clínica, mientras Christian aun no puede recuperarse del ataque de “The Carver”, un psicópata que se dedica a deformar los rostros de sus víctimas, convencido de que la belleza es la peor maldición de la sociedad moderna. El pobre Christian, el más mujeriego de todos los mujeriegos de Miami, tiene un conflicto grave: The Carver, escudado en una máscara blanca, no sólo le cortó el cuello. Lo sodomizó en su propia cama.
Cada capítulo dedica una buena parte a “mostrar” una cirugía. El comienzo de la tercera temporada fue un alegato contra la obesidad y la adicción a la tele. Sean (que tiene un costado políticamente correcto y atiende algunos casos gratis) y Christian tuvieron que operar a una mujer que estuvo tres años viviendo en un sofá instalada frente a su televisor. Para sacarla de la casa, los bomberos tiraron una pared abajo. La señora murió en el quirófano.
El envío terminó con la acostumbrada cuota de sexo: un trío entre Christian, la mujer policía que investiga su ataque, y la blonda novia del cirujano metrosexual. Señoras, señores, esto recién comienza.