Soledad Villamil y Federico Olivera eligieron un bar de la zona de Florida, Vicente López, muy cerca de la casa que habitan. El bar, sin lugar a dudas, se asemeja a la carrera del arte de la actuación de esta pareja con 19 años de historia: es pequeño pero cuidado, no tiene ruidos sino que reina un silencio reflexivo y una estética que mezcla lo rústico, vintage con lo cool. Juran que no dan notas juntos, pero la participación de ambos en la segunda temporada de La Casa del Mar, producción argentina y original de DirecTV que finaliza el 27 de junio, fue la excusa perfecta para charlar de todo con PERFIL.
—Vuelven a trabajar juntos en televisión luego de La vida según Muriel, hace 20 años, y en una historia en que juegan al gato y al ratón. ¿Cómo fue el reencuentro? ¿Compartieron los guiones en su casa?
Villamil: Estuvo muy bueno y divertido. La serie nos agarró en un buen momento de la pareja y también profesional. Estar bastantes seguros y tranquilos con lo suyo. No nos produce un cimbronazo fuerte.
Olivera: El humor nos recontra activa. Es una pata importante en la relación, pasarla bien, esto es hora a hora y día a día, mientras que estás presente. Es un cheque en blanco. No hay nada que este mal entre nosotros.
—Federico haces de un padre que tiene problemas políticos y de abusos sexuales dentro de la familia. ¿Dónde fuiste a buscar para hacer el personaje?
O: Fui a la psicología de un tipo que el padre le dice “vos no servís para nada, yo te inventé” y en algún lugar reconoce ese razonamiento, está anulado, se anula, no sabe qué hacer. ´Pensaba: “lo que no puede hacer, ni decir”, lo vi como alguien pusilánime, de por qué se banca eso y vive de esa manera. Me imagine un tipo subordinado, no puede terminar de ser él, y empieza a ser un mono con navaja.
—Soledad en la serie sos una fiscal y en El secreto de sus ojos fuiste jueza. ¿qué visión tenés de la justicia?
V: En las dos historias que me toco ponerle la cara a la justicia el guión se encargó de contar algo que considero que es bastante real y es que la justicia está jaqueada por intereses económicos y políticos y que son escasísimos los casos reales que realmente alguien pueda llegar a hacer justicia desde un tribunal, un juez o un fiscal.
O: Hay un documental en Netflix que se llama Requiem for the American Dream que cuenta por qué el sistema no funciona y es porque todos en la justicia responden a otro interés, la burocracia es muy grande, y sin la igualdad social es una utopía que exista la justicia. Para que un candidato sea candidato tiene que ir acompañado por las grandes corporaciones.
—En el libro Born de María O Donnel, cuenta que Montoneros dieron tres millones de dólares para la campaña de Carlos Menem.
O: Claro. Está tan arraigado que uno desde el llano es un esquema corrupto es imposible que siga así el sistema.
Olivera y Villamil son fanáticos de la literatura de género policial. “Leemos muchos libros: el de Henning Mankell, de la que se hizo la serie Wallander, Doyle, y Asa Larsson”, enumeran, y agregan a la lista a los literatos locales Martínez y Olguín. En su casa, ella canta y él toca el piano. “Estamos escribiendo algunas canciones juntos para mi próximo disco (Ver recuadro)”, dice la actriz. “Amamos los policiales. Y a la serie la serie la hicimos en tres meses y es el formato ideal para contarlo, con capítulos cerrados, casi como se hacían en las novelas de revistas del 1900”, agrega el actor.
—¿La Casa del Mar podría estar en televisión abierta?
O: Para las exigencias de la televisión abierta, hoy no. La calidad es muy alta pero la televisión busca costo y rentabilidad, y piensan en el rating. Si me preguntas si esto puede hacer 18 puntos de rating y te digo que lo más probable que no, ya que para mí la masividad se identifica con otro tipo de cosas, más accesibles.
—El cable hay días que le gana a la TV abierta. ¿La TV abierta perdió calidad?
V: La ficción argentina todavía tiene mucho para ofrecer y se hacen cosas buenas y estaría bueno que siga ocupando una franja más importante de la que hoy ocupa ahora por el tema de las latas.
O: Ahora se habla mucho del streaming, multipantallas, hace que todos podamos tener realmente la sensación de libertad de que yo puedo poner play y pausa cuando quiero y no esperar. La TV abierta es una oferta con menos barreras, no necesitas internet, ni abono, pero solo se emite una vez y eso va en contradicción de esta libertad. Y además cambió el negocio y por lo tanto ya los directores y productores trabajan más en ese formato de series o pensando en la web, en multiplataformas.
Aparecen gestos de orgullo al momento de hablar de sus hijas.“Ellas nos activan un montón, nos despiertan”, reconocen. Son Violeta, de 15, y Clara, de 10. Dicen que están en una edad en que “pueden llegar a ser de todo”, coinciden. “A la más grande le va por el lado de la escritura, algo más introspectivo, le gusta pintar. Y a la más chica le gusta cantar, es más showwoman”, cuenta Soledad. El actor remarca que “ellas no tienen que insertarse en esta decisión nuestra de ser actores, si ellas en algún momento deciden estar en este medio lo harán y armarán su propio camino”. Ah, un detalle a valorar en estos tiempos de invasión tech: “al momento de sentarse en la mesa no hay celular, no existe, no se usa”.
—¿Cómo ven los subsidios a las ficciones durante el gobierno anterior, y ahora con un gobierno en que por ahora predomina el ajuste?
O: Es temprano para hacer una evaluación. Hubo un cambio. Entonces sería injusto para cualquier parte hacer un análisis. Hoy la foto está dando de manera negativa para la nueva administración.
V: Es el patrimonio cultural de un país. No hay buenos síntomas. Por ahora no se recibió todavía un planteo claro de que van a hacer o no se entiende. Por ahora no hay propuesta. Es como un limbo.
—¿Y los tarifazos a los teatros?
O: Es incomprensible. Es un desastre.
V: Una catástrofe. Las salas del circuito off prácticamente no pueden hacer frente a los gastos. El teatro argentino que gana premios y que en el mundo es ejemplo y nace en esas salas pequeñas, esas escuelas, están amenazadas.
O: No se entiende. Y no tiene rumbo. Está pensado desde la productividad. No sé si esta administración consume cultura, la verdad es que no lo sé. No sé si van al teatro o leer libros.
“Estamos buscando socios para una ficcion”
Para la pareja se viene un desafío mayor que el de compartir el set. Villamil (46) y Olivera (46) están en plena creación de su propia serie y el actor está escribiendo el guión. “Es de drama e intriga y la voy a dirigir”, revela Olivera. “Yo seré la protagonista femenina y estamos buscando un actor”, dice Villamil quien evita dar su nombre: un argentino que no vive en el país. Se encuentran en el momento de buscar dinero porque con su inversión no les alcanza. “La vamos a co- producir, necesitamos socios”, agregan.
Villamil volvió al país luego de rodar el film brasilero Teu Mundo Não Cabe nos Meus Olhos de Paulo Nascimento. “Me preparé muchísimo para este personaje más allá de aprender el idioma”, dice la actriz quien comparte el protagónico con Edson Celulari, actor paulista de larga trayectoria. Tras el éxito de El Secreto de sus ojos que ganó el Premio Goya a Mejor Actriz Revelación, Villamil rechazó jugosos contratos para televisión y cine, porque no le convencían, elige su otra pasión: cantar. “Estoy grabando mi próximo disco que tendrá 10 canciones y no será de tangos”, y espera tener dos ciclos en Buenos Aires en julio y octubre. El año que viene filmará la ópera prima de Sabrina Moreno, una directora cordobesa. “Es una película de autor, cuenta la historia de una familia de Córdoba que se va de vacaciones a Mar del Plata en plena crisis de pareja”.
A Olivera le queda estrenar Vida política, ficción creada por CDA con subsidios de la administración k. “Dirige Pablo Faro, con Osvaldo Santoro, Cecilia Dopazo y Rafael Ferro. No tenemos fecha de estreno, no sé por dónde va a salir”.