ESPECTACULOS
danzafuera!

Un festival liminal e inclusivo en la ciudad de las diagonales

El evento de danza realiza su séptima edición con obras de Argentina, Brasil, Bolivia y Uruguay. Habrá performances en trenes, calles, centros culturales y otras locaciones.

20200307_danza_fuera_gzadanzafuera_g.jpg
Moderno. Se busca exhibir de forma gratuita shows producidos desde una gestión independiente. | gza. danza fuera

Del 12 al 21 de marzo, se realiza el VII Festival Internacional de Danza, Performances e Intervenciones Urbanas, Danzafuera!, en La Plata. El evento tiene las virtudes de desplazar la atención respecto del centro aglutinador de arte y cultura, que es Buenos Aires; de ser sostenido por el ingenio y esfuerzo de gestores y artistas independientes, coordinados por Jorgelina Mongan, Mariana Sáez, Julieta Scanferla y Constanza Copello; y de congregar obras e intervenciones de Argentina, Bolivia, Brasil y Uruguay. Las propuestas, todas gratuitas y sostenidas por becas y subsidios nacionales e internacionales –como Iberescena–, dan cuenta de la diversidad de la danza contemporánea argentina y de América Latina.

El jueves 12 arranca, de 15 a 19, la performance Posa, de Florencia Vecino. Aunque originalmente concebida para galerías de artes plásticas, esta vez, interactuará con los usuarios del Tren Universitario de La Plata, experiencia que se va a replicar por el streaming de Instagram. Desde CABA, Vecino celebra el festival: “Destaco la continuidad y que haya podido reinventarse a partir de las condiciones de cada año. ¿Hay algo más político que un festival de danza, que en su mayoría sucede en el espacio público? Es importante apoyarlo”. También Natalia Tencer, creadora e intérprete de Bailarina. Ejercicio de libertad, señala que Danzafuera! “amplía el abanico de posibilidades de representación, está interesado en la colaboración en red y en el cuestionamiento de los límites de la danza: como bien lo dice, llevar a la danza fuera de sí misma”. Parte de esos límites explorará Tencer el 15 de marzo de 17 a 22, en Bailarina, donde va a “la búsqueda de […] un estado actoral del cuerpo en movimiento. Copiar acciones físicas, gestualidades desopilantes y grotescas, los recorridos físicos expresivos de, por ejemplo, Gena Rowlands, Virginia Innocenti, Mercedes Funes, o Fernán Miras. Un “ensayo/ficción” abierto al público, que puede circular libremente; pueden venir las veces que quieran durante la jornada, irse, volver, quedarse todo el tiempo”.

Entre otras obras de creadores porteños, estará P3rr1t3$ M4lv4d3$, de Fiorella Alvarez Vleminchx. Y de los locales, Urdimbre fue creada por Nahuel Ortiz específicamente para un área en desuso de CITA (Cooperativa Industrial Textil Argentina de Producción y Consumo); la empresa, recientemente en crisis por la situación económica nacional, se resignifica como escenario artístico.

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

Constanza Copello sintetiza la diversidad de las propuestas: “Hay obras en espacios cerrados; intervenciones en la calle, como caminatas; espacios internos de reflexión y pensamiento. La selección de las obras se hace por convocatoria abierta; llegan muchas propuestas de muchas partes del mundo. Para programarlas, como para 2020 tuvimos problemas con los espacios institucionales [oficiales], salieron los ámbitos independientes a cubrir esa falta: Vil Teatro, La Grieta, El escudo, El espacio y El sótano, que son sostenidos autogestivamente por artistas locales durante todo el año”.

El dinero y el público circulantes son temas fundamentales. Copello resume la perspectiva de Danzafuera!: “Siempre me pregunto cómo hacer para que venga gente. Todas las actividades del festival son gratuitas. Es una apuesta a la gente, que probablemente no se acerca porque no conoce, no sabe, porque prefiere gastar el dinero en otra cosa o porque simplemente no lo tiene. El festival es una oportunidad para acercarse a la danza y ha ganado mucho público: todos los años circula mucha gente que colabora, asiste y consume”.

 

La palabra de Bruno

A Danzafuera!, vendrán, de Brasil, Por onde andam os porcos, de Kildery Iara, y Encruza/Encruja, de Calu Zabel; Croquis corporis, de Daysi Tatiana Ortubé Rioja, llegará desde Bolivia; y El universo no se asemeja a nada, desde Uruguay, de y por el performer Bruno Brandolino, quien reflexiona aquí. “Me interesa que se trate de un festival independiente llevado adelante por un grupo de mujeres; que su comunicación sea en lenguaje inclusivo; que la programación desborde ciertos límites de “la danza”.

Y agrega: “Siento mucha empatía: la danza contemporánea en Montevideo –y en Uruguay– tiene una historia de autogestión muy fuerte: siempre se vio en un segundo plano en relación, por ejemplo, a una cultura teatral dominante muy apoyada desde lo institucional. En ambos contextos, les artistas de la danza se encuentran trabajando en un estado de precariedad que condiciona lo que producen y cómo piensan sobre lo que producen. La danza contemporánea tanto aquí como allá propone un espíritu crítico y político: qué puede la danza, qué cuerpos danzan y qué es lo que practicamos. Una danza preocupada por generar espacios donde practicar otras vidas, vidas futuras, ecosistemas y cuerpos más libres, donde experimentar lo que deseamos para nosotres y para el mundo. Puede que fracase, pero es importante el seguir intentando”.