Drew Pearce, guionista y director inglés, estrena Hotel de criminales, en la Argentina, el 13 de septiembre. Aunque Pearce ya hizo guiones de Iron Man 3 y Sherlock Holmes 3, ésta es su ópera prima. Atravesada por las coordenadas de la ciencia ficción, la acción se sitúa en Los Angeles, pero en 2028. Allí, sucede una distopía perturbadoramente cercana a nuestro presente. Apenas una década separa aquel tiempo de éste. En ese futuro próximo, la ley y la Justicia son aún más erráticas que hoy. Eso permite la existencia de una suerte de hospital que recibe a delincuentes prófugos, dentro de la estructura de un hotel venido a menos, en el que, sin embargo, hay infraestructura médica con una responsable que es una actriz de lujo: Jodie Foster. Ella es la llamada Enfermera, que recibe y sana a ladrones, asesinos, traficantes. El elenco se completa con Sterling K. Brown, Sofia Boutella, Jeff Goldblum, Brian Tyree Henry, Jenny Slate, Zachary Quinto, Charlie Day y Dave Bautista. En diálogo exclusivo con PERFIL, el director brinda detalles.
—¿Por qué elegiste situar la película en 2028? ¿Qué relación hay entre la actualidad y el mundo de ciencia ficción?
—Podría haber sido el año 2025… Pero diez años es un período bastante amplio como para explicar los avances tecnológicos y extrapolarlos en un ambiente sociopolítico. El mundo avanza tan rápido… Aparece en el film la idea de la falta de agua potable en Los Angeles. Es algo que me interesa analizar. La película no es precisamente violenta, sino que muestra mi punto de vista personal sobre lo que para mí es el futuro. Lamentablemente estamos viviendo en un mundo lleno de miedo, en Estados Unidos y en Europa. Lo que sucede en el film puede ocurrir en Los Angeles mañana. Pero pienso que vamos a llegar a un período de entendimiento, en que personas que provienen de diferentes estratos sociales puedan trabajar juntas y ayudarse unas a otras para superar la tormenta. Mientras tanto, la película muestra personas pagando un penthouse o una suite para tener seguridad, y el dolor que provoca el aislamiento para intentar no ver el monstruo que llevan dentro, en tanto creen que los monstruos son los otros. El mal está dentro de los personajes y no afuera en la realidad, que es tan peligrosa como la realidad interior.
—¿Qué autores, textos o cineastas de ciencia ficción han sido inspiración para vos?
—Soy un fanático de relatos de ciencia ficción. En mi película, hay una mezcla de ciencia ficción, crimen, romance y drama humano. Cuando tenía 18 años, iba al video club y pedía películas como Robocop, Terminator, Diva y Subway. No existía gran diferencia entre el Blockbuster y un video club de películas de arte. Todo esto está amalgamado en mi película.
—El hotel se llama Artemisa. ¿Cómo es la relación con la diosa de la mitología griega?
—El hotel representa a la diosa de la curación. Artemisa es la diosa que cuida de los cazadores; los delincuentes que están en el hotel son cazadores; la Enfermera y el hotel los protegen.
Jodie Foster
Fría, distante, pero con una tempestad interior, así es la Enfermera, personaje potente y frágil que le cae al dedillo a Jodie Foster, una magistral actriz. Genial en El silencio de los inocentes.
—Lograste que Jodie Foster se involucrara en tu ópera prima...
—Fue algo increíble. Jodie Foster tuvo en sus manos el guión de la película incluso antes de que yo decidiera quiénes serían los demás actores, e incluso, quién interpretaría a la Enfermera. Nos reunimos para hablar sobre el guión y ella se mostró muy entusiasta de actuar en la película y ponerse en la piel de la Enfermera, mucho más de lo que yo esperaba. Cuando nos reunimos, me convencí de que el personaje era para ella. Trabajamos juntos durante seis meses, corregimos el guión. En cierto modo, fue muy intimidante. Jodie trabajó como actriz durante 52 años y también dirigió 24 años… y conmigo en mi primer film.
—¿Cómo planteás el dilema moral de la película ?
—La Enfermera es como Wendy en Peter Pan, que se encarga de cuidar a los niños perdidos. Esto se conecta con el pasado de la Enfermera y es el misterio a develar.
