Si hay un fenómeno que, cuac, nunca muere, es el zombie. El hijo pródigo de George Romero va y viene en la cultura popular, pero en los últimos años una serie basada en un cómic ha popularizado a los zombis como nunca antes: The Walking Dead, del canal FOX, que muestra los avatares diarios de un grupo de sobrevivientes en un mundo donde el apocalipsis zombie es una realidad concreta. Todo puede suceder (es decir, cualquiera puede morir) en The Walking Dead, la serie sensación en Estados Unidos (14 millones de espectadores por capítulo) y el mundo. Pero si hay un personaje que se ha ganado a los fanáticos es Daryl Dixon, el descastado que usa ballesta y chaqueta de jean interpretado por Norman Reedus, que le ha valido al actor no sólo ser el epicentro de cada Comic-Con sino una proyección actoral clase A (tres películas en gateras) tiene una horda de fanáticos a los que llama “mi gente” (es famoso por mimar a sus fans, y hasta ha sacado un libro con fan art de su personaje). Reedus es la revelación y suele mezclarse su salvajismo con el de su personaje (Reedus, como Dixon, maneja una moto y ama la soledad). La quinta temporada de The Walking Dead finaliza hoy a las 23.00 con un episodio especial de 90 minutos, que se transmite el mismo día que en Estados Unidos.
—Tu personaje es el favorito de una serie donde la gente tiene un amor particular por cada uno de la pandilla que comanda Rick Grimes. ¿Qué es lo que creés que generó esa conexión con el público?
—Me ha pasado que gente que ha salido de cosas pesadas, como adicciones o que han sufrido abusos, me digan que Daryl los inspira. Yo sólo trato de interpretarlo de una forma honesta. Y lo que me vuelve es eso: cartas de gente que me dice cosas como las que te conté o que me narran de los días en que los golpeaban y sienten que todo les ha costado mucho. O incluso personas que todavía están peleando contra cosas difíciles. Me llegan muchos mensajes así. Yo solamente intento interpretar a un personaje honesto. Creo que cuando ves a alguien que ha sufrido mucho y pasado por cosas muy intensas y aun así quieren ser mejores seres humanos, es algo inspirador. Esos son los personajes por los que hinchás, y Daryl Dixon es un sobreviviente. Puedo entender por qué la gente conecta tanto con su lucha y con el personaje.
—¿Creés que esos temas, esas reflexiones sobre la vida, son lo que ha hecho que el show sea más que un programa geek y haya conseguido llegar tanto?
—Claro que lo creo. El apocalipsis zombie es un escenario más que extravagante, seguro, pero no deja de ser eso. Creo que el show, así como la historieta, tratan acerca de cómo a veces la gente no conecta, no sabe comunicarse, y están forzados a llevarse bien, a crear un vínculo para que la humanidad funcione. Y en ese proceso es donde descubren si queda algo bueno dentro de ellos y también llegan a creer otra vez en cosas por las que vale la pena pelear, o morir. Eso es lo que te da la oportunidad de demostrar quién sos y quién te gustaría ser. Por eso los personajes han superado fronteras que otros shows de este tipo no lograron superar.
—¿Cómo lidiás, ya que sos una persona recluida pero sociable, con el tremendo éxito de tu personaje? ¿Cómo vivís el acoso permanente de los fanáticos al ser el rostro cool de una de las series más cool del mundo?
—A veces no tengo problemas. Pero otras sí. Digo, si estás en un baño, haciendo lo tuyo, y viene un fan y te apunta con una cámara, no te queda otra que mirarlo y decirle: “Hey ¿qué estás haciendo?”. Pero la mayoría de las veces, es más, casi todas, la gente te quiere de una forma muy honesta. Por suerte, igual, no filmamos el show en Los Angeles. Eso sí haría las cosas más difíciles.
—Había muchas especulaciones con la orientación sexual de tu personaje, hasta que Robert Kirkman, el creador de la serie, dijo que era heterosexual. ¿Por qué creés que era tan importante aclarar algo así?
—Fue divertido que la gente se interesara tanto en eso. Y fue algo que se hizo más grande de lo que debía. Lo que sea que tenga que hacer por el personaje lo haré, y no creo que sea importante su orientación sexual. Es un personaje duro, honesto, con un corazón enorme.
—El set de “The Walking Dead” es famoso porque se llevan muy bien entre ustedes. Vos y Andrew Garfield, quien interpreta al líder Rick Grimes, tienen varias anécdotas de bromas entre ustedes. ¿Ayuda esa conexión a la hora de actuar como personajes que se quieren y quieren que sigan todos vivos?
—A esta altura eso nos pasa a todos. Steven Yeun es Glenn para mí y Rick es definitivamente Andrew Lincoln. Cuando pasás tanto tiempo, tantas temporadas, tantos detrás de escena juntos, empezás a darte cuenta de las cosas que los definen y que definen tu relación con ellos. Las cositas que hacen que todo funcione. Las cositas que los hacen únicos. Te empezás a enamorar de esas cositas, de su excentricidad, y de cómo ayudan a crear a los personajes y sus vínculos. Por eso es muy duro cuando alguien se va, o ver episodios donde les pasan cosas muy malas.
—¿La serie se ha convertido en un reflejo de tu propio recorrido como actor?
—Sí. Amo llegar a este trabajo, acá en las afueras de Georgia, y realmente amo mi trabajo. Estoy muy orgulloso de lo que estamos haciendo y agradecido de poder hacerlo. Actuar es una cosa muy extraña: te exhibís por completo, dejás todo ahí, y es una apuesta tan grande intentar hacer una carrera en esto. Y de repente estas en el set de The Walking Dead, y sos feliz y hacés a la gente feliz. Lo vivo como una bendición.
Amores y bromas pesadas
Los fanáticos de Daryl pululan. Y Reedus lo sabe: “Creo que ser parte de ese grupo que comanda Rick ha obligado a Daryl a sentirse parte de una comunidad. Verlo integrarse ha sido importante para la gente. Porque ahora es un personaje que puede cuidarse a sí mismo, alimentarse, e incluso protegerse, pero elige estar con otros. Ha sido lento para él ese proceso de adaptación. Sería un escenario muy distinto para él si las cosas se hubieran modificado un poco. Por ejemplo, la muerte de Beth es algo que lo cambió: él veía esperanza en ella, y cuando ella murió, algo se rindió en él. No es una sensación difícil de imaginar. Y en este caso, en un mundo donde tus seres amados ya no existen, esa gente y ese sistema que poseen les da un código no sólo de ética sino de sentido diario. ¿Por qué despertar si no?”.
Son famosas las bromas que el cast de The Walking Dead se hacen unos a otros, y Andrew Garfield, que hace de Rick Grimes, le hizo una a Reedus en Tokio: “Sí, claro que la recuerdo. Esta online para cualquiera que quiera verla. Llevaron a Tokio a un chico que se hizo famoso por asustar a gente haciendo de zombie. Todavía se la debo a Andrew. Pero es hermoso: he visto crecer a actores, como Chandler Riggs, que hace de Carl Grimes, y lo he visto darle vida a su personaje. Por ejemplo, con Andy, cuando teníamos una escena pesada, violenta, entre nosotros dos hacíamos una broma donde yo me inclinaba y al oído le decía ‘Te amo’ y él me decía ‘Fuck You’, también susurrándolo. El de The Walking Dead es mi equipo de trabajo favorito”.