ESPECTACULOS
Geoffrey Rush

“Un genio era Da Vinci, no algo improvisado”

El ganador de un Oscar interpreta a Einstein en Genius. Cree que al físico le hubiera asombrado que hoy los reclamos sean los mismos que en su época.

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Ayer y hoy. Su impresionante trabajo en Shine, por la que ganó un Oscar hace 21 años. Su composición de Albert Einstein para Genius, la serie que empezó a emitir Nat Geo. | shutterstock

Las biopics están de moda en todo el mundo. Geoffrey Rush es otro de los grandes actores que aceptaron el convite de las superproducciones para resucitar a personajes históricos atractivos. El prestigioso intérprete, ganador del Oscar por Shine (1996), de cuatro premios Bafta –uno de ellos por el rol del fonoaudiólogo en el film El discurso del Rey– y también premiado con un Tony en Broadway, suma, resta, escapa, sonríe, toca el violín, protesta, piensa y crea la teoría de la relatividad en la mente y el cuerpo de Albert Einstein. “Sabía todas las cosas obvias sobre Einstein. Había visto fotos de él y miré otras tantas, como en su encuentro con Charles Chaplin. Luego, en lo físico trabajé mucho con el vestuario porque yo soy más esmirriado y Einstein era más retacón; lo mismo con el maquillaje, utilicé miles de pelucas. Sabía que era un gran físico teórico, pero yo tenía muy poco conocimiento de sus creencias religiosas y políticas en ciertos puntos de su vida y de qué gran figura humanitaria era. Y me parece que es un gran protagonista central para pasar por este extraordinario paisaje dramático de la primera mitad del siglo XX, para el que me tuve que meter en su genio”, dice el australiano de 65 años, que todos los lunes, a las 23, estrena un nuevo capítulo de Genius: Albert Einstein por Nat Geo, a más de sesenta años de la muerte del científico alemán.

—Einstein era un hombre muy político. ¿Qué pensaría del mundo de hoy?

—Creo que no era tan diferente la época en la que vivía él de aquella en la que vivimos actualmente. El mundo estaba en un gran estado de cambio, particularmente en su apasionado campo de interés, que eran la matemática y la física teórica, pero con el ascenso de los estados totalitarios en Europa era un contexto complicado. Por eso, probablemente, en estos tiempos de cambios Einstein se sentiría como si no hubiéramos avanzado en la sensación de malestar global de la gente.

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Genius cuenta con diez capítulos, se rodó en locaciones reales de Praga, Zurich, Berlín, Nueva Jersey, y del elenco participaron actores de Serbia, Alemania, Dinamarca, Noruega, Estados Unidos y Gran Bretaña. “Es uno de los papeles más desafiantes de mi carrera para alguien de mi edad; esto de poder participar de un paisaje tan extraordinario que dejó Einstein era aterrador pero muy interesante”, reconoce Rush. Con entusiasmo y nostalgia, Geoffrey recuerda cuando en la ciudad australiana de Toowoomba decidió estudiar astronomía: “Me sentí muy intrigado y obsesionado cuando era joven con el programa espacial Mercury a través de la NASA, de Alan Shepard subiendo a un vuelo suborbital, y luego John Glenn entrando en órbita, y voló sobre Australia y todos encendimos nuestras luces así él podría vernos desde el espacio. Seguí interesándome con el Apolo porque realmente quería ser astrónomo. Durante la secundaria me preparé en física, química y matemática, pero era realmente complicado. Por suerte, para mi felicidad me hice cargo del funcionamiento del club de teatro de la escuela, y luego fui a la universidad y cambié al instante a una licenciatura en Artes porque me di cuenta de que estaba en mi casa, con los pies bien sobre la tierra”.

—¿Qué es ser un genio?

—Es interesante cómo se ha cambiado el término “genio”, o “genialidad”. Ahora las personas lo aplican para describir un plato de comida. Un genio era Leonardo Da Vinci, no algo improvisado; hablamos de alguien que ponía toda su vida, toda la habilidad, todos los regalos que lo habían impregnado del don al servicio del arte o un fin y que en épocas impensadas, hace muchísimos años atrás, vieron lo que hoy es una realidad. Eso ciertamente también se aplica a Einstein, porque sabía tocar el violín y estaba obsesionado por Mozart. Esa es, creo, una conexión muy interesante, porque Mozart componía un tipo muy brillante de estructura matemática parecida a las catedrales pero en la música, y Einstein lo entendió. Eso era algo de lenguaje. Y él disfrutó en su tiempo de inactividad tocando el violín, creo, por esa misma razón de ser un genio. Por lo tanto, creo que he conocido a mucha gente muy, muy talentosa, pero no sé si he estado lo suficiente en compañía de alguien que yo tal vez consideraría realmente un genio. Puede que me lo haya perdido. Probablemente he estado con algunos, pero personalmente no me he encontrado con eso.


El exodo de escritores de Hollywood

Geoffrey Rush deja en claro que la mayor parte de su carrera la hizo con películas independientes, sin la factoría de Hollywood en sus espaldas, por más que en 1996 se alzó con el Oscar en Los Angeles por Shine. El actor australiano confiesa que su vínculo con la industria cinematográfica más mainstream del mundo apareció en 2002 con Piratas del Caribe, película de Disney, que el próximo 25 de mayo desembarcará en las salas de Argentina con la quinta entrega, Piratas del Caribe: la venganza de Salazar, donde comparte cartel con Johnny Depp.

—¿Qué pensás de la actualidad de Hollywood?

—Hollywood en la actualidad vive un cambio de paradigma, como también el cine en Gran Bretaña, y también en mi país, Australia, y estoy seguro de que probablemente está sucediendo lo mismo en Sudamérica, y es por el momento que vive la televisión, que acaba de crear esta nueva forma de generar contenidos, en la que se puede hacer una serie limitada de diez episodios, lo que les da más espacio a actores, guionistas y directores para explorar las dimensiones más amplias de la producción y de los personajes. Y eso está ejerciendo ese poder gravitatorio de los escritores, que alguna vez escribieron para los estudios de cine y que emigran hacia la televisión, que les permite ser más valientes y audaces. En el pasado hice algunas series de televisión en Australia, pero no fueron una parte muy importante de mi carrera, pasé mucho más tiempo en el teatro. Me gusta ver series que tengan una mayor profundidad y que requieran una gran realización de la escritura.