Estaba trabajando como humorista en Radio Rivadavia cuando vi la cara del Papa en un monitor y dije: ‘Seguramente cuando tenga la edad que hoy tiene Bergoglio me voy a parecer a él, pero si alguna vez llegan a hacer una película o serie, ¿cómo sabrán que existo?’. Todos se rieron, porque la fantasía era demasiado grande. Nadie me registraba”, cuenta Gustavo Yanniello, actor y vecino de la iglesia de San José de Flores (templo donde Francisco descubrió su fe), que hasta ese momento nunca había trabajado delante de una cámara. Era casi un milagro debutar en televisión a los 58 años, así que cuando leyó que había una convocatoria para personas de entre 20 y 60 años, se mandó sin saber que se trataba de Francisco, el jesuita, la miniserie que protagoniza y que History Channel pondrá al aire el jueves 26 y el viernes 27 de noviembre a las 21. “Cuando era pibe salía con una chica que había ido a ver a una tarotista que le dijo: ‘Avisale a tu novio que se acuerde del 20 de mayo, porque esa fecha le va a cambiar la vida’. Pasaron los años y ante cada apriete económico le decía a mi mujer que se quedara tranquila que en esa fecha iba a cambiar todo. El casting lo hice el 20 de marzo, y exactamente dos meses después me llamó el director para confirmarme el papel. Habemus papam”, relata con una sonrisa muy parecida a la del Sumo Pontífice.
La caracterización llevaba dos horas, y lo único que no era suyo eran las orejas. Las sotanas las confeccionó José González (el mismo que las preparaba para Bergoglio), y la cruz y el anillo que prestó Pallarols los había usado Francisco. Pero, por más que el protagonista vive cerca del que fue hogar del Papa, el encargado de asesorarlo fue el padre Guillermo Marcó, vocero de Su Santidad cuando era cardenal de Buenos Aires. Pese a que hubo que doblar al neutro la mayoría de las voces para venderla a otros países, ninguna de las escenas filmadas en Buenos Aires y Roma se hizo con temor a que la historia se volviera muy local. “Desde el momento en que Bergoglio se transforma en una figura internacional, ese pasado en Argentina se vuelve más atractivo, porque para el público extranjero es un misterio absoluto. La historia personal se hace universal por sí misma”, explica Miguel Brailovsky, gerente general de History, quien cree que basarse en la biografía de Sergio Rubin y Francesca Ambrogetti allanó aun más el camino. La Capilla Sixtina se recreó en estudios, con artistas digitales, para que los frescos de Miguel Angel se pudieran apreciar de una manera que la cámara en el lugar real no permitía.
La adaptación del Buenos Aires de hace cuarenta o cincuenta años no fue tan compleja, aunque ambientar una estación de trenes de entonces con sus locomotoras y vagones no resultó sencillo. “A veces la complicación de una escena tiene que ver con lo que está sucediendo. Hay secuencias que detallan momentos de la época de la dictadura en Argentina que fue muy movilizante hacer, como el secuestro de una madre de Plaza de Mayo en una iglesia”, admite el director Matías Gueilburt. Más allá de la participación activa que los autores de la biografía tuvieron en el proceso de escritura de los cuatro capítulos de una hora, fueron importantes en la aprobación del guión final. Aunque todavía no vio la primera miniserie que History Latinoamérica produce con alto contenido de ficción, por la cercanía que Rubin y Ambrogetti tienen con Francisco, saben que el Papa estuvo muy al tanto de la historia pese a que prefiera no hablar de los proyectos sobre sí mismo. Es más, uno de los productores tuvo una audiencia con él en el Vaticano hace unas semanas. En comparación con los productos más distribuidos por la señal, éste tiene un costo tres veces más grande, no sólo en dinero sino en tiempo: alrededor de un año llevó finalizar la producción.
“En 2013, con El Papa del fin del mundo, identificamos que esta historia cumple con nuestros requisitos de producción porque atraviesa cualquier frontera. La proyección internacional que tiene Bergoglio le da al producto televisivo una vida mucho más amplia. De hecho, los History de otros territorios ya comprometieron el aire”, explica Brailovsky. Además de toda Latinoamérica, Italia se mostró entre los más interesados, y Telemundo, la segunda cadena de contenidos en español más grande, lo emitió mientras el Papa visitaba Estados Unidos. Las diferentes temáticas de la miniserie se basan en los hechos que mayor impacto tuvieron desde que asumió el papado. Desde su humildad hasta enfrentar la corrupción en el Banco del Vaticano, o cómo encaró los casos de pedofilia, los procesos de paz en Medio Oriente y el acercamiento que produjo entre Raúl Castro y Barack Obama, siempre con anclaje en la historia de su juventud, porque la idea era conectar esos grandes objetivos que representa Francisco con su origen, para graficar que ese interés no nació cuando lo designaron máxima autoridad de la Iglesia.
“Cuando compramos los derechos de El jesuita tomamos esa historia desde niño hasta su arzobispado, y después construimos junto a los autores su presente, desde que es Papa hasta la actualidad, tomando un eje central en cada episodio. En ese sentido fuimos certeros, porque los temas que se están tocando hoy por hoy son algunos de los que contamos, como el Sínodo de la Familia”, agrega Gueilburt. Hombre con una gran experiencia en México como documentalista de temática narco (está nominado a los premios Emmy con su trabajo para HBO, Antes de que nos olviden), conoce de cerca la reflexión del Papa sobre la posible “mexicanización” de nuestro país. “Veo una diferencia muy grande entre la violencia generada por la llamada ‘guerra contra el narco’ y lo que sucede hoy en día en Argentina. Cuando ves a un país que tiene 120 mil muertos, te das cuenta de que estamos lejos de esa realidad, lo que no quiere decir que no tengamos problemas con el tema. Todo confluye con la idea de justicia o impunidad, cuestiones que Francisco tiene muy presentes”.
Única biografia oficial
Francisco, el jesuita –coproducción de History Channel Latinoamérica y Anima Films– sirvió para poner en imágenes la única biografía oficial del Papa, y será emitida en dos partes y en simultáneo para toda América Latina el jueves 26 y el viernes 27 de noviembre a partir de las 21.
El episodio inicial mostrará a un papa recién asumido que arremete contra la corrupción en el Banco Vaticano y la mala imagen de la Iglesia debido a los curas acusados de pedofilia. Mientras, detractores y conservadores se muestran contrarios a sus primeros actos como máxima autoridad de la Iglesia. Además, se verá a un Bergoglio recién consagrado como sacerdote, dejando de lado una vida mundana para comprometerse en sus tareas por los pobres.
Protagonistas: Gustavo Yanniello (Bergoglio adulto), Sergio Calvo (Bergoglio joven), Miguel Giangrandi (Carraro) y Diego Ulloa (secretario personal del Papa), más un elenco de sesenta actores y 250 extras Producción: Julián Rousso, Sebastián Gamba, Matías Gueilburt y un equipo de 25 personas Dirección general: Matías Gueilburt Locaciones: Roma, Vaticano, Villa 21-24, Ferroclub Argentino, Palacio Reconquista, Palacio Sans Souci, Instituto Sagrado Corazón, Instituto F. Bernasconi, Colegio Máximo (San Miguel)
* 3 cámaras en calidad 4K
* 21 días de filmación
* 30 horas grabadas
* 300 piezas de vestuario.