ESPECTACULOS
macaco

Un rumbero catalán antipolíticos

El músico español se presenta hoy en La Trastienda. Dice que su faro son Marley y Sabina. Jura que está en juicio con funcionarios.

Afortunado. Macaco dice que vive muy bien de la música y que tuvo mucho boca en boca.
| Sony BMG

Nació hace 42 años bajo el nombre de Daniel Carbonell de Las Heras, en la ciudad de Barcelona. Hijo de padres artistas, dice que su biblioteca musical fueron los vinilos, y que si bien su género recorre la mixtura entre las rumbas mediterráneas, latinas y el reggae, afirma que sus mayores exponentes son “Sabina y Serrat y Bob Marley”. Mientras que trabajaba de mozo o hacía promociones, Daniel tocaba a la gorra en las ramblas de Barcelona, hasta que decidió rebautizar su carrera en solitario como Macaco. “Me considero un privilegiado, me fue bien poco a poco, cuando hacía música en las calles había una recompensa para poder comer, y desde hace muchos años me va realmente muy bien. De mi proyecto Macaco viven veinte personas, entre los músicos y mi sello Mundo Zurdo. Tengo más responsabilidades, no soy dueño de mi tiempo, y muchas familias dependen de mi movilidad artística”, afirma el español, quien sostiene que creció “con el boca en boca” que lo llevó a “tocar a diferentes países cuando no tenía apoyo discográfico: Nueva York, Tokio, San Pablo, Sidney, Berlín, Copenhague”.
Es la tercera vez que Macaco arriba a Buenos Aires, y en esta ocasión para presentar Historias tattooadas, su nuevo CD, esta noche en La Trastienda. “Será un show con mucha comunicación, dinamismo, y habrá momentos para corear y saltar”, promete el español, quien tocó con los uruguayos de No Te Va a Gustar hace poco en México, con Los Fabulosos Cadillcas, Todos Tus Muertos y Jorge Drexler. “Yo hago fusión sin confusión, música de raíz y antena. Y en la escritura quiero estribillos claros, bien de reggae, que no tienen por qué ser simplistas y son lindos para corear, Nerudas, Benedettis, Galeanos, esta cosa que dice el maestro Sabina “yo hago música de la calle pero le meto una gota de poesía”, y la verdad que por ahí me gusta ir”.
Macaco vive entre Madrid y Bacerlona, aunque dice gustarle la carretera, salir a tocar todo el tiempo. Además, está comprometido con el medioambiente y causas sociales. Así llegó a conocer y hacerse amigo del actor Javier Bardem. “Javier es un artista que se involucra mucho en lo social. Es un amigo cariñoso y generoso conmigo y que admiro. Es un tipazo, natural, sencillo, y es uno de los mejores actores del mundo, es un  Robert De Niro o Al Pacino”. Sobre la crisis que atravesó España confiesa que para él “es un bleff, una mentira, hay gente que vivía por encima de sus posibilidades, dos coches, dos casas”, y revela que por su mensaje crítico y positivo varios políticos utilizaron sus canciones para campañas: “Los políticos se me han acercado y me he negado. Me han querido poner la zanahoria en la cabeza y me he negado y han utilizado ilegalmente canciones mías y he terminado en juicio. Creo que el 90% de los políticos en el 90% de los países son unos ladrones, cambian sus palabras, se olvidan  lo que dicen, muchas veces ni ellos gobiernan, sino las grandes corporaciones”.