ESPECTACULOS
Ben Feldman

Una sitcom que refleja la clase media

Protagonista de Superstore, cree que el éxito de la serie, que sucede en un supermercado, tiene que ver con la identificación de los problemas cotidianos. Recuerda a Mad Men.

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Éxito. Ben Feldman dixit: en Estados Unidos necesitan relajarse. | turner prensa

Los lunes, después de la película que Warner Channel proyecta a las 22, siguen los 22 capítulos que integran la tercera temporada de la serie norteamericana Superstore, cuya primera entrega había comenzado en 2015. Se trata de la sitcom protagonizada por Ben Feldman –su personaje es el joven Jonah Simms–, quien comparte esta entrevista. La ficción de la cadena NBC, su guionista y productor es Justin Spitzer, transcurre dentro de un supermercado, llamado Cloud 9, en el estado de Missouri. Busca generar humor a través de momentos que presuponen tensiones entre los vínculos que se establecen entre empleados –entre ellos, los personajes que componen coprotagonistas como America Ferrera y Lauren Ash–, clientes y jefes. En un ámbito dominado por las góndolas y carteles que publicitan promociones, repositores, cajeros, responsables de área, todos conviven en un simpático clima, debajo del cual subyacen problemáticas de diversos derechos enfrentados.

Vida real

—¿Qué imagen del mundo laboral ofrece la serie?

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—Es un espejo de gran parte de los trabajadores de la clase media. Muestra los problemas que surgen cuando las personas van a trabajar, cosas que suceden todos los días: historias de amor, problemas con hijos y padres, problemas sindicales: todo lo que experimentan a diario las personas. Por eso la serie gusta tanto. [También] mostramos pequeños sucesos graciosos que ocurren en la vida real. La pareja de personajes de la serie vive una sucesión de cambios dentro de las vidas enloquecidas que llevan.

—¿Cómo plantean la relación entre jefes y empleados?

—La serie logra mostrar el lado gracioso y divertido en las relaciones, en los conflictos sindicales. La relación entre jefes, empleados, sindicatos y demás es un material para trabajar y realizar cosas divertidas. No intentamos mostrar o comunicar una opinión al respecto de estos temas; simplemente mostramos cosas graciosas.

—¿Cómo describirías la situación laboral en Estados Unidos?

—Aquí no existe más la vida normal, porque cambia todos los días. La Corte Suprema de Justicia acaba de fallar en contra de los sindicatos, que son muy poderosos, especialmente en Hollywood. Muchos trabajadores la están pasando muy mal, pero están convencidos de que el rumbo del país es el correcto y de que todo está bien; se levantan contra los obreros que [sí] creen que debe haber un cambio después de este gobierno, [que se debe] evolucionar.

—Las sitcoms parecen ser siempre exitosas. ¿En qué creés que radica su éxito?

—Las sitcoms están cambiando todo el tiempo, y el público que las sigue busca las diferencias entre ellas. La primera vez que vi una sitcom, esperaba ver algo serio sobre el amor. [Pero] las sitcoms están al alcance de la mano cuando se tiene estrés, cuando se está ansioso o cansado o enojado, o incluso feliz, y uno necesita escaparse de la realidad. Las sitcoms relajan y te hacen pasar un buen momento. En Estados Unidos, este es un gran momento para las sitcoms, porque hay muchas personas que necesitan relajarse y escapar de la sensación de estar en peligro.

 

Trabajar en ‘Mad men’

Hace más de 15 años que Ben Feldman parece tener su carrera asegurada, como actor de cine y televisión en Estados Unidos. Entre 2012 y 2014, fue Michael Ginsberg, un personaje que apareció a partir de la quinta temporada de la serie Mad Men. Con esa experiencia acumulada, entre otras, responde aquí por su percepción en tanto trabajador dentro del mundo de la actuación.

—¿Cuál es tu situación laboral como actor?

—Soy muy afortunado, porque hago lo que soñé toda mi vida; lo hago libremente y el trabajo me da de comer. Hago lo que me gusta y vivo de mi profesión. No me imagino lo que sería para mí trabajar bajo las órdenes de alguien que odiara, pero sé que muchas personas lo tienen que hacer. No me considero un trabajador; sería un trabajador si me levantara todos los días a las seis de la mañana, si trabajara muchas horas por día o si fuera un obrero. Cuando estoy como director, ahí sí me siento un trabajador, porque debo involucrarme en los roles y armar un bosquejo de todas las situaciones que no implican la parte artística.

—Participaste de Mad Men. ¿Qué recordás de esa experiencia?

—Fue algo maravilloso. Es mi serie favorita, es con lo que soñé antes de hacerla. Era una serie extraña y fuera de lo común; de repente, pasé a prender la televisión y a verme en ese mundo temeroso, escuchando mis parlamentos, repitiéndolos y mirándome en la serie. Muchas personas aún hablan de la serie y recuerdan mi personaje.