“Es nuestro show extraordinario del año”. Así definió Walas el primer desembarco de Masssacre en el Luna Park, escenario donde seguirán presentando su exitoso disco El Mamut (2007). A horas de uno de los recitales más importantes de sus 20 años de carrera, la agrupación surgida del skate-rock a fines de los '80 charló con Perfil.com. Masividad, profesionalismo, psicoanálisis, mujeres, mutaciones musicales y Cromañón, entre otros, fueron los temas que la banda tocó como previa del domingo.
Perfil.com- ¿Qué pueden anticipar del show?
Walas (cantante)- Vamos a hacer lo que durante toda nuestra carrera hicimos: Nuestro show 'extraordinario' del año. En este caso es en el Luna Park, con todo lo que simboliza.
-Con la masividad, ¿tuvieron que encarar los shows de forma diferente?
W- Sí, en los últimos dos o tres años cambiamos muchísimo la estructura de trabajo, Creció mucho el staff (…) Ahora tuvimos que incluir gente de producción; empezamos aprender cosas, a convocar gente (…) Tuvimos que crecer en estructura.
-¿Cómo les pegó personalmente ese crecimiento estructural de Massacre?
Luciano “Bochi” Facio (bajista)- Es todo un poco más profesional. Y el hecho de que el staff haya crecido significa que uno puede delegar cosas a otro. Que hay gente que se ocupa de la producción del escenario, muchas cosas que tal vez antes teníamos que pensar nosotros mismos. (...) Todo eso implica un crecimiento.
-Más allá de las letras de sus canciones, ¿qué vínculo "concreto" tienen con el psicoanálisis?
W- Nosotros antes de llegar a Obras (su primer show masivo) tuvimos una tragedia familiar; fue como en contraposición al crecimiento (de Massacre), de buenísimas críticas y de llegar a una cosa re simbólica como es Obras. Eso nos movió la cabeza a todos, a cada uno con su perspectiva. No sabíamos que hacer; si deprimirnos o volcarnos a una cosa que ya estaba programada: el show más importante de nuestra carrera y todo lo que pasara después. Entonces empezamos a informarnos y lo fuimos a ver a Fernando Ulloa (psicoanalista fallecido poco tiempo después del show, a los 84 años). Nos informamos con los chicos de Árbol que estaban yendo con él. También fue terapeuta de Le Luthiers durante mucho años. Y nos hizo muy bien (…) Vio desde todas las perspectivas nuestro conflicto. Esto también se emparenta con eso que se dice de nosotros que hacemos un rock psicológico por un lado; también se emparenta con que nuestro guitarrista Pablo Mondello es psiquiatra (“El Tordo”). Entonces entran en juego todas esas cosas, pero bueno son situaciones aisladas. En definitiva nos hizo bien. Llegamos con las cosas bastante ordenadas. No sin conflictos, sin llantos, pero bien.
-En relación a la contención, ¿qué rol tiene la figura de "la mujer" en Massacre?
W- Nosotros, los Massacre, nos asumimos como matriarcales; o por lo menos yo me asumo como matriarcal, porque tenemos una deuda para con las mujeres. Nosotros en un momento de nuestra carrera, ponele más o menos hace diez años, estuvimos a la deriva a nivel anímico, a nivel ejecutivo, a nivel creativo... a todo nivel. Pasamos por un momento bastante fantasma. Y las que nos salvaron fueron todas nuestras, en ese momento, novias, mujeres, amigas. (…) En ese momento éramos sumamente independientes. Estábamos manejados muy mal. Entonces una se puso en el rol de manager (“La Tori”, esposa de Walas), otra se ocupó de la prensa, otra del diseño. Estábamos absolutamente bloqueados, con crisis de formación. No era el momento de los 80s cuando éramos Massacre Palestina y skate-rock ni tampoco la época de los 90s y el nuevo rock argentino. Sino era un momento en que no sabíamos, la verdad, para adónde íbamos (risas) y ahí empezó a repuntar.
-En definitiva, ¿se puede decir que las mujeres fueron las que supieron marketinear a Massacre?
W- Las mujeres de Massacre supieron mostrar, supieron vender algo de lo que nosotros estábamos convencidos a nivel artístico pero no a nivel ejecutivo. Nosotros somos una banda que hacemos muy buenos temas adentro de una sala, pero si fuera por nosotros, que somos unos dormidos, esos temas no saldrían de la sala o saldrían a un circuito muy mal manejado.
-¿Qué vínculos mantiene la banda con sus orígenes en el skate-rock?
Federico “Fico” Piskorz (segunda guitarra)- Mirá, yo siempre digo que si tuviéramos que encasillarnos musicalmente no podríamos hacerlo en ningún estilo particular. Venimos acumulando o trabajando o moldeando diferentes estilos que son todas nuestras influencias; desde las raíces de Massacre que eran propiamente del skate-rock. Y ahora éso se sigue conservando desde otras ópticas o desde otras perspectivas, e inclusive combinado con otras influencias que todos vamos teniendo.
-¿Van a continuar trabajando con Juanchi Baleirón como productor en el próximo disco?
FFP: Sería buenísimo trabajar de nuevo con Juanchi, porque en El Mamut se armó una muy buena dinámica de trabajo (...) Él era nuestros oídos y nuestra traducción. Fue como el centro que nos pudo sintetizar a todos como banda. Por eso suena tan compacto y tan coherente el disco.
-¿Qué reflexión pueden hacer de todo lo que pasó con Cromañón?
W- Más allá de la tragedia que pasó, lo que veo es que nos desnudó como sociedad, nos mostró lo poco solidarios, lo hipócritas, buscando un culpable, dándole el título de tramposo o no cumplidor de reglas a dos o tres personas, cuando todos los argentinos somos así (…) Al otro día de Cromañón todos salimos a comprar el matafuego porque nadie tenía el matafuego; todos salimos a poner la puerta en regla y, sin embargo, medievalmente pusimos a uno o dos culpables en la hoguera. Pero bueno, es para aprender, para crecer y para cambiar... para mejorar. Sobre la sentencia me pareció desordenada, me pareció desequilibrada. Muchos años a uno, muy pocos años a otros.
*Redactor de Perfil.com
