Los minoristas continúan evaluando e implementando soluciones innovadoras para mejorar la experiencia del consumidor, adaptándose a sus preferencias cambiantes. Una gran parte del comercio minorista está siendo impulsado por el aumento de la competencia por el crecimiento exponencial en el e-commerce, tendencia que continúa reduciendo las barreras de entrada y fragmentando a la industria. Los “minoristas en línea” también están cumpliendo con la demanda, así como con las órdenes a medida para los consumidores individuales.
Otro factor competitivo de evolución probable es el crecimiento de la impresión 3D. La impresión 3D no sólo permitirá fabricar productos de pequeño tamaño a medida y la producción bajo demanda, sino que sus costos más bajos pueden dar lugar a un re-apuntalamiento de las actividades manufactureras. Los fabricantes tendrán la opción de pasar a un modelo de configuración a medida en lugar de construir contra stock, lo que les permitirá conectar, personalizar y vender directamente a los consumidores.
Por otro lado, los minoristas y algunos propietarios de inmuebles comerciales están utilizando diferentes y flexibles opciones de entrega, como el mismo día o al día siguiente para crear una diferenciación en la relación final con el consumidor. La competencia por la entrega el mismo día va en aumento, ya que es una consideración importante en las decisiones de compra. El 25% de los compradores está abierto a no comprar online si no hay delivery para el mismo día.
El uso de aviones no tripulados (drones) para la conectividad final con el consumidor puede resultar en cambios innovadores en las opciones de entrega.
Amazon.com y Google están trabajando en facilitar las entregas de paquetes vía aérea mediante drones. Sin embargo, la Administración Federal de Aviación (FAA) de los EE.UU. demoró el desarrollo de normas y reglamentos para el uso de drones, a pesar de que recientemente permitió a Amazon probarlos para el delivery. Si tiene éxito, los drones tomarían el trabajo del delivery final al consumidor al siguiente nivel haciendo entregas incluso en menos de una hora del pedido.
Creemos que la interrupción en la fabricación y venta al por menor y por lo tanto la conectividad final con el cliente impactará significativamente en el valor de las propiedades comerciales e industriales.
Tiendas, ¿para qué? Las tiendas físicas todavía permanecerán como parte de la creación de la experiencia del cliente, pero sobre todo para productos que requieren “tocar y sentir” o que tienen componentes de servicio importantes. El concepto de un minorista ofreciendo un espacio dedicado a otro minorista seguirá, aunque puede haber menos demanda de tiendas independientes. Habrá menos demanda de grandes superficies y una débil demanda global de las tiendas tradicionales. Los analistas esperan que 50% de los centros comerciales de los EE.UU. cerrarán para 2030.
En la demanda minorista y la fabricación se reducirá la tenencia de inventarios, y potencialmente la demanda de grandes espacios de almacén. Los dueños de propiedades comerciales tradicionales serán desafiados por los proveedores de almacenamiento nuevos e innovadores, centros de distribución desarrollados a nivel regional para formar parte de la cadena logística entre los fabricantes globales y grandes minoristas.n
* Socio Líder de FAS de Deloitte.