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traficantes de personas en europa

A Aylan lo mató la mafia del Mediterráneo

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Abdulá Kurdi, el papá de Aylan y Galip, le pagó 4 mil euros al dueño del bote que los cruzaría a la isla de Kos, en Grecia. La travesía para llegar a la Unión Europea (UE) sería, sin embargo, mucho más cara que ese fajo de billetes. El traficante de personas abandonó la embarcación cuando percibió que el oleaje era muy alto, según el relato de los sobrevivientes. Las 16 personas que viajaban en la precaria balsa permanecieron una hora a la deriva, en el medio de la noche, hasta que naufragaron en las aguas del mar Egeo. El pequeño Aylan y once más perdieron la vida a manos de una organización que lucra con el drama de los refugiados.
El episodio no fue un hecho aislado. La mafia que trafica personas a Europa recauda 650 millones de dólares al año, según reportó la cadena británica BBC. Las autoridades turcas detuvieron ayer a cuatros presuntos involucrados en la muerte de Aylan, de nacionalidad siria. Sus familiares, sin embargo, insistieron en que no eran criminales, sino refugiados. 
En 2015, 2.800 personas murieron intentando cruzar el Mediterráneo. La Organización Internacional para las Migraciones (IOM) informó ayer que en la última semana cinco mil personas cruzaron el Egeo hacia Grecia, el viaje que llevó a los Kurdi a la tragedia. La mayoría son sirios y afganos. Entre ellos, hay familias con niños, embarazadas y hasta recién nacidos. Muchos, como Aylan, su hermano Galip y su madre Rehane, no saben nadar y viajan sin chalecos salvavidas.
Un dato encendió esta semana las alarmas de la dirigencia comunitaria: esas redes no operan sólo en Libia, Siria y Afganistán, sino que ya están enquistadas en el seno de Europa, donde transitan con impunidad. Así sucedió con los traficantes que abandonaron hace diez días un camión en Austria con 71 inmigrantes muertos a bordo. De nacionalidades búlgara, húngara y afgana, los integrantes de la banda fueron apresados por la policía austríaca. Se trataba de una “multinacional” del crimen, que trasladaba personas hacia el norte de Europa.
Según cifras de la Acnur, 219 mil personas llegaron a Europa por mar en 2014. En lo que va de este año, 366 mil refugiados curzaron el Mediterráneo,  67% más que en el período anterior. Si bien la crisis humanitaria en Siria, Irak, Libia y Afganistán es cada vez mayor, el aumento de personas que se juegan la vida en las precarias barcazas revela una mayor organización de los traficantes. “El viaje es pagado y preparado desde sus países de origen. Suben en un barco y cuando llegan ya tienen otros contactos aquí en Europa para intentar arribar a los lugares donde hayan decidido previamente”, reveló a PERFIL Flavio Ronzi, integrante de la Cruz Roja Internacional, con base en Roma.
La muerte de Aylan conmovió al mundo y obligó a las autoridades europeas a actuar. La policía de Serbia desmanteló ayer una red que se dedicaba al tráfico de refugiados entre ese país y Hungría, en procedimientos que acabaron con la detención de cuatro criminales, entre ellos un miembro de una fuerza de seguridad. En el operativo, fueron interceptados 28 inmigrantes procedentes de Siria, que estaban por ser transportados de forma ilegal y precaria hacia el norte del continente.
Europa se enfrenta no sólo a una crisis migratoria, sino también a grupos transnacionales que recaudan millones y operan con impunidad.