INTERNACIONAL

A los 23 años, el hijo de Maduro suma su segundo cargo

Sin experiencia, fue nombrado por su padre al frente del Instituto de Cine.

Nicolás Maduro Guerra, 23 años y funcionario público del padre
| CeDoc

Que habla con el fallecido Hugo Chávez a través de un pajarico, que el espíritu del exmandatario intervino ante Dios para que Jorge Bergoglio pasara a ser el Papa Francisco, que "Cristo multiplicó los penes", que la intervención de Estados Unidos en Siria incluía el plan de asesinarlo, aunque no estuviera ni en el mismo continente. El historial de Nicolás Maduro a la hora de realizar declaraciones ya no sorprende. Mucho menos sus medidas de Gobierno. Sin embargo, logró superar su propia marca al nombrar a su único hijo, Nicolás Maduro Guerra, al frente de la Escuela Nacional de Cine de Venezuela

La bronca llegó enseguida de la mano de los 23 años del hijo presidencial y de su nulo currículum en materia cinematrográfica. El actor Roberto Lamarca, no sin poca ironía, afirmó que "la magia del cine da para todo". En la misma sintonía se expresó el director y guionista Jonathan Jakubowicz, al imaginar clases de "cine de torturas, cine de propaganda, porno suave bolivariano, cine mudo".

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Maduro hijo, Junior, Madurito o, como le gusta llamarse, "soldado de Chávez hasta más allá de esta vida", pegó un nuevo salto luego de que fuera nombrado Jefe del Cuerpo de Inspectores Especiales de la Presidencia, con 22 años y sin otro mérito que el dedo de papá. 

Segundo consigna el periódico español El Mundo, Maduro Jr es el único hijo del presidente y nació de la relación con Adriana Guerra, empleada en el Parlamento Nacional y de quien Nicolás Maduro se encuentra separado. 

Con un peso político ínfimo y declaraciones copiadas a las que emite su padre -quien a su vez pretende calcar a Hugo Chávez- Maduro Guerra viene de comandar a un grupo de 10 inspectores cuya misión consiste en ingresar a dependencias públicas "sin aviso previo, para evitar fuga de información", con el objeto de evaluar la gestión de las decisiones de su padre.

Ahora podrá demostrar su absolutamente inexistente experiencia como cineasta al frente del Instituto de Cine venezolano.