El titular del Tribunal Superior Electoral de Brasil, Marco Aurelio Mello, afirmó que el escándalo de las carpetas contra rivales del presidente Luiz Inácio Lula da Silva “es algo mucho peor que el Watergate, no hay comparación. Aquellas escuchas ilegales fueron realmente muy terribles, pero ahora lo que es una sumatoria de desvíos de poder”.
Mello hizo esas declaraciones al diario Jornal do Brasil y puso así el dedo en la llaga que ya habían dibujado para el oficialismo algunos analistas y diarios brasileños: la comparación del último escándalo local con el legendario Watergate, que estalló en 1972 y, aunque no impidió la reelección de Richard Nixon, lo obligó a renunciar en 1974.
De inmediato, el nuevo jefe de campaña de Lula, Marco Aurelio García, salió a criticar a Mello en una tensa conferencia de prensa. “Creo que es una opinión en un tono muy impresionista. Lo mínimo que diría es que es una opinión exagerada, para no decir que puede tener connotación partidaria”.
Mello, también miembro de la Corte Suprema de Justicia, es el titular del tribunal que deberá expedirse sobre un pedido de la oposición para investigar la eventual responsabilidad electoral del propio presidente Lula en la compra de pruebas sobre supuestos hechos de corrupción de sus rivales, en las elecciones del 1 de octubre.
Este escándalo fue descubierto el vienes pasado, cuando dos miembros del comando de campaña de Lula fueron apresados en un hotel de San Pablo con más de 800 mil dólares destinados a comprar esos papeles y elaborar una carpeta contra el candidato socialdemócrata a la gobernación de San Pablo, José Serra.
Entre el lunes y ayer tuvieron que renunciar varios estrechos colaboradores de Lula, como su asesor especial todo terreno Freud Godoy; el ex sindicalista Jorge Lorenzetti, también asador oficial del presidente, y el jefe de su campaña para la reelección, Ricardo Berzoini, titular del Partido de los Trabajadores, quien fue reemplazado precisamente por Marco Aurelio García.
El miércoles, el diario O Estado de Sao Paulo aconsejó a los investigadores que imiten a sus colegas del Watergate, es decir, que “sigan la ruta del dinero” encontrado en el hotel paulistano. Algo de eso ya se ha hecho en Brasil: según el sitio on line de Folha de Sao Paulo, la policía ya sabe que buena parte del dinero salió de “agencias de los bancos Safra, Bradesco y ankBoston”
“La policía tendría también comprobantes de las extracciones en dinero de esos bancos”, agregó la fuente, por lo cual el próximo paso sería identificar quién contribuyó con esos billetes.
*Editor de Internacionales del Diario Perfil y autor del libro "Lula, la izquierda al diván".