Así lo predijo la oficina del Censo (Census Bureau), basándose en una fórmula matemática que tiene en cuenta las tasas de natalidad, mortalidad y migración. El martes 17 de octubre, un día caro para la historia argentina, el vaso de la población norteamericana se desbordará con la llegada de un ser humano más a esa primera potencia mundial.
7 segundos. La oficina del Censo estima que cada 7 segundos un estadounidense llega al mundo, cada 13 segundos muere otro y cada 31 segundos ingresa un inmigrante. Esto hace que la población aumente en una persona cada 11 segundos.
Esta marca superará la registrada hace 39 años que marcaba 200 millones de almas, allá por el 20 de noviembre de 1967. En ese tiempo el presidente era Lyndon B. Johnson, la tecnología de la televisión a color invadía la casa de los ciudadanos norteamericanos y el país seguía atento las batallas de la guerra de Vietnam.
En este 2006, cuando cuenten 300 millones, la historia los inscribirá junto a una foto de George W. Bush, una sociedad conquistada por la tecnología de punta y el país sumido en un enfrentamiento en dos frentes: Afganistán e Irak.
Además, los problemas de la inmigración ilegal, de ciudadanos originarios principalmente de América Latina, es uno de los aspectos más controvertidos que se vinculan con la tasa de población. Y será por tanto uno de los núcleos de las agendas políticas con vistas a las próximas elecciones legislativas de noviembre.
La oficina del Censo informó también que el 14 por ciento de la actual problación estadounidense es de origen hispano, frente al 4 por ciento en 1968. Se estipula que 25 por ciento de la población será de origen hispano en 2050.
Mientras tanto, las autoridades ambientalistas toman en cuenta estos datos para relacionarlos con el impacto ambiental que provoca la cada vez mayor industrialización de los Estados Unidos y advierten sobre los recaudos a tomar para que el país no deje una marca ecológica indeleble para las futuras generaciones.